La puerta se abre y corro a abrazar a una de las pocas personas que me acompañan y que considero como una familia. —Dani, ¿qué pasó? ¿Por qué estás así? —Clau… —El llanto no me permite hablar, siento como si tuviera la garganta completamente cerrada. Las manos me tiemblan y el llanto se hace cada vez más fuerte, inconsolable. —Dani, me estás asustando, tienes que calmarte. Niego con la cabeza varias veces y solo me aferro lo más que puedo a Claudia, como si ella fuera mi salvación, mi lugar seguro. —Tranquila, aquí estoy. Soy abrazada por casi una hora. En todo ese rato, Claudia no dijo nada, solo me sostuvo y acarició mi cabello mientras yo lloraba como una niña pequeña. Sentía mis ojos pesados, la nariz tapada y el cansancio me estaba ganando. —¿Quieres dormir un poco? Te veo cansada. Dejo que ella me recueste en el sillón. Me coloca una manta encima y, como me siento tan agotada mentalmente, me quedo dormida. Me despierto al escuchar unos gritos que provienen de la puer
Esto tiene que ser un mal sueño. Gabriel y yo en una estación de policía en ropa interior. Solo espero que esto no se divulgue en los medios. —Señor agente, ¿por lo menos nos pueden proporcionar algo para vestirnos? —pide Gabriel, intentando taparse. —Ahora sí siente pudor. —Nos pasa una sudadera a ambos. —Señor agente, le juro que no sé cómo terminamos allá. Lo último que me acuerdo es que estábamos en mi casa. —¿Consumieron alguna sustancia? —Gabriel, te voy a matar por haberme dado esa marihuana.—Señor, solo tomamos, pero no sabemos en qué momento quedamos afuera. El señor agente parece algo reacio frente a la versión que le estábamos dando Gabriel y yo. —Deben pagar una fianza para salir de aquí. —¡Genial!—Claro, ya mismo pagamos eso. —En ese momento, ambos nos miramos y caemos en cuenta de que no tenemos billetera.— ¡Mierda! No tenemos aquí dinero. —Oh, qué mal. Van a tener que quedarse aquí. —¿Nos podría prestar su teléfono? Tenemos derecho a una llamada. El señor,
DANIELA MOLINAEsto tenía que ser una maldita broma. Peleó conmigo, hirió mis sentimientos y hoy aparece en las noticias con Gabriel en ropa interior, ambos tirados en una calle, aparentemente en estado de embriaguez.—Dani, trata de respirar, primero habla con él antes de estallar.—¡ES UN IRRESPONSABLE! —grito, pasándome la mano por la frente—. Es un maldito empresario, tiene un imperio y su imagen es importante en los negocios. ¿Qué van a pensar las personas con las que negocia?—Amiga, son cosas que pueden pasar.—¿Has quedado tirada de esa forma? —Ella se queda pensativa.—No, pero aún no sabemos qué ocurrió.—¡No importa!—Dani, estás alterada y así no piensas bien. ¿Por qué mejor no vas a la casa y hablas con él?—Está en la maldita comisaría.—Quizás ya salió. Sabes que pueden pagar una fianza y salir.Suelto el aire retenido.—Iré.—¿Quieres que vaya contigo?—Sí, porque soy capaz de matarlo.Nos subimos al auto de Claudia y manejamos hasta la casa. Sin embargo, me llevo la s
DANIELA MOLINA Lucas y yo bajamos la guardia, aunque el escándalo entre él y Gabriel continuó. Ya pasaron dos días y en las noticias aún hablan de ellos. Lo peor es que, a veces, inventan cosas, y la situación se está volviendo insostenible. Los socios llaman, algunos empresarios han terminado contratos y ambos parecen cada día más estresados. —¿Puedo pasar? —le digo entrando con un café para él—. Te traje café, sé que lo necesitas. —Gracias, cariño —toma mi mano y me sienta en sus piernas, mientras acaricia mi vientre como de costumbre—. Va creciendo —comenta con una sonrisa. —Lo sé, mi espalda lo nota todos los días. —¿Te duele la espalda? —pregunta preocupado. —Sí, pero es normal. Cariño, estoy cargando a una bebé, no es tan fácil. —Lo sé. La puerta se abre de golpe y, de inmediato, mi sonrisa se borra al ver a la persona parada frente a nosotros. —Lárgate de aquí —esa señora me tiene cansada. —¡No le hables así! Te prohíbo que trates de esa forma a mi pareja y madre de m
