Han pasado tres semanas desde que tuve ese escalofriante encuentro con William, y después de eso, ya no he tenido pesadillas, lo cual me alivia bastante, porque así puedo estudiar para mis exámenes. Lo que me tiene sin cuidado, es el que Julia no haya ido al colegio en todo este tiempo. Nadie me ha podido decir a donde habrá ido, y eso es lo que me preocupa.

—Lizzy, ¿estás bien? —Syo me pregunta por décima vez en el día mientras se sienta a mi lado.

—Si... Algo... —conteste en un susurro

—No parece —Toma mi hombro para que voltee a verla —no has dormido bien, tiene que ver con Julia, ¿cierto? —Enarca una ceja

Syo no sabe al respecto de las pesadillas, solo sabe de mis últimos encuentros con Julia, y su reciente cambio, y aunque de cierta manera sigue sin convencerle aquello, acepta que de vez en cuando, me vaya por corto tiempo a hablar con ella.

—Sí, es por ella —respondo suspirando con pesadez.

— ¿No has podido comunicarte con ella? —Pregunta con un deje de preocupación

—No, no me responde los mensajes... Y menos las llamadas

—... — se pone una mano en la barbilla, como si pensara en alguna posibilidad —podría ser.... Que tiene problemas con su móvil, y puede que hasta este enferma... —Contesta levantando el dedo como si esa fuera una buena idea

—Supongo... — contesto sin estar del todo convencida

Syo toma mi mano y la aprieta suavemente, tratando de tranquilizarme. Tras unos segundos llega la profesora de Literatura y nos separamos para atender lo que nos indique.

—Buen día, hoy les tengo una noticia. —Camina alrededor del escritorio mientras nos observa detenidamente. —sé que estamos a mitad de semestre, pero llego un estudiante de intercambio. —menciona mientras hace pasar a un chico algo temeroso. —Él es Jest Winword, y es originario de Australia. Bien, puedes sentarte... Ahí. —señala el pupitre que está a un lado mío.

—Lizzy, aquel chico, parece no dar muy buena espina ¿no crees? — me susurra Syo antes de que se acercara.

—Yo... La verdad... No sé... —dije un poco desconcertada.

Aquel chico me dedica una sonrisa un tanto curiosa, a lo que respondí con lo mismo.

Acabado el cuarto periodo y el último, voy al baño a lavarme la cara y poder despertar completamente. Al terminar salgo del lugar.

—Está vacío el pasillo... —susurro mientras volteo a todos lados buscando si hay alguien, pero no hay nada, así que comienzo a avanzar hacia la salida.

Llego a la puerta de salida y escucho unos pasos detrás de mí, intento no darle importancia, pero aquel ruido se va acercando cada vez más por lo que volteo y veo al chico nuevo.

—Hola... —me saludó y yo hice lo mismo — ¿Qué haces aquí? Ya todos se han ido.

—Ah, bueno… solo fui a… hacer algunas cosas, pero nada importante... –contesté de manera muy cortes, algo un poco extraño en mi — ¿Y tú?

—Ah... Yo... Yo estaba conversando con la profesora, y me dijo que consiguiera los apuntes anteriores para estar al corriente y no reprobar —contestó un poco nervioso

—Si quieres te puedo ayudar —saqué uno de mis cuadernos, y se lo ofrecí —Tengo dos de todas formas —le sonreí

— ¿En serio? ¡Muchas gracias! Mañana te lo devuelvo —ligeramente me sonrojé por la expresión del chico, "no puede ser tan malo" pensé al observarlo.

—Bueno... Me tengo que ir —lo mire mientras sonreía

—Está bien, nos vemos mañana —y salió corriendo por donde iba a salir, pero en dirección opuesta a la que yo iba.

"Al parecer aquel chico parece agradable" mientras estaba ensimismada en mis pensamientos no me di cuenta de que había llegado a casa.

Pasé las llaves por el cerrojo y abrí la puerta, al parecer estaba sola y lo primero que hice fue subir a mi habitación.