Desecho rápidamente aquel pensamiento, ya que solo le serviría para estar aún más cohibida. _ Por favor, lady Aita, si vamos a ser amigos no hace falta que nos además con formalidades. Puedes llamarme, Isaac!. Su voz era grave y profundo, con un toque de aspereza que ponía el vello de punta. La estaba observando fijamente, de arriba abajo, igual que ella había hecho con él. No había el menor atisbo de lujuria en sus miradas, afortunadamente. Más bien era un examen frío y analítico como para comprobar si tenía buenos dientes y fuertes miembros y si le olía el aliento. Pero su empeño en que lo llamara por su nombre de pila no era nada tranquilizador. _ ¿Te ha explicado tu padre el motivo de mi visita? _ No, Excelencia _ respondió ella, evitando la intimidad que él le ofrece _. No soy tonta y puedo imaginármelo. _ ¿Y qué te imaginas? Aita buscó algunas respuestas que no incluya la primera palabra que se le venía a la cabeza. «Atrapado» _ ¡Creía habérselo dejado claro la semana p
Aita casi se ríe. _ Pues claro que quiero. Tenemos una casa de campo en Canari que siempre está vacía. Y otras tierras más al norte donde podría quedarme con la hermana de mi madre!. A lo mejor podría ir a Escocia… Cualquiera de esas opciones sería ideal para una refinada y distinguida solterona. Es lo único que quiero. _ Pues lamento decepcionarte, porque, como ya he dicho, tu padre está empeñado en que te cases. Si no es conmigo, será con cualquier otro. Y como no tienes nada que objetar, salvo una inexplicable aversión hacia mí, hablaré directamente con tu padre y formalizaremos el acuerdo para final de este mes!. ¿Un acuerdo? ¿Eso era todo para él? Ella siempre había sabido que su matrimonio nunca sería por amor, al menor que encontrara alguien que la ame justo como es ella. Pero nunca esperaba que en su propia cara le digieran porque está siendo cambiada. Es solo un contrato, eso es justo para su padre, la hija que puede cambiar. Para estar dentro del parlamento y frente del r
En el palacio de las cosas no está para nada estable, con las disputas continúa de Valeria y verónica, las dos hermanas de madre diferente. El rey exol, tiene cuatro princesas de madres distintas, Valeria y Pheobe son hermanas de las mismas madre. Mientras que Verónica y Maite son de madres diferentes, consorte Anastasia y consorte Mia nunca han sido amigas al igual que sus hijas, siempre estaba en grandes pelas por ser la favorita del padre rey. _ ¡Eres la hija de una consorte, de una familia no tan noble, así que por favor, recuerda muy bien tu estatus! _ le dijo verónica a Maite. _ ¡Verónica, por ser la hija de una consorte de una familia noble, no te da ningún derecho, a hablarme de este modo, además somos hijas del rey! Tanto como tú y yo tenemos el mismo derecho. Y procuraré que padre te case muy lejos!. _ ¡Tú con tu boca llena de veneno, serpiente venenosa, hoy te enseñaré una gran lección! _ ¡Si me cotáis, Verónica, sé lo diré a padre! En este instante pasaba Valeria jun
_ Mi lady hay una carta!. _ Dejad ver Ivon, ¿quién la habrá enviado? _ No sé, mi lady!. Aquí está!. _ Es Samuel, no dice que mañana, a primera hora, saldremos, el camino es algo y ajetreado. «Querida Dolores, Nos pesa a Daniel y ami. Que te marches así. Mañana te dirigirás a tu nuevo destino. No sabemos cuáles son las intenciones de los Carter, pero estaré contigo hasta la boda» Él nos extraña, lo se Ivon, Samuel siempre ha sido un chico muy considerado. _ Las cosas, ya están en marcha mi lady, es momento de dar cabeza a este nuevo destino!. _ Sí, así es Ivon, mañana saldremos para dirigirnos a la boca del huracán!. _ Más vale, la otra vida que esta!. Después de unos minutos de silencio, ambas mujeres se prepararon para el nuevo camino. Unos equipajes que no tenían nada de valor, así esos equipajes, que nada tenía ningún valor, que solo mugre de ropas. Después de su salida de Romsome ninguna pieza de ropa había tocado su cuerpo, que esta horrenda toca negra y blanca, que lleva
