37 Mark Hawks se fue poco después de eso y Maximiliano fiel a su palabra se encargó de la junta de accionistas y de manejar el incendio que él mismo causó. Luego de tres horas de junta sale para ver a Isabel en el puesto de Julieta y su humor simplemente se ennegrece cada vez más. Isabel estaba bastante atareada con el trabajo, eran demasiadas cosas para manejar puesto que no era solo la agenda de trabajo. Sino también la personal y otras cosas que ella no debería manejar. ¿Comprar comida para Zeus? ¿Quién carajos era Zeus? Para empezar. ¿Buscar trajes en la tintorería? ¿Regalos de cumpleaños? ¿Regalos de aniversario de los padres? ¿Las compras del hogar? Julieta Persson manejaba cada aspecto de la vida de Maximiliano Hawks con meticulosidad e Isabel no sabía cómo es que ella llevaba toda esa carga durante tres años. Ahora veía el trabajo como misión imposible y ya quería renunciar; lo que solo le daba ganas de llorar, porque este siempre había sido su sueño. Había
38 —¿Por qué llamas? —pregunta Julieta con asombro, cuando recupera el habla, luego de minutos se silencio a través del teléfono. Ella se había hecho la idea de que ya no hablaría con su padre, en cuanto lo escuchó su voz miles de recuerdos se abalanzan en su mente, desde hace tres años que no hablaba con nadie de su familia, pero desde hace cinco que no los veía y le alegraba que hablara con amor, pensó que la odiaba para este punto. Les extraña mucho... sobre todo a su madre, y sus hermanos, oír su felicidad pone una sonrisa en su rostro cuando pensó que, en este momento todos en su familia la odiaban a muerte por romper a su familia hace años cuando se negó a casarse con ese duque y dejar atrás todo. —Quería ver como estabas, una amiga de tu madre comentó que te había visto en Estados Unidos y quise llamar a Tomás a ver si te había visto también y tal parece que así es —habla con su marcado acento inglés... como extrañaba esas cosas y no se había dado cuenta— también quer
39 —Creo que puedo aceptar una cena —Julieta claudica— podemos pedir pizza o algo de comer. —No vas a llevar al conde de Cornwall a comer pizza, necesitas llevarlo a algo más formal —contesta Oswald, ofendido con los pensamientos de su hija, pero con una pequeña sonrisa, sabía que ella batallaria hasta el final Tomás solo se levantó y la siguió, sabía que había metido la pata al meterse en un tema que no era su problema, pero era la verdad. Es solo que ya no quería ver a amiga triste y en eso sí falló. Sabía que tenía una sonrisa en el rostro, pero era más falsa que un billete de 3. —Bien, nada de pizza —resopló, enojada con aceptar está cena— si el viejo no me gusta no me caso. —¡De eso nada, jovencita! —salta enseguida su padre— aún hay muchos pretendientes por aprobar. —¿Puedo elegir? —cuestiona incrédula. —No me diste oportunidad de decirte que puedes elegir, entre la lista que tu madre y yo tenemos para ti —le cuenta— te amamos, hija y solo queremos lo mejor para ti, y lo m
40 Se quedan en silencio al menos cinco segundos antes de que Max diga algo, Julieta lo agarró totalmente desprevenido lo que lo deja mudo por unos segundos. —¿Qué? —cuestiona Max, frente a ella un poco enojado. Max estaba sumido en sus pensamientos y cuando se dio cuenta ya estaba manejando hacia su casa, así que solo no dio vuelta atrás. Solo apretó el acelerador para llegar más rápido, y ahora aquí estaba. —¿Eh? pues claro que no —le rebate con furia en su voz— últimamente todo lo malo que me pasa es culpa tuya. —Julieta… —pero una vez más la diatriba de la chica lo interrumpe. —Seguro quieres que vuelva a contigo y este es otro de tus planes estúpidos. Como por ejemplo no dejarme renunciar, Maximiliano —su queja le duele a Max, pero sabe que se la tiene merecido. Suspira cansado y decide gritar a ver si así ella lo oye. Él no es un buen hombre, eso él lo tiene muy claro, pero ahora no puede alejarse de ella. Nunca pudo. —¡Solo quería verte, Julieta! —exclama pa
