Capítulo II

Despierto toda sudorosa en la oscura habitación, entro en pánico preguntando que va a suceder, me levanto de la cama y voy tan rápido como puedo a encender la luz. Cuando el lugar se ilumina suelto un suspiro de alivio.

Solo era otra pesadilla —me dije en un simple murmullo pero no dejó de tenerlos, esto me va a volver loca –lo primero que hago es salir de la habitación e ir por algo de comer, suerte la mía que mi hermana había dejado un poco de pastel, así que tome una rebanada y regrese a la cama a comérmelo. Este tipo de sueños ya no sucedían desde hace dos años y medio, ¿por qué ahora?

Al día siguiente, me sentía fatal por la falta de sueño, no me podía concentrar en la clase de aritmética por más que quería. Cuando se acabó la clase tuve que ir al baño a lavarme la cara, sin darme cuenta de que alguien estaba ahí.

—Oh, así que aquí estas…— Me saca de mis pensamientos la voz extrañamente preocupada de Julia, la chica más zorra del instituto, se les insinuaba a los hombres y muchos creen que se acuesta con ellos, pero solo yo sé que eso no es verdad, solamente se hace la zorra para que nadie descubra quien es ella en realidad.

Aunque… últimamente… siento que ya no es ella misma. Desde hace dos semanas, dejo de joderme la vida, cosa que siempre hacía desde hace tres años, pero luego después de una clase de gimnasia, le note un gran cardenal en el muslo derecho, aunque por fuera se viera que realmente no importaba… en sus ojos se podía ver cierto miedo… mismo miedo que yo tengo cada que veo a William.

Como no sé cuál es su estado de ánimo, y aprovechando un poco para molestarla le contesto escupiéndole las palabras:

¿Qué, te molesta acaso? Solo estoy lavándome la cara Le dije volteando los ojos ¿O acaso estas tan idiota que tienes que preguntar si estoy o no? –Eso claramente la molesto, pero no dijo nada y solo se me quedo viendo con una extraña cara¿Tengo algo en la cara o qué?, o, ¿me vas a decir que ahora te gusto? De manera muy rápida su rostro cambio de molesta a una de sorpresa.

¿De... ¿De qué estas... hablando? — Su rostro, aunque tenía el ceño fruncido, en su voz mostraba miedo y un poco de nerviosismo.

—¡Ay por favor!!! —Explote de ira — ¡se bien que gustas de mi hermana!

¿Eh? Su rostro mostró pánico al momento en el que le escupí en la cara sus preferencias ¿C-cómo lo sabes?

¡¡Porque se cómo te comportas cuando esta ella!!Retrocedió un poco al ver que me alteraba, no dijo nada, parecía perdida, como repasando lo que dije, y cuando vio que estaba un poco calmada decidió volver a hablar.

¿Cómo te...Enteraste? Preguntó un poco nerviosa.

Cuando Leslie te llevo por primera vez a nuestra casa...

Por favor... No... Le cuentes a... Nadie...— Su voz estaba temblando.

Como si fuera a hacerlo, tus preferencias sexuales me importan una m****a, tu vida es tu jodida vida Salí de ahí en cólera, pero al llegar al aula, ya me había calmado un poco.

El día transcurrió igual que siempre, muy aburrido, cuando terminó la última clase, logré ver a Julia entrando al salón y acercándose a mi ¿acaso se va a desquitar por todo lo que escupí?

Elizabeth su voz sonaba nerviosa y asustada, yo solo suspire con fastidio he hice ademán de que me importaba poco Eh...Necesito hablar contigo eso me agarro desprevenida, nunca había querido hablar, siempre que cruzábamos miradas, hacía lo posible por graznar improperios, o golpearme… pero ¿hablar como una persona civilizada?

D-de que quieres hablar —Aunque mi rostro mostraba sorpresa, no deje de hacer distancia… por si algo ocurría.

No me sorprende Hubo un ligero cambio en su voz —Que tomes distancia y actúes de manera fría hacía mí no me sorprende, después de todo, he estado jodiendote todo este tiempo—suspira —Porque mis problemas siempre los desquito con gente que no lo merece —Dijo en voz baja, pero no lo suficiente para que solo yo la escuchara.

¿Problemas? Sin darme cuenta había avanzado hasta quedar a medio metro de ella.

Eh... Bueno... —Dudo un poco tomo aire y continuo Mi padrastro es un hijo de puta conmigo, cuando era pequeña, el abusaba de mí, aún lo hace —Hizo una ligera pausa, y luego siguió —A mi madre le importo una m****a, y cuando me voltea a ver solo es para regañarme o abofetearme, mi hermana solo está obligándome a hacer cosas que no quiero, en pocas palabras, me tratan como basura, pero eso no es a lo que quiero llegar.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo