Thiago Montgomery, es el prestigioso, codiciado y malhumorado CEO de Enterprise Rent-Cars, un hombre ambicioso que no se detiene ante nada y ante nadie para conseguir lo que quiere y su principal objetivo es hacerse con la mitad de las acciones de Enterprise Airplane. Y si para eso debe aceptar una boda con la hija mayor de la familia Preston, está más que dispuesto a sacrificar su libertad. Amber Preston, es una chica de veinte años, con deseos de librarse del yugo de su padre ¿El precio? Trabajar un año bajo las órdenes de su cuñado ¿El problema? Amber no lo conoce y tampoco está interesada en conocerlo, pero ella desea ser libre y termina aceptando la oferta de su padre. ¿Qué sucederá cuando ellos se conozcan? ¿Puede un hombre casado sentirse atraído por la hermana de su esposa? ¿Podrán evitar la tentación de caer en el placer de un amor ilícito? Adaptación de la historia Ilícito, (LGTB) de mi autoría. Bajo el registro número: 2202080435637
Leer másAmber caminó de un lado a otro en la sala del hospital. Félix había llamado anunciando que Andy estaba en trabajo de labor y parto.—Cariño, ven siéntate conmigo —pidió Thiago palmeando la silla junto a él.—Estoy nerviosa y emocionada. El bebé de Andy y Félix será hermoso —dijo mordiéndose los labios.Había pasado las últimas semanas pensando en un bebé y no se atrevía a hablar con Thiago sobre el tema.Sin saber que él también estaba en la misma situación que ella.—Yo también lo creo y por el bien de ese bebé espero que herede la inteligencia y la belleza de su madre.—Félix es muy guapo y es posible que el bebé se parezca a él —dijo Amber caminando para sentarse junto a Thiago.—¿Hay algo que quieras decirme? —preguntó al verlo hacer un puchero.—Thiago, sé que no hemos hablado al respecto, pero… Me gustaría tener un hijo —dijo escondiéndose en el pecho del hombre.—¿Un hijo? —preguntó Thiago emocionado con las palabras de Amber.—Sí, quiero cargar un bebé entre mis brazos y saber
Thiago miró con semblante serio y profesional, al hombre sentado frente a él, por un momento experimentó un Déjà vu.Ya había estado en el pasado en esta misma situación y por un momento pensó que era el mismo día y el mismo mes y diferente año.—Entonces… —hizo una pausa—. ¿Quieres tener un trabajo en Airplane? —preguntó con calma.— Airplane, fue el negocio de mi familia por décadas, Thiago. Hoy está en tus manos y en manos de mi hija. Sé que Amber es noble por naturaleza y sé que nada le costará tenderme la mano y ayudarme. Pero he perdido mucho tiempo de mi vida esperando que otros hagan las cosas por mí —dijo—. Nunca he hecho algo por lo cual pueda sentirme orgulloso. Solo fui un heredero, sin ambición y sin visión en los negocios. Me gustaría empezar de nuevo y hacer que Amber se sienta orgullosa del padre que le tocó —añadió.Thiago se vio sorprendido por la petición de Guillermo, sin duda este hombre no tenía nada en común con el hombre arrogante que había entrado a su oficina
El cuerpo de Maggi Preston cayó sin vida sobre la tierra.—¡Maggi! ¡Maggi! —gritó Ariadne, mientras caía de rodillas frente al cuerpo de su hija—¡Una ambulancia! ¡Por favor, una ambulancia! —sollozó.La mujer quería tomar a su hija en sus brazos, pero las esposas se lo impidieron.—Está muerta —dijo la agente que había cometido el error de no asegurar las esposas de la detenida.—¡¡¡Nooooo!!! ¡¡¡Nooooo!!! —gritó.Ariadne se rompió en miles de pedazos al escuchar la voz de la agente. Su hija no podía estar muerta.—Es mentira, ella no está muerta. ¡Mi hija no está muerta! —gritó tratando de despertar a Maggi.—¡Llévensela! —ordenó el subjefe de la policía.—¡Noo! ¡Por favor, llamen una ambulancia! —suplicó, sin embargo, ningún agente le prestó atención. Ella y Robert fueron llevados hacia la patrulla para ser puestos a disposición de la justicia de San Francisco.Amber miró horrorizada el cuerpo de su hermana, mas no se acercó. Thiago no se lo permitió.—Necesitamos llevarte a la clíni
