27. Anhelo de probarlos

La sentencia que han oído ambos hombre los hace tragar saliva y de una vez se apresuran en alejarse de la muchacha que tenían entre sus manos, y entre disculpas hacia su jefe superior, se alejan de aquel lugar, volviendo al edificio.

Juan Miguel se apresura hacia María Teresa para preguntar si está bien. A más de estar enojada por este tipo de trato en la soñadora ciudad, simplemente da una sonrisa para reconfortar a Juan Miguel

—Lo estoy, gracias —responde con seguridad—. No me acostumbro a que exista gente con esta clase de pensamiento.

—No sabrás la tanta cantidad de gente que todavía piensa de esa manera, pero cualquier que lo haga debe ser enjuiciado por su conducta. Pero, ¿Qué haces aquí, María Teresa?

Mientras trata de saber que es lo que dirá, sus ojos se vuelven a encontrar con los de Luis Ángel.

—Necesito hablar con usted, señor.

Luis Angel se la queda viendo con interés. Pero como están en medio de todo el mundo, quienes se habían detenido para observar la escena del mi
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP