El salón de baile, es el lugar más frecuentado por las madre para conseguir un marido rico, y prominente. Si puedes conseguir un duque o un magistrado que tenga los ojos puesto en una de tus doncellas, es considerado una bendición. Mientras que esa alianza sea beneficioso para subir en la escala social.
En el salón de baile aún se mencionaba el escándalo de la familia, Romsome. La sobrina de sir latís de Romsome, Dolores de Romsome, no acepto a Tomber vackler en matrimonio. Era muy común escuchar chisme cuando se trataba de una familia aristócrata.
Para Isaac perrils, duque de Llalewans, cada salón de baile que pisaba por primera vez era como una jungla llena de trampas para hombres incautos en vez de tigres. Todas las madres e hijas de Irlanda parecían haberse congregado en Glorios ansiosas por captar su atención, aunque solo fuese un momento.
Como si a él le bastara una sola mirada para elegir a su futura novia en un salón atestado. Cuando comprabas un caballo le examinaba a fondo los dientes y los espolones y preguntabas por su pedigrí. La elección de una esposa debía hacerse con igual cuidado.
Observo la multitud con el ceño fruncido y vio a dos o tres damas responder a su mirada con una reverencia, como si breve ojeada fuese un sol radiante sobre un jardín lleno de florecillas. Aquellas chicas no se habrían dignado ni a mirarlo siquiera un año antes. Pero entonces murió su primo y él se convirtió en la presa más codiciada de la temporada.
Frunció aún más el ceño cuando los invitados se apretaron para ofrecerle espacio. Tendría que casarse con alguna de aquellas mujeres, pero eran demasiadas las que tenían puesta sus esperanza en él. Y si quería disfrutar de un momento de paz por las noches, no podía mostrarse excesivamente afable y cordial.
Aunque, para ser justos, la velada estaba resultando sorprendentemente agradable. Y no tenía motivos para sospechar que su anfitrión, el conde de Falister, estuviera conspirando contra él. Era demasiado joven para tener hijos casaderos y tampoco tenía hermanas.
_ He oído que estás pensando en pedir la mano de la hija de pertog?. _ le dijo Falister
A Isaac le sorprendió que la noticia volase tan rápido. Mientras él les hacía corte sin mucho entusiasmo a varias jóvenes damas, la petición de mano de la hija de pertong se había convertido en el tema de la conversación favorita entre la nobleza Irlandesa y londinense.
_ ¿De dónde ha sacado eso? Ni siquiera conozco a la chica!.
_ Según cuenta mi esposa, lady pertong le está diciendo a todo el mundo que vas a casarte con ella!.
Isaac sonrió. Y Falister continuo
_ Y no me sorprende que no la conozcas. Hace tiempo que nadie la ha visto... Después del gran escándalo que también era de los Romsome, Lady dolores no se quiso casar con Tomber vackler, porque le resultaba muy mayor, y lo llamo abuelo. ¡Y creo que tampoco la verías si estuviera aquí...! Y se ajustó las gafas oscura.
_ Creo, que escuche sobre esos, escándalo en la nobleza, Falister!.
A Isaac no dejaba de sorprenderle la naturalidad con que el conde se refería a su ceguera. Seguramente era una manera de impedir que lo tratasen como a un inválido, cuando en realidad no había ninguna razón para ellos. Falister se mantenía al margen en las fiestas y eventos sociales, pero no parecía sentirse más incómodo que el resto de caballeros que descansaban contra la pared para evitar la aglomeración de la sala.
Isaac admiraba aquella estudiada desenvoltura e intentaba imitarla para aparentar una mayor comodidad de la que sentía. Cuatro meses después de convertirse en el duque de Llelewas, seguía girándose para buscar a Edan, con la mirada cuando alguien se dirigía a él por el título.
Oro una oración silenciosa por el niño brillante y risueño que debería estar ocupando su lugar y volvió a añorar los sabios consejos de su padre. A veces tenía la sensación de que su familia no había muerto, sino que lo había abandonado a su suerte en un extraño mundo y confuso y sedienta de poder.
_ Sea cual sea la opinión de lady pertong al respecto, me gustaría conocer a ala chica antes de pedir su mano!. _ declaro con el ceño fruncido. _ Puede que sea un novato en los asuntos matrimoniales, pero no tanto como para desposar a una mujer a la que ni siquiera he visto!.
Falister respondió con una sonrisa, como siempre hacía. Era un tipo alegre y optimista, pero Isaac sospechaba que aquella situación resultaba especialmente divertida.
_ En cualquier caso tienes que conocer a Heliodor! _. le dijo. _ Querrá darte la bienvenida a la familia!.
Isaac confió en Falister no se estuviera riendo de él, porque le gustaba aquel hombre y odiaría descubrir que fuese como aquellos otros hipócritas que le ofrecían su amistad rústicos.
