¿Qué pasaría si todo tu perfecto mundo colapsa en un minuto? Danna Ferrer vivió sus años de matrimonio pensando que así era su vida, perfecta. Pero todo eso cambia cuando en su cumpleaños número treinta y dos descubre que su marido le es infiel, nada más ni nada menos que con su propia hermana, quien además está embarazada. A partir de ese día, Danna comienza a liberarse de lo que creyó era un amor fuerte, dándose cuenta de todo lo que había perdido por entregarse en cuerpo y alma a un hombre que no la valoró. En el proceso su mejor amigo, Juan Santorini, la ayuda a reconstruirse, sin darse cuenta de que ciertos sentimientos que permanecieron escondidos en el pasado ahora se vuelven mucho más intensos. ¿Se quedará sola Danna o elegirá darse una nueva oportunidad en el amor?
Leer másAgradezco a Dios por el talento de escribir.A mi esposo por apoyarme y emocionarse conmigo cuando le hablo de un nuevo “me gusta”, aunque no lo ha leído porque cree que es igual al libro de Marge Simpson. Aun así, cuando lo haga, sabrá que tiene una parte en esta novela.A Vanessa, que no dejas de leer.A Faby, has sido la lectora que me ha motivado a seguir.Agradezco a cada uno de ustedes, que llegaron a esta parte del libro, que se dieron el trabajo de leerlo, entenderlo y apoyar a que siga avanzando.Amo escribir, pero tener quien lea lo que escribo es aún mejor.Gracias a todos.Sofía de Orellana
Al ir escribiendo esta novela, fui observando a la gente a mi alrededor y recordando a aquellos que ya han pasado por mi vida. Las decisiones e inseguridades de Danna fueron el resultado de hombres y, sobre todo, mujeres que han pasado o están pasando por situaciones similares.Hoy en día se ha vuelto común que las personas se quejen de sus relaciones poco sanas, llamadas “relaciones tóxicas”, que se burlen y hagan escarnio público de las parejas que han tenido que soportar bajo esas características. Pero, la verdad, es que cada quién tiene lo que quiere, no lo que merece.Si estuviste o estás con alguien tóxico, es por tu propia voluntad, no creo que alguien te esté obligando. Ni siquiera los hijos pueden ser excusa de estar con alguien así.En mi observación, la mayoría de estas personas seguían con ese tipo de relación por costumbre, pero, mayo
Se me viene a la mente algunos sueños que tuve cuando me quedé con él durante su duelo por la muerte de sus padres, en realidad eran recuerdos. Los que hace poco volvieron nuevamente al estar tan cerca de él. Son vagos, difuminados, pero todos son iguales, yo soy quien le ruega que se quede conmigo, porque lo amo. No necesita decirme nada más, porque lo que para mí ahora era un sueño, alguna vez fue realidad.No sé si llorar, matarlo, odiarlo o lanzarme a él. Estoy nuevamente en medio de una tormenta que me lleva a cualquier lugar.- ¿Tuvimos sexo esa noche entonces? – pregunto al fin, con miedo de la respuesta -.-No, al menos para mí fue hacer el amor. Es por eso que nunca más volví a hacerlo con nadie que no fueras tú.-Y qué enorme diferencia, ¿verdad? – me pongo de pie u salgo al balcón. Hace frío y está osc
JuanHace 14 años…Hoy estamos todos contentos, por fin hemos terminado el colegio y la vida nos depara la universidad, trabajo o viajes. Estamos festejando en el restaurante de un hotel, donde nos han preparado una cena y una fiesta. Pero como aquí no podremos beber, los he invitado a mi casa, aprovechando que mis padres me la han dejado por la ocasión.Ellos están más contentos que yo, porque el cambio de colegio me hizo bien. Pero la verdad es que fue conocer a Danna lo que me ayudó.Se ha transformado en una parte importante de mi vida y, ya que ella irá a una universidad privada a estudiar diseño, haré lo mismo para que no se vaya de mi ladoEstá hermosa, luce un vestido negro, que le deja descubiertos los hombros y se ha recogido el cabello en un moño que deja a la vista du cuello. Está tan
Voy caminando a la oficina, he cambiado mi cartera por una mochila. Estoy algo nerviosa, porque sé que tengo que hablar con Juan. Al llegar al edificio donde está nuestra oficina, el conserje me saluda muy cordialmente, él es una sonrisa cada día, aunque esté lloviendo.Llamo el ascensor, al abrirse las puertas, Juan está en él.-Hola, Danna.-Hola… ¿ya no soy Pequeña? - evito mirarle directo a los ojos, los ascensores son peligrosos -.-Por supuesto, pero no sé de qué ánimo estás.-Estoy bien, este fin de semana sola me ayudó bastante, pero mi madre hizo el resto.- ¿Hablaste con ella? – está un poco nervioso -.-Sí, me dijo lo del anillo – me giro y lo veo a la cara, necesito que sepa que lo que le diré es verdad -. Lo siento tanto, no puedo creer que nos hiciera esto. Pero estaba asustada,
He tenido, por primera vez en muchos años, un sábado flojo. Me quedé en la cama todo el día y me dediqué a leer, escuchar música, ordenar mis cosas y dormir. Hoy que ya es domingo, me he dado una ducha y voy camino a casa de mi madre.Cuando entro a su casa, lo primero que hace luego de un abrazo es mirarme extraño:
Despierto cansada, me levanto de todas formas porque tengo que empacar mi maleta. Afortunadamente había comprado una maleta tamaño familiar. Hoy planeo no ir a la oficina, al menos no en la mañana. Estoy encerrada, para poder concentrarme sólo en esto.Quiero terminar pronto, pero debo asegurarme que no se me quede nada. Voy al baño y guardo todo lo que tengo allí. Las compras del otro día están en la misma bolsa y en un bolso de deportes he
Por fin tenemos la bendita presentación con los Martin. Necesito salir de esto lo antes posible, creo que pediré mis vacaciones, es urgente. Tengo que apartarme de aquí antes que cometa un error terrible.En retrospectiva, las últimas tres semanas han sido más intensas que los últimos tres años. Luego del beso con Óscar, no he podido responder sus llamadas ni sus mensajes. Tengo miedo.
Luego de una cordial seudo despedida, anoche pude dormir bien. Hoy me he despertado descansada y con ganas de comerme al mundo. Tengo muchas cosas que hacer, pero voy con tiempo. Juan me pidió anoche si podía llevarlo hoy al trabajo, lo que me parece perfecto luego de ver su semblante.Se ve agotado, todo lo que le pasó ayer debe tenerlo mal. Pero sé que, al salir de su casa, Rebeca dejará de atormentarlo con sus celos tontos.