LUCAS MENDOZAAl ver salir a Daniela de la oficina, me acerco a mi madre tomándola con suavidad del brazo. —Vete. —Hijo, reacciona. Esa mujer está haciendo contigo lo que quiere, y tú la dejas. —Ella no ha hecho nada, así que deja de meterla en problemas. —Es una mosca muerta, estoy segura de que ella también quiere estar con Lorenzo. —Ella no quiere nada con él, ella me ama a mí. Así que deja de sembrar la discordia entre nosotros, y más porque vamos a ser padres. —Hijo, pronto me darás la razón de lo que te estoy diciendo, pero por ahora debes solucionar ese problema que se ganaron. —Eso ya es asunto mío, no tuyo. Gabriel y yo vamos a ver cómo solucionamos todo. Esta es mi empresa y yo decido cómo tomar las riendas de esta. —Odio que me veas como un enemigo y no como tu madre —ahora se quiere hacer la víctima. ¿Acaso se le olvidó todo lo que ha hecho? —No te victimices, madre, no es necesario. Tú no eres una santa y sabes que has hecho cosas para dañar a Daniela, pero para
DANIELA MOLINAMe encontraba bastante sola, disimulando por la ciudad. No quería molestar a Claudia con mis cosas, tenía que volver a aprender a valerme por mí misma sin necesidad de tener a nadie a mi lado. —Vamos, Daniela, tú eres fuerte —al sentir una patadita de mi hija, un sentimiento de felicidad invadió mi alma. Al fin mi bebé se estaba haciendo presente—. Hola, querida hija, soy tu mami —coloco mis manos sobre mi vientre—. Siempre te protegeré. Hubiera sido lindo que Lucas presenciara este momento, pero optó por creerle a otras personas sin dejarme explicarle nada. Aunque bueno... yo tampoco debí actuar de esa manera. No debí asistir a ese hospital, jamás pensé que Lorenzo llegaría hasta ese punto. —Vamos a tener que buscar por ahora dónde nos podemos quedar. No vamos a molestar a nadie con nuestras cosas. Por ahora, solo somos tú y yo. —Pensé que también entraba yo. Esa voz... Cuando me giro, es Mariano con su sonrisa macabra. —¡No! —Intento correr, pero soy detenida po
—Es inútil, Lucas. Jamás podremos tener un bebé. —Sonia sale del baño con la prueba de embarazo en la mano. Me la entrega, y veo que solo tiene una raya, lo que indica que no está embarazada.—Cariño, no te desesperes. Pronto tendremos un bebé.—Por Dios, Lucas, ya llevamos un año en este proceso y no logro embarazarme. —Se sienta en la cama y yo me siento a su lado, dándole un abrazo, pero ella me esquiva—. No quiero que me toques.—Sonia, no te desquites conmigo por esta situación. Sabes que el doctor nos dijo que tener un bebé podría ser difícil para ti.—¡Pues ya no lo quiero seguir intentando! —grita ella, lo que activa mis alarmas.—¿Qué quieres decir?—Que vamos a buscar otra manera de tener un bebé porque yo ya no quiero seguir intentando, ya me cansé.—Sonia, se supone que esto debe ser un bebé de los dos, que crezca en tu vientre.—Ahora hay muchas formas de tener un hijo sin necesidad de que yo quede embarazada y destroce mi cuerpo.Lo de su cuerpo siempre fue un problema p
DANIELA MOLINA-Señor Pedro, entiéndame, está muy difícil conseguir un empleo. Le suplico que me dé un tiempo. -Tienes hasta la noche para darme el pago; de lo contrario, te me vas. Definitivamente, mi vida es una mierda. Fui abandonada por mis padres cuando tenía 15 años. Llegué a un orfanato donde me maltrataron hasta casi matarme. Esta tortura duró hasta mis 18 años. Cuando me liberé de ese infierno, conocí a Mariano, un infeliz me maltrató psicológicamente durante casi tres años. Al final, cuando tuve el valor de dejarlo, me di cuenta de que siempre estuve sola y que yo era la única que podría valerme por mí misma. Ahora tengo 23 años y he tratado de mantenerme a flote todo este tiempo, pero parece que tengo una mala suerte que no me ha dejado prosperar en la vida. Tengo muchos sueños e ilusiones, pero poco a poco se han ido esfumando. He tenido que dormir en la calle, trabajé en bares donde los hombres aprovechaban para hacerme tocamientos. Afortunadamente, no pasó a más, pero