6. Sorpresa.

Alexander no pudo evitar observar a Franchesca alejarse, su cuerpo desnudo envuelto en la sábana. Un torrente de celos y rabia lo invadió. Imaginó a otros hombres disfrutando de ella, y sus puños se apretaron con fuerza. Si tan solo hubiera visto la mancha en las sábanas, tal vez su ira se habría calmado. Pero en ese momento, los celos lo consumían de una manera que nunca antes había experimentado. No era la tristeza que lo embargó cuando Teresa lo dejó por otro; era una necesidad visceral de eliminar a cualquiera que osara tocar o hubiera tocado a Franchesca. Respiró profundamente para controlar sus emociones..

—No tardes —dijo con voz tensa—. Te espero en la piscina para desayunar.

Bajo el brazo llevaba un nuevo contrato, redactado apresuradamente por su abogado e impreso en la impresora de la villa.

Se sentó en una de las sillas junto a la piscina y contempló el abundante desayuno que acababan de servir. Sin embargo, no tenía apetito. Lo único que anhelaba en ese instante era devor
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo