Charlotte, estaba angustiada, su hermana gemela estaba al borde de la muerte y además de ello, tenía que enfrentarse a un niño que había quedado huérfano esta noche. Teniendo tantas cosas en mente, entró al apartamento con el pequeño lobo en las manos.Buenas noches — saluda Charlotte y el pequeño niño que lloraba a su madre. Levanta la mirada afligido.¿Mamá?Charlotte y Gabriela, eran gemelas idénticas. Muchas gemelas, se diferencian de algo, pero entre ellas no había el más mínimo detalle que las diferenciará. Ni siquiera los granos de la pubertad o marcas de caídas, podían marcar la diferencia, porque ellas estaban tan conectadas que cuando una tenía un grano en la frente, el mismo día la segunda lo tenía del mismo tamaño y lugar. Lo mismo sucedía con las caídas, como amaban hacer lo mismo, aunque no quisieran, terminaban con las mismas heridas. Era por eso, que estaban acostumbradas a ser confundidas, como ahora. Charlotte respiro profundo y asintió, sabiendo que no podía corre
Leer más