LUCAS MENDOZAAl ver salir a Daniela de la oficina, me acerco a mi madre tomándola con suavidad del brazo. —Vete. —Hijo, reacciona. Esa mujer está haciendo contigo lo que quiere, y tú la dejas. —Ella no ha hecho nada, así que deja de meterla en problemas. —Es una mosca muerta, estoy segura de que ella también quiere estar con Lorenzo. —Ella no quiere nada con él, ella me ama a mí. Así que deja de sembrar la discordia entre nosotros, y más porque vamos a ser padres. —Hijo, pronto me darás la razón de lo que te estoy diciendo, pero por ahora debes solucionar ese problema que se ganaron. —Eso ya es asunto mío, no tuyo. Gabriel y yo vamos a ver cómo solucionamos todo. Esta es mi empresa y yo decido cómo tomar las riendas de esta. —Odio que me veas como un enemigo y no como tu madre —ahora se quiere hacer la víctima. ¿Acaso se le olvidó todo lo que ha hecho? —No te victimices, madre, no es necesario. Tú no eres una santa y sabes que has hecho cosas para dañar a Daniela, pero para
DANIELA MOLINAMe encontraba bastante sola, disimulando por la ciudad. No quería molestar a Claudia con mis cosas, tenía que volver a aprender a valerme por mí misma sin necesidad de tener a nadie a mi lado. —Vamos, Daniela, tú eres fuerte —al sentir una patadita de mi hija, un sentimiento de felicidad invadió mi alma. Al fin mi bebé se estaba haciendo presente—. Hola, querida hija, soy tu mami —coloco mis manos sobre mi vientre—. Siempre te protegeré. Hubiera sido lindo que Lucas presenciara este momento, pero optó por creerle a otras personas sin dejarme explicarle nada. Aunque bueno... yo tampoco debí actuar de esa manera. No debí asistir a ese hospital, jamás pensé que Lorenzo llegaría hasta ese punto. —Vamos a tener que buscar por ahora dónde nos podemos quedar. No vamos a molestar a nadie con nuestras cosas. Por ahora, solo somos tú y yo. —Pensé que también entraba yo. Esa voz... Cuando me giro, es Mariano con su sonrisa macabra. —¡No! —Intento correr, pero soy detenida po
—Es inútil, Lucas. Jamás podremos tener un bebé. —Sonia sale del baño con la prueba de embarazo en la mano. Me la entrega, y veo que solo tiene una raya, lo que indica que no está embarazada.—Cariño, no te desesperes. Pronto tendremos un bebé.—Por Dios, Lucas, ya llevamos un año en este proceso y no logro embarazarme. —Se sienta en la cama y yo me siento a su lado, dándole un abrazo, pero ella me esquiva—. No quiero que me toques.—Sonia, no te desquites conmigo por esta situación. Sabes que el doctor nos dijo que tener un bebé podría ser difícil para ti.—¡Pues ya no lo quiero seguir intentando! —grita ella, lo que activa mis alarmas.—¿Qué quieres decir?—Que vamos a buscar otra manera de tener un bebé porque yo ya no quiero seguir intentando, ya me cansé.—Sonia, se supone que esto debe ser un bebé de los dos, que crezca en tu vientre.—Ahora hay muchas formas de tener un hijo sin necesidad de que yo quede embarazada y destroce mi cuerpo.Lo de su cuerpo siempre fue un problema p
DANIELA MOLINA-Señor Pedro, entiéndame, está muy difícil conseguir un empleo. Le suplico que me dé un tiempo. -Tienes hasta la noche para darme el pago; de lo contrario, te me vas. Definitivamente, mi vida es una mierda. Fui abandonada por mis padres cuando tenía 15 años. Llegué a un orfanato donde me maltrataron hasta casi matarme. Esta tortura duró hasta mis 18 años. Cuando me liberé de ese infierno, conocí a Mariano, un infeliz me maltrató psicológicamente durante casi tres años. Al final, cuando tuve el valor de dejarlo, me di cuenta de que siempre estuve sola y que yo era la única que podría valerme por mí misma. Ahora tengo 23 años y he tratado de mantenerme a flote todo este tiempo, pero parece que tengo una mala suerte que no me ha dejado prosperar en la vida. Tengo muchos sueños e ilusiones, pero poco a poco se han ido esfumando. He tenido que dormir en la calle, trabajé en bares donde los hombres aprovechaban para hacerme tocamientos. Afortunadamente, no pasó a más, pero