1 POV Julieta Mi respiración estaba atascada en mi garganta mientras él bombeaba sin descanso dentro de mí, una explosión se acumulaba en mi vientre bajo ya familiar para mí. Miré sus hermosos ojos de azules que me devolvían la mirada de manera cálida. Era el único momento que teníamos donde no era como el hombre de las nieves, frío y distante. Siempre era tan frío en el trabajo, que me siento privilegiada cuando la calidez entra en su mirada y solo es para mí, compaginando con su cuerpo caliente. Sus musculosos brazos sostenían todo su peso me besaba de manera ardorosa mordiendo mis labios casi con saña. Me entrego sin vergüenza al único hombre que he amado siempre. Llegamos a nuestro clímax casi al mismo tiempo y me siento en las nubes. Como cada vez. Aún mi sudor no se había secado cuando él ya estaba levantándose de la cama y metiéndose al baño. Suspiré un poco triste, pero ya acostumbrada porque nunca fue el tipo de hombre que se acurruca y se queda horas hablando o simpl
2POV JulietaLos murmullos en la oficina empezaron a crecer en toda la oficina, sus compañeros de trabajo eran bastantes chismosos y amaban regarlo en los demás pisos de la compañía.—Pensé que salía con Julieta, juraba que era su amante —dijo un hombre al que la misma Julieta había rechazado con educación en varias ocasiones.—Liliane es más bonita, mírala —dijo alguien más— toda la clase y la belleza que tiene la chica, no como ella que se cree la gran cosa.—Liliane siempre ha hecho gran pareja con el señor Maximiliano, no sé porque no se casaron hace cinco años —dijo una mujer cerca de Julieta.La madre de Max la favorecía frente a su hijo y de mí misma siempre que podía, para que él no se olvide de ella. No sé por qué Max no admite que tenemos una relación, así su madre lo dejaría en paz, sería lo más fácil.—Lamento tener que decepcionarlas —dijo Max Hawks sin pizca de arrepentimiento en su voz o su rostro—. Tengo una videoconferencia…—En cinco minutos con la gente de S
3POV JulietaMe tuve que quedar hoy viernes hasta tarde para hacer unos pendientes que se retrasaron por nuestra escapada al hotel y la videoconferencia de Shanghái, él se había ido hace mucho rato.Eran las nueve de la noche cuando salí de la oficina y estaba totalmente solitario y oscuro, los demás se habían ido y me fui caminando sola hasta llegar a la estación del metro, que quedaba al menos unas ocho cuadras de Hawks Holdings. Sin embargo, era mi rutina diaria y mi único ejercicio, no importaba qué tan tarde saliera me gustaba tomar transporte público me hacía sentir menos sola.Cuando llegué a mi casa sintiendo mi alma apesumbrada, sola, vi a mi alrededor. Solo tenía alumbrada la cocina; todo lo demás estaba a oscuras. Nadie me esperaba, nadie me abrazaba. Tenía al menos cinco años sin ver a mi familia simplemente porque no quería regresar.—Que sola me veo en el futuro —solo el eco era mi compañía. Ni siquiera me atrevía a tener una mascota porque a Max no le gustaba el p
4 POV Julieta Así que, como dijo Michelle Hawks, pues simplemente me quedé y la vi alejarse para mezclarse con los invitados que de vez en cuando me lanzaban miradas furtivas preguntándose quien era yo. Así era yo, tenía poca fuerza de voluntad cuando de la familia Hawks se trataba. —¿Qué haces aquí todavía? —pregunta la señora Brigitte en cuanto me ve con desprecio. —Su hija me dijo que podía quedarme —le respondí sinceramente, sin verla a los ojos porque no le gustaba— así que eso hice. Ni siquiera tomé una copa de champán porque sabía que eso los enfurecería, la simple asistente no podía tomarse su costoso champán. —Ay, qué raro, Michelle haciendo caridad —dijo, mirándome como si fuera la cosa más asquerosa que había salido de la alcantarilla. Me tragué el cúmulo de emociones que tenía en la garganta y seguí parada en una esquina cuando la mamá de Max se fue al ver que no me inmutaba con sus palabras crueles. Solo unos minutos más y me voy, quiero cumplir e irme de es