Una historia trágica, romántica y apasiónate. La vida de Mía cambia drásticamente después de un fatal accidente, donde no solo pierde a su madre si no también una parte de ella. Nunca podrá ser la misma persona, pero siempre puede ser una mejor. Encontrarse a sí misma será el reto de su vida, encontrar el amor, totalmente descartado, o por lo menos eso pensaba antes de conocer a Joaquín, un hombre enamorado solo de el mismo, incapaz de interesarse por los demás, egoísta, egocéntrico y atascado en un pasado siniestro, Joaquín le mostrara un mundo que nunca pensó posible para ella. ¿Podrán Mía y Joaquín sobrepasar los límites de los prejuicios, la discriminación y sus propias dudas? ¿Esta historia tendrá un final feliz o terminará alguien con el corazón roto?
Leer más♥♥♥Antes de salir a casa de Mía, escucho el timbre de la puerta, esperaba que fuera Lara o cualquier otra persona conocida, menos las que están enfrente de mí. Es como revivir una pesadilla. He soñado con esto durante tres años, el día que tendría que rendir cuentas, y ha llegado.Ya no hay nada que esconder ni que negar; las cartas están sobre la mesa, sin máscaras ni mentiras. Pasan por la puerta como perros por su casa. Los dos van vestidos con trajes negros, impecables y finos. El poder emana de ellos con peligrosidad y la hostilidad se respira en el aire.Pasan directo a la sala. El señor Darío se sienta en el sofá y Jairo se queda de pie a su derecha. Me quedo de pie frente a ellos sin decir una sola palabra; sé la razón por la que están aquí. Lo que desconozco son sus intenciones, pero, obviamente, nada bueno para mí. Frank está en su habitación.El rostro del padre de Darío es inexpresivo mientras me mira, directo a los ojos, con pleno conocimiento de tener la sartén por el m
«Quien no perdona, destruye su propio camino.»JOAQUÍNEl viaje era una vil mentira. Por supuesto, he pasado la semana en casa de mis padres, encerrado como una cucaracha en mi cuarto, ahogándome en mi propia culpa. No he comido ni he dormido y a duras penas he podido tomar agua. He perdido cuatro kilos y no sé cómo salir de este hoyo.Le he prometido que todo está bien entre nosotros y que la veré mañana mismo. No sé cómo podré verla a la cara sin que se me note el calvario que estoy viviendo en estos momentos. Esta semana me ha servido para pensar mucho en la forma correcta de contarle todo. La perderé, pero al menos seré sincero con ella. No dejaré que siga viviendo en una mentira toda nuestra vida.Estaré a su merced. Al filo de su misericordia y de su amor por mí. Albergo la esperanza de que con el tiempo me perdone, por ese gran amor que nos tenemos. Pero, ¿cómo? ¿Podría alguien perdonar algo como esto? La añoro más que a nada en este mundo. Su presencia, su olor, su risa, su cu
«El presente es breve, el futuro incierto y el pasado algo seguro.»MÍAHace cinco días que no veo a Joaquín, tampoco ha respondido mis llamadas, solo hablamos por WhatsApp. Se fue a un viaje de trabajo que, según él, no tenía previsto. Aunque no tengo por qué dudar de su palabra, algo en mi interior me hace dudar. Sé que algo me oculta. Ahora me encuentro con Lara y la abuela de compras.—Extraño mucho a Joa, ya tengo casi una semana que no lo veo. Ni siquiera me ha dicho cuando regresa —les dije.—Así es el trabajo, hija. Más cuando eres el jefe. No tienes horarios fijos, trabajas más que ninguna otra persona. Joa es un muchacho muy dedicado.Eso no quita el hecho de que lo extraño como una loca. Lara está callada, más de lo normal, sumida en sus propios pensamientos.—Tierra llamando a Lara —no me escucha—. ¡Tierra llamando a Lara! —levanto la voz y le paso la mano por la cara para despistarla.—Ya te escuché, qué pesadita eres.Nos reímos todas al mismo tiempo.—Mentirosa. ¿De qué
MíaEspero que no sea nada grave. Estaba preocupada con tu retraso. Apenas puedas, llámame o ven a casa. Te extraño mucho. Ven preparado para quedarte. Te amo.Cuando entro en la casa, están todos reunidos en la sala: mis hermanas, mis padres, Frank y Lara. Se me había olvidado por completo.—Hola —saludo sin más.Mi madre es la primera en levantarse. Se ve cada día mejor y ha ganado algo de peso. La abrazo más tiempo de lo acostumbrado; necesito ese abrazo más que nunca. Ella se separa de mí y me mira con preocupación. Todos en la mesa se dan cuenta. Todos. No quiero arruinar la velada y tampoco tengo ganas de comer. Lo único que quiero es morirme.—Hijo, ¿te encuentras bien?—No, mamá. No quiero dañar la cena, pero…—¿Qué pasa? —pregunta mi padre, a punto de tener una crisis de nervios.—Tenemos que hablar en privado. Ya mismo. Es urgente.El primero en levantarse es Frank. Agarra a Lara de la mano y se despide de todos.—No te vayas, Frank. Contigo también tengo que hablar —digo mi