Nicolás hizo un gesto y una de las doncellas acudieron a ofrecerle una jarra de cerveza al joven. Samuel, acepto y bebió, y su sentid el humor afloro por la influencia del calor y la cerveza. _ Mi hermana se alegra de haber llegado. Posponer el viaje quedaba fuera de toda la posibilidad. Dudo que hubiera podido convencerla de permanecer en el monasterio de santa marta ni una sola noche más. Quisas desee que os la presente formalmente!. _ sugirió. _ Ya he tenido una presentación un tanto dolorosa hace un instante _ respondió sonriendo, y se complació de ver al muchacho relajarse al mostrarle el arañazo de la mano _ sobreviviré, aunque no puedo deciros lo mismo de la gata. _ Ja, salvaje e impredecible… pero la niña de los ojos de lady kastromy, por lo tanto, intocable. _ ¿Estáis seguro? _ pregunto sonriendo. _ Desde luego yo no me arriesgaría, pero Dolores es mucho más tratable que su gata _ aventuro y con una pícara sonrisa añadió _ Al menos, la mayoría parte del tiempo. Pero yo me
_ Bienvenida a Ghrad, Dolores de Latís. Se llevó su mano a los labios en un saludo breve y formal. Sus dedos estaban tan gélidos como sospechaba, tenía la piel áspera, los nudillos inflados y rojos. Recuperando ya de los que la hubieran inquietado, Dolores inclino la cabeza con un movimiento casi impredecible. _ Gracias, milord Carter. Es un placer para mí que deseéis contraer matrimonio conmigo! _ Su mirada seguía siendo franca _. Estoy muy complacida de estar aquí!. Su voz le sorprendió un poco. Era grave y suave, con una profundidad que resultaba de lo más atractivo. El corazón se le hundió aún más. Por el momento era aquella la parte más atractiva de aquella mujer. Dolores se concedió un poco de tiempo para admirar la habitación que iba a ser la su ya. Con el techo en madera y las paredes de yeso decorada con flores, que el paso del tiempo había vuelto de colores delicados, un suelo de baldosa formado de mosaico… todo ello la envolvía en un manto de riqueza y comodidad. Un fue
permaneció inmóvil, tanto Como él, con los ojos y la boca abierta, consciente de lo que debía estar viendo. Su rostro no revelaría emoción alguna, pero se puede imaginar que pensamiento, le abarrotarían la cabeza. Horrorizada, le vio bajar la mirada a sus hombros,su espalda, las nalgas, los muslos y de nuevo al rostro. A pesar de haber sido un gesto rápido y ligero, Tuvo la sensación de que su mirada había tomado posesión de cada centímetro de su piel… y el resultado que tenía que haber sido deprimente por fuerza. ¡Qué vergüenza! Sintió un estremecimiento mitigado tan solo por la idea de que la escasa luz de la estancia mascarilla lo más desagradable de sus Cicatrices. Pero eso no era lo peor. ¡Virgen del cielo! ¿Se atrevería a entrar? ¿Sentiría la necesidad de decir algo, de llamar aún más la atención sobre ella? Y de ser así, ¿se vería obligada a abandonar la poca dignidad que le quedaba y agarrar de un tirón sus ropas y cubrir su vergüenza? Rezo pidiendo que tuviese la suficien
Al caer la noche Isaac estaba intranquilo en su casa. No podía quedarse tenía que saber la verdad. Tenía que saber los motivos y él porque Aita lo rechazaba constantemente. Aunque sea que su palabra fuera verdaderamente sincera. Al llegar en caer la noche plena a la casa de Heliodoro Bordo. Heliodoro Bordo tenía una vivienda sencilla en un barrio Igualmente humilde. Isaac se sorprendió Asimismo de hacer aquella valoración,pues nunca había sido desdeñoso antes de recibir el ducado y todas las propiedades que acompañaba el título. Aquella casa no tenía nada de malo, aunque sea preguntó que le parecía a lady Xemena, después de haber vivido en la mansión de los Pertong.Su casa verdadera, donde había nacido, había crecido y tenía gran parte de su vida. Llamó a la puerta y cuando el ama de llaves le abrió se anunció el mismo y le arrojó los guantes y el sombrero junto a su mirada más fría de Duque y exigió que lo llevaran al salón a o a cualquier otro lugar apropiado para hablar con el se