Eleanor sólo tiene dieciocho años y es una mujer de carácter férreo y decidido, no cree en el amor romántico; nació dentro de una familia millonaria, criada para dirigir empresas navieras, su padre Alfred Hawkins, estricto y decidido, pero con un amor inmenso por su única hija. Ha sido constructor de barcos por generaciones, tiene cuarenta y tres años y desea asociarse en negocios con Merritt Downey, hombre de cuarenta años, viudo desde hace diez años, escurridizo de las cazafortunas, astuto y muy inteligente, cuando conoce a Eleanor, hija de su futuro socio, se enamora de ella profundamente. Merritt, le pide al padre de la chica, una condición para tener una sociedad entre ellos; y es que ella sea su esposa, Alfred no está de acuerdo con tan absurda condición, pero la muchacha tiene otros planes y pide a su padre que acepte la condición, pues ella tiene su as bajo la manga para aceptar ser la esposa del archi millonario. Veinte años después de estar casada con Merritt Downey solo por poder y dinero, en un evento social, pasada de copas se enreda sexualmente con Calvin Foster, un joven socio del consorcio Downey éste hombre es extremadamente guapo, doce años menor que ella. El joven millonario se enamora perdidamente de Eleanor, pero ella lo detesta, en especial porque le hace tener sentimientos románticos, algo que siempre le ha parecido una cursilería, el que este chico le haga sentir vulnerable, no le gusta para nada, por eso lo evita a toda costa y huye de él como si Calvin fuera una plaga. Habrá lucha de poder, intrigas, pasión y celos, pero finalmente triunfará el amor, que a pesar de la diferencia de edad, dejan atrás lo prohibido, los tabúes y la presión social, para vivir su historia de amor.
Leer másLa fiesta fue espléndida, Charlie y Charlize quedaron agotados de pura felicidad, cuando despidieron al último amiguito, se sentían satisfechos.— ¡Gracias mamá y papá por éste día tan lindo!— dijo la niña.— ¡Si mamita, estuvo todo muy lindo!— dijo Charlie ahora— ¡Ya quiero volver a cumplir años!— ¡Bueno debemos esperar hermano!— dijo la niña— porque va a tardar.— ¡Si, lo sé!— dijo el niño— pero quiero muchas fiestas de cumpleaños.Todos rieron ante la conversación de los niños, si, había sido maravilloso poder disfrutar en familia, compartir con los amigos y vivir los momentos felices.Sabía que sus hijos tendrían una vida muy diferente, con muchos desafíos, pero serían seres humanos, con sensibilidad suficiente para comprender y saber cómo ayudar en un momento de adversidad.Todos se fueron a dormir, después de tomar un buen baño, ya Eleanor estaba súper cansada, quería meterse en su cama y disfrutar de los abrazos y caricias de su marido. Subieron después de acomodar a los niños
— Gracias abuelo, eres tan gentil por esas bellas palabras acerca de mí— dijo ella — solo me hace esforzarme más, por tu confianza en mí. — ¡Tú siempre has calzado los puntos mi bella mujer!— elogió Connor Foster — estoy orgulloso de ser tu abuelo; quisiera decirles tantas cosas, pero se que las irán descubriendo a medida que se fortalezca su relación a través del amor y de la convivencia.— Tu eres un hombre muy sabio, abuelo— dijo Calvin con emoción— el mejor hombre que me tocó.— ¡Gracias mi muchacho!— dijo el anciano— creo que mejor llaman a la enfermera, o al doctor, creo me toca una medicina.— Está bien abuelo— dijo Calvin — ya los busco.Momentos después subió el doctor y la enfermera, Connor Foster, no había querido hospitalizarse, prefería ser atendido en casa. El médico lo revisó y la enfermera se acercó con la medicina correspondiente.— Venga abuelo, ya estaba lista para subir, cuando me llamó— dijo la enfermera cariñosa.— ¡Si, lo sé, gracias!— dijo el anciano.Calvin
Las vacaciones fueron fabulosas, disfrutaron de las mejores dos semanas que habían vivido. Llegó el momento de volver a casa, volver a la rutina diaria de sus trabajos. Eleanor, estaba nuevamente ocupando su oficina en el consorcio, necesitaba ocupar su mente en el trabajo y también con su familia. Había quedado en que ocuparía medio tiempo de su trabajo y después con sus hijos, en las tardes se dedicaba a ser madre, esposa y un poquito de ama de casa. Revisaba su jardín, disfrutaba el estar en casa, de comidas familiares, ella había dado a su vida un giro total, había progresado como persona. Ya no era el ego de mujer de negocios que cultivaba, ahora era una mujer glamorosa, pero con el toque mágico del amor de una familia en su vida cotidiana. Calvin y ella se sentaban siempre el uno al frente del otro para hacer remembranza de los acontecimientos vividos, era una delicia para ellos estos momentos únicos.La relación entre ellos era hermosa, él la idolatraba, se sentía transportad
Eleanor, llegó a la clínica donde estaban su niña y su esposo, ya él había recuperado su conciencia. Estaba esperando a que terminara la revisión de Charlize que tenía un poco de deshidratación, pero ya estaba más calmada en los brazos de su padre.— ¡Hola mi niña!— dijo Eleanor llorando de emoción al ver a su hija, sana y salva.— ¡Hola mami!— dijo la niña— ¡Tenía miedo!— ¡Lo sé mi amor, pero mamá y papá están acá— dijo ella. La niña tenía un lenguaje que se entendía, a pesar de la corta edad que tenía. La abrazó y la llenó de besos por doquier, la niña le echó los brazos abrazándola con amor. —¡Te amo mi niña hermosa!— le apretó en un abrazo cariñoso y Charlize sonreía complacida. —¡Te amo mami!— dijo la niña— la mujer mala se cayó y estaba llorando.— Si mi amor— dijo Eleanor con ternura— pero ya no vendrá; ¿Y tú mi amor, cómo estás?— preguntó a Calvin dándole un beso en los labios.— Ya estoy mejor, ese tipo me hizo tremendo chichón en mi cabeza— le explicó Calvin — además
