DANIELA MOLINAEsto tenía que ser una maldita broma. Peleó conmigo, hirió mis sentimientos y hoy aparece en las noticias con Gabriel en ropa interior, ambos tirados en una calle, aparentemente en estado de embriaguez.—Dani, trata de respirar, primero habla con él antes de estallar.—¡ES UN IRRESPONSABLE! —grito, pasándome la mano por la frente—. Es un maldito empresario, tiene un imperio y su imagen es importante en los negocios. ¿Qué van a pensar las personas con las que negocia?—Amiga, son cosas que pueden pasar.—¿Has quedado tirada de esa forma? —Ella se queda pensativa.—No, pero aún no sabemos qué ocurrió.—¡No importa!—Dani, estás alterada y así no piensas bien. ¿Por qué mejor no vas a la casa y hablas con él?—Está en la maldita comisaría.—Quizás ya salió. Sabes que pueden pagar una fianza y salir.Suelto el aire retenido.—Iré.—¿Quieres que vaya contigo?—Sí, porque soy capaz de matarlo.Nos subimos al auto de Claudia y manejamos hasta la casa. Sin embargo, me llevo la s
DANIELA MOLINA Lucas y yo bajamos la guardia, aunque el escándalo entre él y Gabriel continuó. Ya pasaron dos días y en las noticias aún hablan de ellos. Lo peor es que, a veces, inventan cosas, y la situación se está volviendo insostenible. Los socios llaman, algunos empresarios han terminado contratos y ambos parecen cada día más estresados. —¿Puedo pasar? —le digo entrando con un café para él—. Te traje café, sé que lo necesitas. —Gracias, cariño —toma mi mano y me sienta en sus piernas, mientras acaricia mi vientre como de costumbre—. Va creciendo —comenta con una sonrisa. —Lo sé, mi espalda lo nota todos los días. —¿Te duele la espalda? —pregunta preocupado. —Sí, pero es normal. Cariño, estoy cargando a una bebé, no es tan fácil. —Lo sé. La puerta se abre de golpe y, de inmediato, mi sonrisa se borra al ver a la persona parada frente a nosotros. —Lárgate de aquí —esa señora me tiene cansada. —¡No le hables así! Te prohíbo que trates de esa forma a mi pareja y madre de m
LUCAS MENDOZAAl ver salir a Daniela de la oficina, me acerco a mi madre tomándola con suavidad del brazo. —Vete. —Hijo, reacciona. Esa mujer está haciendo contigo lo que quiere, y tú la dejas. —Ella no ha hecho nada, así que deja de meterla en problemas. —Es una mosca muerta, estoy segura de que ella también quiere estar con Lorenzo. —Ella no quiere nada con él, ella me ama a mí. Así que deja de sembrar la discordia entre nosotros, y más porque vamos a ser padres. —Hijo, pronto me darás la razón de lo que te estoy diciendo, pero por ahora debes solucionar ese problema que se ganaron. —Eso ya es asunto mío, no tuyo. Gabriel y yo vamos a ver cómo solucionamos todo. Esta es mi empresa y yo decido cómo tomar las riendas de esta. —Odio que me veas como un enemigo y no como tu madre —ahora se quiere hacer la víctima. ¿Acaso se le olvidó todo lo que ha hecho? —No te victimices, madre, no es necesario. Tú no eres una santa y sabes que has hecho cosas para dañar a Daniela, pero para
DANIELA MOLINAMe encontraba bastante sola, disimulando por la ciudad. No quería molestar a Claudia con mis cosas, tenía que volver a aprender a valerme por mí misma sin necesidad de tener a nadie a mi lado. —Vamos, Daniela, tú eres fuerte —al sentir una patadita de mi hija, un sentimiento de felicidad invadió mi alma. Al fin mi bebé se estaba haciendo presente—. Hola, querida hija, soy tu mami —coloco mis manos sobre mi vientre—. Siempre te protegeré. Hubiera sido lindo que Lucas presenciara este momento, pero optó por creerle a otras personas sin dejarme explicarle nada. Aunque bueno... yo tampoco debí actuar de esa manera. No debí asistir a ese hospital, jamás pensé que Lorenzo llegaría hasta ese punto. —Vamos a tener que buscar por ahora dónde nos podemos quedar. No vamos a molestar a nadie con nuestras cosas. Por ahora, solo somos tú y yo. —Pensé que también entraba yo. Esa voz... Cuando me giro, es Mariano con su sonrisa macabra. —¡No! —Intento correr, pero soy detenida po
