Capítulo 41

A la mañana siguiente.

Lis estaba armando un par de bloques con ayuda de Arnulfo y Farah, mientras Ernesto se desocupaba de una reunión vía zoom.

Justo en ese momento, Daniel llegó a la cabaña, luego de que la madre de su amigo abrió. Sonreía con ánimo. Se dirigió hacia la sala en donde estaban reunidos jugando con la pequeña.

—¿Cómo estás? —Arnulfo se puso de pie.

—Muy bien, gracias —dijo—. Traigo buenas noticias —mencionó.

En ese momento Ernesto se acercó a él.

—¿Escuché bien? —cuestionó con alegría y se acercó a Lis para sostenerla en sus brazos.

Daniel afirmó con la cabeza.

—Así es —respondió.

— ¿De qué se trata? —Farah preguntó.

—Logramos que el juez reconsiderara su postura luego de que le mostraramos un video que grabó mi socia Kenia —explicó con orgullo—. El hombre no tuvo más remedio que revocar la orden que dio.

Ernesto resopló aliviado, su corazón se agitó de manera frenética.

—Gracias al cielo —expresó abrazando a Lis—. Les estoy muy agradecido —dijo con sinceridad.

—Sab
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