_ ¿Disculpas sin saber por qué? _ Desde luego. ¿Así se gana el corazón de una dama? _ ¿Cambiaria su actitud hacia mí si empezara disculpándome? _ No!. Él se quedó pensativo unos instantes. _ En ese caso, no tiene sentido que me moleste en hacerlo _ Permaneció en silencio ante ella, como si estuviera planeando su próximo paso. ¿Por qué no se alejaba y se olvidaba de ella? Había sido ella la que lo había ofendido, no al revés. Pero él, aun teniendo todo el poder en sus manos, no tenía ni idea de cómo utilizarlo. Su rango le permitía sentirse agraviado por los detalles más insignificantes, y cualquier otro en su lugar se habría quejado ya al padre por la insolencia de una mocosa rebelde y deslenguada. Sería una victoria pírrica y tendría que soportar una dura reprimida en casa, seguida de largos y tensos silencios. Pero de esa manera estaría más cerca de conseguir su objetivo. Sin embargo, él parecía reacio a dejarla en paz. _ Vamos a ver… No le gusta montar a caballo, no le gus
Pero no entendía nada. Alguien llamo con suavidad a la puerta y abrió. Era un joven que consiguió devolver a Dolores por primera vez el color que tanto tiempo hacía que había perdido._ ¡Samuel! No sabía que estabas aquí._ Es que estaba ocupándome de los caballos…En otro momento acudió de inmediato a saludarlo. En otro momento se había echado en los brazos del hermano que había criado desde la niñez, apretándolo contra su pecho. En otro momento el placer de contemplar sus facciones, su expresión en la mejilla y alborotándole el pelo. Pero bajo la severa mirada de la Monja suprema, la desconfianza de su tío y la mirada siniestra de Risto, no se movía de donde estaba y espero._ ¡Doris! _ Exclamo, y olvidando todo protocolo, acudió a su lado para tomarla por los hombros y besarla en la mejilla. Luego
_ Siempre hay esperanza _ la Monja suprema, severa, pero percibía cierta comprensión _. Antes de que nos dejéis, quiero deciros algo y quería que me escucharais con atención: si alguna vez os encontráis necesitada de ayuda, ya sabéis dónde podéis buscar refugio. Ahora mismo la zona esta vuelve a declararse la guerra entre York y los Mod, os encontraréis en el ojo del huracán, como todos. Si el peligro es grande, vos y los vuestros siempre seréis bienvenidos aquí. No lo dudéis. Pronto sonará la campana de tercias. Rezaremos un ave Maria porque lleguéis con bien a Gland. Aita no recibió noticias de Dolores, al igual ambas amigas no sabían, lo que pasaba en la vida de cada unas. Aita estaba ansiosa por encontrar una persona, decirle lo que paso, al menos criticar y también elogiar a los hombres y mujeres que se lo merecen. Hasta a su padre. Dolores sabia que salir de Monasterio sería una libertad, pero bajo un precio. Las dos amigas estaban por casarse, cada una con una familia adinerad
_ He tenido ocasión de hablar con su hija, y me ha parecido una joven… «Quisquillosa, desagradable, insolente, temperamental, e indiferente» Encantadora. ¿Me da su permiso para visitarla a su casa con visitas a una posible unión? _ Por supuesto, Excelencia! _ repitió Pertong con una ligera inclinación de cabeza, como si él también le estuviese concediendo un honor. _ Pero la chica también debe dar su visto bueno! _ le recordó Isaac _. No quiero presionarla si ya está comprometida?!. _ No está comprometida con nadie _ declaro Pertong con firmeza _. Y aunque lo estuviera, yo me opondría a cualquier pretendiente que no fuese el más apropiado para ella. Después de lo que hizo su hermana…_ en torno a los ojos torció el gesto para dar a entender lo que pensaba del matrimonio de su otra hija _. Aita no lo rechazará, Excelencia, jamás se atrevería a hacer algo así!. Isaac sintió lástima por ella. Su padre veía aquella mínima muestra de interés como una aceptación incondicional. _ Tengo q
