Estuvieron algunos minutos besándose y después ella se acurrucó en su pecho, él acarició sus cabellos con ternura y dijo: — Ésta sorpresa de venir hasta mi ha sido maravilloso amor. — ¿Te gusta?— preguntó ella con voz melosa. — Estoy a tus pies mi amor, me tienes fascinado— la voz de Merritt era apasionada— eres tan dulce y a la vez tan llena de fuego. — Merritt eres mi prometido y se que tienes muchos años más que yo— dijo Eleanor— y mis padres no pueden enterarse de ésto, pero deseo que me inicies en el sexo. Éste abrió sus ojos y su boca por la sorpresa, pero se repuso rápidamente y dijo: — Estás segura de lo que estás pidiendo mi amor, yo estaré encantado de ser tu primer y único hombre, pero hay riesgos mi pequeña, por ejemplo un embarazo. — Para eso hay métodos para cuidarse de cualquier accidente, además tú no tuviste hijos de tu primer matrimonio— razonó ella. ¿Cuánto tiempo estuviste casado?— preguntó ella. — Eres muy perspicaz mi reina y si tienes razón estuve cinco años cas
Alfred y Alexia se miraron y después su padre preguntó— ¿En serio, estás segura de que tus estrategias darán resultados? ¡Eres osada hija!— dijo Alfred.— Sí, estoy muy segura papá—explicó ella— necesito cuidar mi inversión y debo cuidar, cada paso que doy con Merritt, interesarme en él y sus negocios, creer que deseo aprender de él cómo hacer negocios, lo hizo sentirse muy importante.— Tienes razón hija— manifestó Alexia coincidiendo con Eleanor— todo lo que sea necesario para mantener a Merritt contento, debes hacerlo.— Si madre, debo ser cuidadosa y comportarme como una mujercita enamorada— convino con sus padres.Todos quedaron contentos con el proceder de Eleanor, todos se dedicaron a atender sus obligaciones, una con damas de sociedad y asociaciones benéficas y la otra a revisar los estados de la bolsa de valores para incrementar sus inversiones.Así transcurrían los días de la familia Hawkins, entre finanzas, negocios y aparentemente la vida para una chica de dieciséis añ
Ya en la tarde Merritt más desocupado revisó su celular y allí estaba un mensaje de ella, recordando que quería verlo y si podían salir, él sonrió, como era posible que una chica como Eleanor, joven e inexperta lo estaba enamorando de esa forma.Le respondió y aviso a Alfred que iría a buscar a su prometida para una salida como enamorados, éste le respondió que no había problemas, él no estaba en casa, pero con confianza podía ir por ella hasta la casa.Merritt se sintió satisfecho ante la confianza que su futuro suegro y socio tenía en él al dejar que su hija estuviera a solas en una cita de enamorados. Al llegar, ya Eleanor estaba esperando, se veía bellísima con un vestido amarillo estampado y fresco, realzando las curvas de su cuerpo sensualmente delineado, él sintió como la temperatura de su cuerpo subió y su pulso se aceleró, necesitaba controlarse porque sino rodaría cuesta abajo con esta joven que lo traía loco.Descendió del auto para darle paso a ella abriéndole la portezue
— Se que serás un excelente maestro en el arte del amor, los negocios y las finanzas, mi querido novio— expresó Eleanor— me comportare como una muy buena alumna.— Eso es lo que me encanta de tí, mi amor— dijo Merritt— te prometo que aprenderás muy pronto todo lo que se requiere, para que llegues a ser la mujer más exitosa a nivel general — prometió él.— Estaré esperando con ansias cada lección— dijo ella emocionada— no veo el momento de ser tu mujer y ser una empresaria, de la mano del mejor; tú Merrit Downey.— Así será mi pequeña reina — dijo Merritt dando un suave beso en los labios de ella con suavidad.Ya habían llegado a casa, él descendió y le abrió la portezuela del auto, como el buen caballero que era, la condujo hasta el interior de la casa, aún sus padres no estaban y él agradeció ésta circunstancia, se despidió y quedaron en comunicarse a través del teléfono.Ella subió a su habitación sin hablar con nadie y satisfecha de la actuación de ese día, sonrió y su rostro era c