LUCAS MENDOZAMe encontraba bastante impactado al ver como las cosas de la pobre chica estaban tiradas en la calle, la habían sacado de su hogar ella tenía razón, debía pagar el arriendo o la sacarían. Ahora verla llorando por el cofre que le regalo su abuela me genera una sensación extraña en el cuerpo, no me esta gustando verla llorar se ve tan indefensa-oye, tranquila. Se solucionará todo. ¿tienes algún lugar donde te puedas quedar? – esta se queda pensando por unos segundos, pero luego niega con la cabeza-no tengo a nadie más que a mí, señor – era triste ver a una chica tan joven en esas condiciones. Me estaba debatiendo por dentro en irme y dejarla o ayudarla, ya que por mi culpa fue que termino perdiendo su casa y ahora esta convaleciente-tengo un apartamento, este se encuentra solo. Te puedes quedar ahí el tiempo que desees para que te recuperes pronto – la chica levanta su mirada incrédula ante lo que le estoy diciendo-no puedo aceptar eso señor Mendoza-dime Lucas – juro
DANIELA MOLINAEl señor Mendoza tiene que estar bromeando. ¿Yo, trabajando en su empresa? Para empezar, ni siquiera sé en qué trabaja, y además, no tengo estudios, solo el bachillerato. No sé cómo le podría ayudar. —Señor Mendoza, no creo ser la persona adecuada para trabajar en su empresa. —¿Por qué no? —Porque no tengo estudios, solo terminé el bachillerato. ¿Cómo podría aportar en su empresa? Además, ni siquiera sé qué hacen allí —le digo, mientras él me dedica una sonrisa. —Es una empresa creadora de tecnologías —son frikis—. Trabajamos con computadoras, sistemas tecnológicos, celulares inteligentes y aplicaciones. Nos enfocamos, sobre todo, en nuevas tecnologías más avanzadas que puedan ser útiles en el futuro. —Bueno, suena interesante, pero no sé nada de eso. —¿Sabes manejar una computadora? - Bueno, no tanto, pero puedo aprender. —Sé lo básico. —Por ahí podemos empezar. ¿Qué te parece si te pongo como asistente de dirección? --¿Ser su asistente? ¿O sea, trabajar dire
LUCAS MENDOZAEstas semanas han sido bastante estresantes para mí. Estoy buscando a la chica que tendrá a mi hijo, pero ninguna mujer me da tranquilidad. Además, Sonia ayuda muy poco ya que a todo le encuentra un "pero". Esto empieza a ser frustrante para mí, y además no deja de preguntarme cuándo pienso echar a Daniela del apartamento, aunque me sorprendió bastante la llamada de ella preguntando cuándo podía comenzar.—Sonia, hoy tenemos la cita con otra chica. —Lucas, hoy tengo campaña. Si quieres, ve tú y me cuentas. —¿Qué? —Se supone que debemos ir los dos, ya lo sabías. —Sí, pero tengo trabajo y no puedo cancelar esto.Tomo todo el aire posible, llenándome de paciencia, ya que ayer le pregunté si podía y me dijo que sí. Además, cancelé las reuniones que tenía en la mañana por ir a esa cita.—¿Sabes qué? Mejor ve a tu campaña, yo me voy a la empresa - Cuando estoy a punto de irme, Sonia me detiene.—¿No te piensas despedir bien?La miro y soy tan débil con ella que es inevitab
—¡Estás loco si piensas que voy a dejar que esa mujer sea la que preste el vientre! —Menos mal que no hay nadie en la empresa, porque los gritos que está dando esta mujer asustan a cualquiera, pero a mí me desespera. —¿Qué tiene? Es joven y está en edad de procrear. Puede traer a nuestro bebé sano. —¡Trabaja para ti! ¿Acaso te gusta? —¿Gustarme? No, o bueno, no lo creo, pero sí es linda. —Cariño, sabes que yo te amo a ti. —Yo no te pregunté si la amabas. —No me gusta, solo la veo como un buen prospecto para ser el vientre subrogado. Igual ella ni siquiera lo sabe, quería esperar para consultarlo contigo y luego hacerle esa propuesta. De igual forma, necesita ese dinero. —¿Tanto sabes de ella? —Mierda. —Dijo cosas cuando pidió el empleo. Cariño... —Me acerco a ella y la rodeo con mis brazos—. Solo piénsalo, ella dará a luz a nuestro hijo y luego de eso la despido y le doy su dinero para que empiece una vida lejos, o donde ella quiera. —¿Me prometes que luego la despedirás? —S