—Es inútil, Lucas. Jamás podremos tener un bebé. —Sonia sale del baño con la prueba de embarazo en la mano. Me la entrega, y veo que solo tiene una raya, lo que indica que no está embarazada.—Cariño, no te desesperes. Pronto tendremos un bebé.—Por Dios, Lucas, ya llevamos un año en este proceso y no logro embarazarme. —Se sienta en la cama y yo me siento a su lado, dándole un abrazo, pero ella me esquiva—. No quiero que me toques.—Sonia, no te desquites conmigo por esta situación. Sabes que el doctor nos dijo que tener un bebé podría ser difícil para ti.—¡Pues ya no lo quiero seguir intentando! —grita ella, lo que activa mis alarmas.—¿Qué quieres decir?—Que vamos a buscar otra manera de tener un bebé porque yo ya no quiero seguir intentando, ya me cansé.—Sonia, se supone que esto debe ser un bebé de los dos, que crezca en tu vientre.—Ahora hay muchas formas de tener un hijo sin necesidad de que yo quede embarazada y destroce mi cuerpo.Lo de su cuerpo siempre fue un problema p
DANIELA MOLINA-Señor Pedro, entiéndame, está muy difícil conseguir un empleo. Le suplico que me dé un tiempo. -Tienes hasta la noche para darme el pago; de lo contrario, te me vas. Definitivamente, mi vida es una mierda. Fui abandonada por mis padres cuando tenía 15 años. Llegué a un orfanato donde me maltrataron hasta casi matarme. Esta tortura duró hasta mis 18 años. Cuando me liberé de ese infierno, conocí a Mariano, un infeliz me maltrató psicológicamente durante casi tres años. Al final, cuando tuve el valor de dejarlo, me di cuenta de que siempre estuve sola y que yo era la única que podría valerme por mí misma. Ahora tengo 23 años y he tratado de mantenerme a flote todo este tiempo, pero parece que tengo una mala suerte que no me ha dejado prosperar en la vida. Tengo muchos sueños e ilusiones, pero poco a poco se han ido esfumando. He tenido que dormir en la calle, trabajé en bares donde los hombres aprovechaban para hacerme tocamientos. Afortunadamente, no pasó a más, pero
LUCAS MENDOZAMe encontraba bastante impactado al ver como las cosas de la pobre chica estaban tiradas en la calle, la habían sacado de su hogar ella tenía razón, debía pagar el arriendo o la sacarían. Ahora verla llorando por el cofre que le regalo su abuela me genera una sensación extraña en el cuerpo, no me esta gustando verla llorar se ve tan indefensa-oye, tranquila. Se solucionará todo. ¿tienes algún lugar donde te puedas quedar? – esta se queda pensando por unos segundos, pero luego niega con la cabeza-no tengo a nadie más que a mí, señor – era triste ver a una chica tan joven en esas condiciones. Me estaba debatiendo por dentro en irme y dejarla o ayudarla, ya que por mi culpa fue que termino perdiendo su casa y ahora esta convaleciente-tengo un apartamento, este se encuentra solo. Te puedes quedar ahí el tiempo que desees para que te recuperes pronto – la chica levanta su mirada incrédula ante lo que le estoy diciendo-no puedo aceptar eso señor Mendoza-dime Lucas – juro
DANIELA MOLINAEl señor Mendoza tiene que estar bromeando. ¿Yo, trabajando en su empresa? Para empezar, ni siquiera sé en qué trabaja, y además, no tengo estudios, solo el bachillerato. No sé cómo le podría ayudar. —Señor Mendoza, no creo ser la persona adecuada para trabajar en su empresa. —¿Por qué no? —Porque no tengo estudios, solo terminé el bachillerato. ¿Cómo podría aportar en su empresa? Además, ni siquiera sé qué hacen allí —le digo, mientras él me dedica una sonrisa. —Es una empresa creadora de tecnologías —son frikis—. Trabajamos con computadoras, sistemas tecnológicos, celulares inteligentes y aplicaciones. Nos enfocamos, sobre todo, en nuevas tecnologías más avanzadas que puedan ser útiles en el futuro. —Bueno, suena interesante, pero no sé nada de eso. —¿Sabes manejar una computadora? - Bueno, no tanto, pero puedo aprender. —Sé lo básico. —Por ahí podemos empezar. ¿Qué te parece si te pongo como asistente de dirección? --¿Ser su asistente? ¿O sea, trabajar dire