Capítulo X

Me quedo sentada en la orilla de la cama, observando como Jest guarda el resto de los materiales y cierra el botiquín para luego arropar a Julia con las sábanas.

—Aún sigue inconsciente, dentro de una o dos horas debería de despertar — Jest rompe el silencio recién formado, y yo me sobresalto un poco por lo inesperado de su comentario.

—Pero... ¿Va a estar bien? —pregunto preocupada y con un poco de miedo.

—No te preocupes, sus heridas no están tan graves como las que tuvo de recién que llego a esta casa —conto de manera muy preocupada, pero al voltearme a ver, me dedicó una pequeña sonrisa que hizo que mi corazón diera un vuelco.

No dijimos nada durante unos diez minutos, mismos que para mí duraron una eternidad, hasta que escuchamos balbucear a Julia, los dos volteamos hacía la chica que yacía herida en la cama, y observamos como de poco en poco, comenzaba a reaccionar.

—¿D-donde... E-estoy...? —apenas y podía hablar, la habían asfixiado tan fuerte, que apenas salía su voz, se escuchaba destrozada... Igual que yo siempre que…. Ese maldito vampiro me hace.

—No te preocupes, estas en el cuarto de Elizabeth —Dijo Jest con una voz muy amable, en señal de que no le haría nada.

Julia miro al chico de cabello rubio extrañada, puesto que ella nunca lo había visto, ni siquiera en el colegio, ya que estaba desaparecida.

—Está bien Julia, puedes confiar en él, él fue el que me salvo anoche de ser atrapada por William —Julia, que había contenido el aire durante todo este tiempo, lo soltó en un gran suspiro de alivio... Y fue cuando rompió en llanto.

Trate de consolarle, ella se aferró a mi brazo y yo la abrace fuerte, al punto de que también empezaba a lagrimear, pero por ella, trate de mantenerme fuerte, y después de unos veinte minutos, pronto se calmó, Jest le dio un pañuelo para que se limpiará los restos de lágrimas que rondaban por su cara. 

Pasarón unas tres horas cuando escuchamos el rechinido de la puerta principal al abrirse, tanto Julia como yo comenzamos a entrar en pánico, pero Jest en un rápido reflejo logro calmarnos.

—Volveré en cuanto él se vaya, ustedes mantengan la calma —dijo con tal parsimonia que por un momento olvide donde me encontraba.

Jest desapareció de nuestro campo de visión y Julia se aferró más fuerte a mí, yo le abrace en señal de que yo estaba ahí con ella. Pronto comenzamos a escuchar los pasos de William pasearse por el pasillo, yo estaba entrando en pánico, pero un pellizco me detuvo, vi la negación en los ojos de Julia, y traté de respirar profundamente... Todo estaba mejorando... Hasta que de un portazo William destroza la puerta de mi habitación.

—Así que es aquí en donde estabas ¿Eh? —escupe en un bufido William, que avanza hacía nosotras y toma del cabello a Julia, que arrastra y lanza fuera de la habitación. 

William trata de cerrar la puerta, pero no lo logra, ya que está completamente destrozada. Al ver que Julia había salido despavorida del pasillo, a él le importo poco menos que la puerta estuviera abierta de par en par, así que soltó un gruñido, mientras yo estoy hecha un ovillo en la cama, él se voltea hacía mí y me mira hecho una furia, yo en ese punto ya entré en pánico, y como mecanismo de defensa me quedo petrificada en mi lugar.

—Por fin te tengo —Esboza una sonrisa que hace que se me erice el vello de la nuca.

Se va acercando lentamente, y yo solo puedo cerrar los ojos, esperando lo inevitable.

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