Merritt se quedó meditando un poco sobre la chica que había escogido por esposa, definitivamente ella era una mujer en toda la extensión de la palabra, tomaba decisiones, exigía y a la vez lo enamoraba con su personalidad envolvente y dulce.Estaba seguro que su vida con ella no sería para nada aburrida, siempre se las estaba ingeniando para mantener el interés de él en ella y lo increíble era que lo lograba, Eleanor era una joven de armas tomar y él estaba complacido por la elección que había hecho.Se recostó en su sillón muy satisfecho por la mujer que lo acompañaría por lo que le quedaba de vida, estaba dispuesto a complacerla en todo lo que ella exigiera, cada día le gustaba más y con cada lección que tuvieran sobre sexo y negocios, ella se le estaba metiendo en la sangre, en la piel, en toda su existencia.Una llamada lo sacó de sus pensamientos y se dedicó a culminar con las ocupaciones que tenía pendiente. Pasó toda la tarde resolviendo o atendiendo asuntos con sus negocios, p
A las dos y media los dos estaban frente a un grupo de chalets alejados de la ciudad, un lugar muy estratégico y mágico, eran hermosas edificaciones invitando a la discreción y al alejamiento. Apenas bajaron del auto, ella sintió una extraña emoción, Merritt fué el primero en descender e ir al encuentro de ella, abrió La Portezuelo de su coche y la tomó de la mano sin palabras y se dirigieron al interior del recinto, una vez dentro él preguntó: — ¿Qué te parece mi pequeña?— le preguntó solícito Merritt. — Me encanta, es hermoso y también muy discreto— dijo ella con emoción. — Ten las llaves— dijo él— yo también conservaré un juego de llaves, así cuando queramos encontrarnos llegas acá y estarás dentro esperando o viceversa. Ella sonrió y él la llevó a conocer cada rincón, poseía una sola habitación, con una cama amplia y cómoda, muebles de estilo moderno y exquisito decorado, todo digno de reyes. Ella se colocó en un sofá y lo invitó a él a sentarse a su lado. Él obediente se acercó y
Ella lo miró con los ojos aún mojados y llenos de ternura y le dijo:— ¡Perdóname a mí, por favor!— No tengo nada que perdonar amor mío— dijo él cariñoso.Ella le ofreció nuevamente sus labios y él le dio un besó tierno y suave, luego Merritt pidió un taxi y ella salió discretamente sin que él saliera. Unos minutos después estaba conduciendo hasta su oficina con el ceño fruncido, lo que le había pasado ese día con Eleanor no volvería a pasar.Necesitaba buscar la manera de desahogar su cuerpo sin lastimar a su joven prometida, era fogosa la chica, pero era natural su temor ante su primera experiencia, él quería que fuese inolvidable y maravilloso para ella ese momento, pero Eleanor debía estar dispuesta y por ahora era mejor no presionar. Eleanor, también tenía el ceño fruncido, por razones diferentes a las de Merritt, se sentía enojada por haber manejado tan pésimamente el momentos de su lección de sexo, menos mal que recurrir a las lágrimas, al final le había salido bien; ya pensa
Así que ya estaba decidido, ese viernes le propondría a Eleanor que trabajara con él sería su mujer de confianza, trabajando como su asistente, así se iría fogueando y cuando fuera su esposa estaría más que experimentada y él estaría sin ningún temor. Era increíble ésta chica, todo lo hacía con propiedad y seguridad, ésto le encantaba de ella; sus negocios estarían seguros en las manos de ella.Eleanor no daba un paso sin antes medir, sopesar y asegurarse que ella era la que tenía el control. Ya ese viernes se había preparado para acaparar a Merritt para ella y estaba decidida a no retroceder por nada ni por nadie.Sus padres pocas veces le pedían explicaciones de dónde o con quién se relacionaba, ella siempre había sido sensata y ellos confiaban plenamente en su única hija; así que ella se valdría de esa confianza y más que todo de que ella estaba acostumbrada a hacer su voluntad. Esa noche se durmió tarde, conversando con Merritt a través de masajes, ella quería asegurarse de que