«Todo había empezado una tarde cuando ingresaron a una chica que se veía en el limbo, de inmediato se dió cuenta que era una chica de dinero, muy bella, pero ida del mundo que la rodeaba. Le interesó la chica por dos razones; la primera quería saber porque llegó a ese estado y el segundo, le interesaba el dinero a montones, y ella parecía tenerlo.»«Ideó su estrategia muy bien desde ese día, no era su paciente, pero estaba siempre muy cerca de ella, y generalmente les permiten hablar con las internas. Más, cuando entran en crisis y no están los médicos o terapeutas tratantes», «poco a poco se fue acercando, una conversación por acá, un poco por allá. Se ganó la confianza de la chica y de las enfermeras y así empezó a lograr sus objetivos», tuvo mucha paciencia con ella, la vió avanzar con las terapias. Empezó a conversar y como él, más que un terapeuta, era su amigo, ella le fue confiando su vida personal, quería mejorar, pero él se dió cuenta que la chica era fácil de manipular
La policía empezó a interrogar a los presentes, la chica había dicho que todo fue tan rápido que ni siquiera pudo ver al hombre, alto, blanco de complexión fuerte, pero ésto no ayudaba mucho a las autoridades. Sonó el celular de Calvin y éste contestó inmediatamente.— ¡Hola cariño— saludó la voz.— ¡Mila!— dijo él— por favor devuélveme a mi hija, ¿Qué quieres de mí? ¡Lo que pidas te lo doy!— ¡Jajaja jajaja jajaja!— solo escuchó una risa— ¿Estás asustado?— ¿Qué quieres?— preguntó él— devuelve a mi hija, es solo eso, una niña pequeña y debe estar asustada.— ¡Ven conmigo y tu hija se irá con la vieja por la que me dejaste!— dijo Mila ofensiva. — ¡Mila, por favor!— exclamó Calvin— ¿Qué es lo que quieres de mí?—¡ A ti!— gritó ella y colgóCalvin, se sentó derrumbado, no podía creer que estuviera viviendo este infierno por culpa de una loca peligrosa. Las autoridades se acercaron y le pidieron revisar la llamada, iban analizar y así poder ubicar el sitio de la llamada y así dar con
Calvin sintió un golpe en su pecho y cayó hacia atrás, Mila quedó petrificada al verlo caer al suelo, allí estaban las autoridades y aprovecharon la confusión de la mujer para quitarle el arma y controlar la situación. Eleanor lanzó un grito de angustia al ver herido a su esposo y con los dos niños no sabía que hacer, la chica que la ayudaba con uno de los niños, se hizo cargo.Mientras, vino una ambulancia y trasladó a Calvin hasta una clínica cercana para ser atendido con urgencia, Eleanor llamó a su madre para que viniera por los niños y la chica y así ella se quedaba a esperar noticias sobre el estado de salud de su esposo herido. También llamó a Connor Foster para informarle lo sucedido, su cabeza, a pesar del caos que estaba viviendo se mantuvo activa y organizada.Alexia, una vez dejó a los bebés bien seguros en casa con la niñera, acompañó a su hija en la espera, mientras Eleanor, les iba contando todo lo sucedido. Ya estaba harta de ésta mujer, se iba a encargar de que la e
Ese día sería el gran acontecimiento de la boda de Calvin y Eleanor, todo estaba ya listo. Ella estaba nerviosa, ya estaba en los seis meses de embarazo y su barriga era bastante voluminosa, pero se veía hermosa, embarazada de sus bebés.El vestido era realizado en organza, chifón y torchón; la falda de vuelos semejaba una cascada de telas, salpicadas en Swarovski. Con una abertura disimulada en la amplia falda que le llegaba a la mitad de uno de sus hermosos muslos. El corpiño realizado en torchón bordado en fina pedrería, sin mangas, realzaba la belleza de sus bien torneados brazos y hombros.Ella se sentía maravillosa, a pesar de su figura de embarazo, se veía como una ninfa de los bosques, etérea y sublime.Calvin, al verla caminar hacia él, con ese ritmo característico de ella, cadencioso y elegante, se llenó de ternura, esa chica era su mujer, la madre de sus hijos, una mujer como ninguna, totalmente sexy y muy dama. Se sentía feliz de la elección de su corazón, siempre había ten
Eleanor,se dedicó a cuidar su embarazo permaneciendo en casa, sin una rutina de esfuerzo en su trabajo. Si tenía que ocuparse de las cosas del consorcio, lo hacía desde casa sin andar con estrés, todo bien controlado y vigilado por el médico. El anciano Connor Foster, llegó un día a casa a visitarla, al verlo, ella se sintió tan emocionada, amaba a éste hombre tan sabio e importante en su vida.— Hola, ¿Cómo está ésta mujer hermosamente embarazada?— preguntó el anciano Foster. — ¡Feliz de verte mi querido abuelo!— saludó ella con un tierno beso en la mejilla del anciano.— Yo también estoy feliz de verte— dijo el anciano— que puedas darme un biznieto es la mejor noticia que pudo darme mi nieto. — Si, él está súper emocionado con la venida de su hijo o hija— dijo ella con el rostro también lleno de emoción.—¿Y cuando se hará público esa relación entre ustedes?— preguntó Connor Foster — ¿A qué le temes?— ¡No es temor abuelo!— dijo ella incómoda— es prudencia.— ¿Y cuando amar es pru