_ Heliodor?! _ llamo Falister a un hombre. _ Ven aquí, quiero que conozcas a una persona!.
Isaac se relajó un poco. Heliodor era el protegido de Falister, y todo parecía indicar que aquellas fiestas había sido organizada para presentarle a su excelencia, el Duque de Llelewas. No había ningún peligro en ello. Isaac había oído que Heliodor era de gran ayuda para desenvolverse por los salones Irlandeses y londinenses, Algo que a Isaac podría resultarle muy útil.
Un hombre con anteojos apareció de repente entre la multitud, como si el salón fuese escenario y él hubiera estado esperando entre bastidores.
_ ¿Querias algo Falister? _ levanto la voz para hacerse oír por encima del bullicio, pero sin perder la compostura ni el respeto.
_ Solo presentarte a Llelewas _ le grito Falister. Excelencia, Heliodor bardo es el marido de la encantadora Ximena strong, la hija mayor del Pertong y la hermana de tu hermosa Aita... Heliodor, Llelewas va a ser tu cuñado, así que sé muy amable con él!.
Heliodor arqueo las cejas con asombro, pero enseguida recupero la sobriedad e hizo una reverencia.
_ ¿Como está usted, excelencia?
Isaac respondió con un rígido asentimiento de cabeza.
_ No tan bien como Falister parece creer. Ella no es mi Aita, Falister. Ni siquiera la conozco, digan lo que digan ahí! _ una vez más se preguntó que demonios le pasaba a la sociedad Irlandeses. _ Mi intención es que me la presenten y comprobar si somos mínimamente compatibles para…! Dejo la frase sin terminar.
Heliodor, asintió.
_ Si me lo permite, Excelencia, me gustaría presentarle a mi esposa. Estará encantada de conocerlo y de saber todo referente a Aita!. _ ¿Y no puede preguntárselo ella misma a Aita? _ Por desgracia no! _ Heliodor sonrió con benevolencia _. Por mi culpa. El conde de pertong no me considera lo suficientemente bueno para su familia. Lady Xenema no comparte su opinión, y por eso motivo ha perdido todo contacto con su Hermana!. _ Pertong es un imbécil _ añadió Falister tranquilamente _. No encontrarás una mejor compañía en este salón que Heliodor Bordo ... ni una mente tan aguda!. Isaac había oído opiniones similares sobre Heliodor, a quien se considera un viejo zorro en los círculos políticos por sus exquisitos modales y su extraordinaria habilidad para estar siempre en el lugar adecuado en el momento apropiado. _ ¿La presencia de su esposa en esta fiesta es la razón de no haya asistido la hermana menor? _ Quiso saber Isaac, ligeramente irritado. En las pocas ocasiones que había habla
Falister apena pudo contener una risita. Había vuelto a meter la pata. _ No he querido decir, vaya ... _ aparto la mirada de la señora Heliodor, sin saber muy bien como salir del atollado _. Mi único propósito es conocerla ... hablar con ella… para que podamos familiarizarnos antes de tomar una decisión... Pero puedo asegurarle que, una vez que cierre el trato, le brindo a todo aquello a que este a mi cuidado el respeto y el afecto que merece. Heliodor adopto una expresión dubitativa, como si se preguntara cuanto respeto merecía cuñada. Por su parte, la señora Heliodor siguió mirando fijamente a Isaac, intentando evaluar al hombre que comparaba el matrimonio con la compra de un caballo y que admitía sin pudor su interés en montar a su querida hermana. _ Supongo que es una buena respuesta ... conociendo a mi padre, no podía esperar que eligiera a un marido para Aita basándose en algún lazo de afecto. Debo confiar, pues, en que mi marido y lord Faliste no nos habrían presentado si no
_ De todos modos, tampoco la quiero! _ le dijo al sabueso que estaba sentado junto a él antes de levantarse _. Sea cual sea la razón por la que Dolores de Romsome haya oído la llamada del Monasterio de santa marta, solo puedo decir ¡gracias a Dios! En una habitación circular de la torre que cerraba la gran fortaleza que los Romsome tena en Talgrend, más hacia el norte, un hombre coloco la túnica negra de los magos encima de su ropa. Risto Rubrend, sacerdote degenerado y renegado, nigromante, leerdor de horóscopos y consejero personal en todos los asuntos no ortodoxos de sir Latís, encendió una única vela. El maestro Risto Rubrend era un hombre ambicioso, sin fin y fina perversión, y según el todo estaba a punto de florecer y dar una fructificación especial. ¡poder que más se podía desear! ¿Qué más se podía desear? El poder para manipular, para doblegar a un hombre a su voluntad como las piezas de un tablero de ajedrez. El poder para destruir, si era necesario. Se acomodó tras la mes