_ Ha sido un pensamiento muy considerado!. _ Claro. Debemos darle la bienvenida aunque sea una partidaria de Mod y un poco menor para casarse!. Declaro, ladeando la cabeza. Sus ojos verdes brillaron como dos piedras preciosas. Nicolás la miro frunciendo el ceño, pero el rostro de la chiquilla brillaban de inocencia, complacencia. Seguía teniendo la mano en su brazo y se dio cuenta de que hasta las manos era como la de ladyEnola. Pequeñas, delgadas, hechas para lucir hermosos anillos. Se agachó y la beso en las mejillas. _ Bienvenida a Gland, Miranda!. _ No me ha quedado más remedio que traerla!. _ protesto Patrick. Los caballos y los hombres de armas por fin se habían dispersado en busca de calor y un poco de comodidad después del viaje, una vez colocado todo el equipaje en su sitio con rápida eficacia. Los primos, después de admirar la calidad de los animales de monta de Nicolás, entraron también al salón principal. _ No importa!. Lord Nicolás le pidió a una criada que les lle
_ ¿Tantas ganas tendrá de quitarse la de encima la la chica? _ No. no lo creo Nicolás se pasó las manos por el pelo y las entrelazo sobre la nuca, y se contempló las piernas cruzadas frunciendo el ceño, casi como si ellas pudieran ofrecerle la respuesta que buscaba. _ Si el problema fuese la chica, ¿por qué no dejarla sin más en el monasterio de santa marta donde solo pueda ser irritante para el monasterio? No. Sir Latís tiene algo en mente y para ello necesita aliarse conmigo. ¿Lo hará para no preste demasiada atención a lo que hace él en la marca? Podría haber comprado mi aquiescencia con mucho menos, ya que no tengo disputas abiertas con él a menos que se extralimite y a pesar de su alianza con la casa de York, de modo que no hay nada que no esté contemplado. _ Lo que sí tengo claro es que sir Latís considera a Dolores y sus propiedades como el cebo del cepo. _¿Y vos sois la rata inocente? Patrick apoyó la cadera contra el borde de la mesa y se echó al coleto la jarra de ce
Desecho rápidamente aquel pensamiento, ya que solo le serviría para estar aún más cohibida. _ Por favor, lady Aita, si vamos a ser amigos no hace falta que nos además con formalidades. Puedes llamarme, Isaac!. Su voz era grave y profundo, con un toque de aspereza que ponía el vello de punta. La estaba observando fijamente, de arriba abajo, igual que ella había hecho con él. No había el menor atisbo de lujuria en sus miradas, afortunadamente. Más bien era un examen frío y analítico como para comprobar si tenía buenos dientes y fuertes miembros y si le olía el aliento. Pero su empeño en que lo llamara por su nombre de pila no era nada tranquilizador. _ ¿Te ha explicado tu padre el motivo de mi visita? _ No, Excelencia _ respondió ella, evitando la intimidad que él le ofrece _. No soy tonta y puedo imaginármelo. _ ¿Y qué te imaginas? Aita buscó algunas respuestas que no incluya la primera palabra que se le venía a la cabeza. «Atrapado» _ ¡Creía habérselo dejado claro la semana p
Aita casi se ríe. _ Pues claro que quiero. Tenemos una casa de campo en Canari que siempre está vacía. Y otras tierras más al norte donde podría quedarme con la hermana de mi madre!. A lo mejor podría ir a Escocia… Cualquiera de esas opciones sería ideal para una refinada y distinguida solterona. Es lo único que quiero. _ Pues lamento decepcionarte, porque, como ya he dicho, tu padre está empeñado en que te cases. Si no es conmigo, será con cualquier otro. Y como no tienes nada que objetar, salvo una inexplicable aversión hacia mí, hablaré directamente con tu padre y formalizaremos el acuerdo para final de este mes!. ¿Un acuerdo? ¿Eso era todo para él? Ella siempre había sabido que su matrimonio nunca sería por amor, al menor que encontrara alguien que la ame justo como es ella. Pero nunca esperaba que en su propia cara le digieran porque está siendo cambiada. Es solo un contrato, eso es justo para su padre, la hija que puede cambiar. Para estar dentro del parlamento y frente del r