«Si bien el destino baraja las cartas, somos nosotros quienes jugamos la partida.»JOAQUÍNHay cada vez más trabajo en la cosmética. Los pedidos son cada vez más grandes y nuevos clientes se suman. La nueva imagen y los productos nuevos han sobrepasado nuestras expectativas. Todos en la empresa están felices con sus bonificaciones y mis padres solo tienen palabras de elogios para nosotros.Lo de la jubilación me pareció broma al principio, pero después en casa nos dijeron que iban a retirarse. Mamá está agotada por sus tratamientos y dice que ya le ha dado todo lo que ha podido a la empresa y que es hora de descansar y darle paso a la gente joven.Papá dijo lo mismo, y que iría delegando en mí más responsabilidad cada día hasta que pudiera asumir la dirección de la empresa. La graduación está a solo dos semanas. Estoy ansioso por desligarme de la universidad de una vez por todas y seguir avanzando en mi carrera profesional. Me dispongo a salir de mi oficina y alguien toca mi puerta.—
«Convierte en realidad lo que deseas.» MÍAHa pasado una semana desde el desfile, y esta ha sido fuera de lo común. El semestre ha terminado y estoy de vacaciones, libre de responsabilidades por un mes y medio. Quiero disfrutarlas con mi amado novio, o por lo menos el tiempo que tenga libre después del trabajo en la cosmética.Durante la semana la feria ha sido noticia en las secciones de farándula, noticieros y magazines nacionales. En todas hemos aparecido Lara y yo. A ella le han atribuido el apodo de Pocahontas, debido a una entrevista que le hicieron donde casualmente se encontraba Frank y se le escapó por descuido el mote.También he estado recibiendo llamadas para entrevistas, pero me he negado. Joa me ha estado persuadiendo diciendo que es una gran oportunidad para futuros proyectos y para darme a conocer. La verdad es que me aterra, no quiero que todo el mundo me conozca. Sé que van a comenzar a hacer preguntas sobre cómo he perdido mi pierna y sobre mi relación con Joaquín.
«Cuando abandonas tus sueños, limitas tu capacidad de vivir plenamente.»MÍAHa salido la penúltima modelo y Lara está alineada detrás de la pasarela para salir. Cuando me sitúo detrás de ella, unas manos cálidas me rodean la cintura. Percibo ese olor que tanto me gusta y unos labios suaves me besan mi cuello.—Estás hermosa, mi amor.—Viniste.Cuando giro en sus brazos, veo su sonrisa ladeada que me mata.—Por supuesto. Lo harás estupendo. Estaré viendo afuera en primera fila.—¡Dios, Joa! ¡Estoy muy nerviosa!Niega con la cabeza. Acuña mi rostro con las manos, me roza los labios y me besa con dulzura.—Nada de eso. Saldrás a la pasarela y vas a modelar como toda una profesional. Lo harás estupendo. Voy a estar abajo esperándote para presumirte.Mis labios se curvan en una sonrisa apenada.—Te necesitaba aquí conmigo. Gracias por venir.—Te amo, Mía. Lo sabes. Te amo más que nada. —Me besa la mejilla.—Y yo a ti.Cuando me doy la vuelta, Lara acaba de salir a la pasarela. Una maquill
«El placer y la acción hacen que el tiempo vuele.»JOAQUÍNDejé a Mía en los vestuarios y nos despedimos con un beso casto y largo. Tenía el presentimiento de que me quedaban pocos besos con mi novia y debía aprovecharlos. Me estaba matando la incertidumbre. La organización de la fiesta me ha mantenido ocupado el resto de la tarde; lo cual he agradecido, porque evitar a Mía habría sido mucho más difícil. Sus mensajes de texto han sido insistentes, pero no soy precisamente la mejor compañía en estos momentos. Le daré ánimos y la felicitaré por su extraordinario desempeño, sin embargo, ahora soy yo quien necesita esa ayuda.El dolor de cabeza es desesperante. La preocupación me está matando y ese maldito hueco en el pecho no se va. Hace pocas horas era el hombre más feliz en la faz de la Tierra, por fin estaba en el mejor momento de mi vida, con la mujer que nunca pensé que llegaría, aunque la felicidad y el amor de Mía se me están escurriendo de las manos, lo siento. ¿Qué voy a hacer?
«Amar no es ocupar un lugar en nadie, sino crear un lugar que nadie más que tú puedas ocupar.»MÍAEstaba muerta de susto. Me sudaban las manos y juraba que me desmayaría en cualquier momento. El desfile era muy diferente a una sesión de fotos: era en vivo. Si me caía, nadie diría «¡corte!», y empezaría de nuevo. ¡Cielos! ¿En qué me había metido? No puedo con esto, mis nervios están a flor de piel.Todo está preparado para el desfile y no me siento lista. Desde que llegamos, Joa ha estado extraño; parece que me evita. No ha aparecido por los vestuarios en todo el día y no contesta mis mensajes. Tal vez está muy ocupado con los preparativos de la fiesta.—Te ves un poco tensa —escucho a Lara detrás de mí.Se ve preciosa. Tiene puesto un vestido largo color piel escotado en la espalda y el pecho. Su pelo largo suelto a cada lado de su rostro.—Estás espectacular, Lara.—Tienes una cara de susto que te cagas. —Reímos.—Dios, sí. Estoy muerta del miedo, Lara. No sé si podré con esto sin c