De ese modo habría que dado satisfecho, mientras que la pobre Xemena habría tenido que renunciar a la incomparable felicidad que según los rumores estaba disfrutando con su marido. Pertong se animó al centrar su atención en Aita y olvidarse de Xemena. _ Vamos a demostrarle que se ha equivocado. Dentro de un par de meses te estaré casando en St. George y todo el mundo suplicará una invitación. Tu podrás invitar a quien te plazca y mandar al diablo al resto. A Aita le hubiera resultado una perspectiva muy tentadora tiempo atrás, pero ya había perdido todo interés por la moda y los cotilleos. En aquellos momentos solo había una persona que pudiera interesarle en aquella boda imaginaria, pero casi no se atrevía a preguntar. _ La verdad es que me interesa más el novio que la lista de invitados¿A quién has elegido? _ A Llelewas. El título de conde lo ha convertido en el soltero más codiciado de la noche a la mañana. Imagínate la sensación que provocara vuestro enlace. Aita se devanó lo
_ Eso significa que estará rodeado de chicas _ comento Aita _. ¿Por qué iba a elegirme a mí entre tantas chicas en el salón de baile? ¿Y por qué iba a querer casarse? Estoy segura de que tienes otras ideas en la cabeza, como entrar en el parlamento o algo así. No creo que yo vaya a causarle mucha impresión muy erguida y educada que me muestre. _ Tonterías. Pertong me ha asegurado que se siente intimidado por su título y que le encanta recibir atención. ¿Como no? Nunca se hubiera imaginado que sería algo más que un simple granjero, un chico que solo sabia criar animales, domésticos. Y de repente pierde a su padre, a su primo, a su tío y de la noche a la mañana se convierte en duque. Qué trágico … — lo dijo con una sonrisa encantada con la posibilidad de cazar a un noble tan poderoso y a la vez tan ingenuo. _ Sí, es muy trágico _ corroboro Aita _. Su primo solo tenía tres años. Supongo que tendré que esperar un poco para conocerlo… No creo que quiera casarse aun, cuando acaba de perd
_ Lo entiendo!._ dijo él. _ Sin duda se debe a la buena suerte de su hermana… La conocí en la fiesta de Falister!. Aita tuvo que hacer un enorme esfuerzo para permanecer impasible. Había visto Xixi. Se sacudió mentalmente. No podía seguir poniéndole aquel apodo a su hermana. Tenía que llamarla Xemena, igual que hacia todas las amistades de Xemena. Xixi tenía muchos nuevos amigos y ya no necesitaba las burlas de su hermana pequeña. Había pasado meses desde la última vez que estuvieron juntas en la misma sala. Pero en aquella ocasión no se dirigieron las palabras y cada una permaneció en un extremo del salón de baile como si estuvieran en las orillas opuestas de un océano. Druster había obligado a Aita a romper todo contacto con su hermana, al igual que con Dolores, su mejor amiga. Si Druster se enteraba de que el duque había conocido a Xemena, cortaría todo trato con aquel hombre sin importar su título. _ Oh…! _ fue la única respuesta de Aita para el duque. Querría llevárselo ap
_ ¿Disculpas sin saber por qué? _ Desde luego. ¿Así se gana el corazón de una dama? _ ¿Cambiaria su actitud hacia mí si empezara disculpándome? _ No!. Él se quedó pensativo unos instantes. _ En ese caso, no tiene sentido que me moleste en hacerlo _ Permaneció en silencio ante ella, como si estuviera planeando su próximo paso. ¿Por qué no se alejaba y se olvidaba de ella? Había sido ella la que lo había ofendido, no al revés. Pero él, aun teniendo todo el poder en sus manos, no tenía ni idea de cómo utilizarlo. Su rango le permitía sentirse agraviado por los detalles más insignificantes, y cualquier otro en su lugar se habría quejado ya al padre por la insolencia de una mocosa rebelde y deslenguada. Sería una victoria pírrica y tendría que soportar una dura reprimida en casa, seguida de largos y tensos silencios. Pero de esa manera estaría más cerca de conseguir su objetivo. Sin embargo, él parecía reacio a dejarla en paz. _ Vamos a ver… No le gusta montar a caballo, no le gus
Pero no entendía nada. Alguien llamo con suavidad a la puerta y abrió. Era un joven que consiguió devolver a Dolores por primera vez el color que tanto tiempo hacía que había perdido._ ¡Samuel! No sabía que estabas aquí._ Es que estaba ocupándome de los caballos…En otro momento acudió de inmediato a saludarlo. En otro momento se había echado en los brazos del hermano que había criado desde la niñez, apretándolo contra su pecho. En otro momento el placer de contemplar sus facciones, su expresión en la mejilla y alborotándole el pelo. Pero bajo la severa mirada de la Monja suprema, la desconfianza de su tío y la mirada siniestra de Risto, no se movía de donde estaba y espero._ ¡Doris! _ Exclamo, y olvidando todo protocolo, acudió a su lado para tomarla por los hombros y besarla en la mejilla. Luego