Thiago caminó de un lado a otro como lo hace una fiera en su jaula, fuera de su hábitat. Se sentía como una fiera a punto de devorar a su presa.Caminó, se mesó el cabello. Se sentó y repitió el ritual un par de veces antes de salir de la biblioteca y reunirse con el jefe Davis y Félix.—¿Andy? —preguntó.—Me tomé la libertad de pedirle que subiera a descansar. No ha dejado de llorar y estoy preocupado. No sé qué decirle y mucho menos cómo consolarla.—Vamos a encontrar a Amber, Félix. Ariadne llamará tarde o temprano —aseguró, pero no hizo mención alguna de las fotografías que le habían hecho llegar un par de horas atrás.—Señor Montgomery —dijo el jefe de la policía. Él también había escuchado los gritos del hombre, pero no hizo pregunta alguna. Su misión era traer de regreso a Amber Preston.—Estamos listos, en el momento que la llamada entre, iniciaremos el rastreo.Thiago sabía que no iba a esperar mucho. La ambición de Ariadne y Maggi no les permitiría mantenerse quietas y así f
«¡Secuestrada!»El solo pensamiento hizo a Thiago sentir terror y tuvo que luchar contra la náusea que subió por su garganta. Él no podía y no tenía tiempo para comportarse como un hombre débil. No cuando Amber estaba en manos de Dios sabrá qué clase de delincuentes.—Me he tomado el atrevimiento de llamar a la policía, desde que la señora me expuso la situación asumí que algo debía estar pasando y estas imágenes comprueban que la joven no iba ebria como le han hecho creer al guardia de seguridad —expresó el Gerente del centro comercial.Thiago se alejó un momento del hombre y de todos, pensando, armando el caso detallado en su cabeza.Ni siquiera prestó atención a Nicky y Félix que hablaban con el Gerente o la policía cuando estos hicieron su arribo.En la cabeza de Thiago dos nombres se repetían como un maldito mantra. Ariadne y Maggi Preston.Esas dos mujeres podían ser capaces de todo con tal de hacer sufrir a Amber y que mejor manera de castigarlo a él que haciéndole daño a su ch
Amber miró a través de la ventana del auto los edificios de la ciudad, el día era espectacular para salir de compras.—¿Espero por usted, señorita? —preguntó Ramiro minutos más tarde, cuando se estacionó en el parqueo del centro comercial.—No sé cuánto tiempo voy a demorar, Ramiro. No me gustaría hacerte esperar, te llamaré para que puedas venir por nosotras —dijo bajando del auto antes de que Ramiro pudiera bajarse y abrirle la puerta.—Está bien, señorita Preston, por favor no dude en llamar si necesita algo —pidió el chofer.—Gracias, Ramiro —respondió con una ligera sonrisa.Amber caminó por el estacionamiento para reunirse con su mejor amiga. Siendo sincero consigo misma, jamás se imaginó que estaría con Andy comprando cosas para bebés. Es más, jamás imaginó a Andy casada y siendo madre. Pero no tenía ni una sola duda de que sería la mejor mamá del mundo.Lo sabía por la manera tan fiera con la que la cuidaba y defendía. Había sido así desde que se conocieron.—¡Amber! —gritó An
—¡Date prisa, Thiago, o Andy es muy capaz de castrarte si te retrasas y perdóname, pero sin ese paquete en medio de tus piernas las cosas cambian! —gritó Amber desde la habitación, mientras Thiago se daba una ducha.—Pues lo siento por Andy, pero soy un hombre jodidamente ocupado. ¿Qué es lo que se traen entre manos ahora que han llamado de última hora? —preguntó Thiago saliendo del cuarto de baño.—Pues no tengo ni la menor idea, lo cierto es que me llamó y dijo que era importante y que no podíamos faltar. Se escuchaba muy feliz. Así que puedo pensar que no se trata de algo malo —dijo Amber.La muchacha se mordió los labios al girarse y ver el cuerpo desnudo de su macho alfa. El muy cretino solo traía una toalla alrededor de su cuello. Dejando a la vista toda su anatomía para tentarla, Amber sabía que era así.—No me mires como si fuera un maldito trozo de carne, Amber —pidió Thiago, sin embargo, Amber sabía que este era un juego sucio de su parte.¿Quién en su sano juicio no lo mira
La propuesta de Thiago estaba lejos de ser la más romántica del mundo, pero era totalmente sincero y eso era algo que la muchacha apreciaba por encima de todas las cosas.Thiago era más que el hombre que amaba, era su modelo a seguir. Era el hombre perfecto.La pareja disfrutó de su momento, bailaron y bebieron, mientras los novios compartían con los otros invitados y seguramente por el resto de la noche no los echarían de menos si decidían darse una escapadita.—Te deseo —susurró Amber un tanto achispada por la champaña en su sistema.—Solo espera a que la fiesta termine y Andy se marche a su luna de miel y sabrás lo que es bueno —le susurró Thiago al oído.La muchacha tembló y se sintió terriblemente excitada ante aquella amenaza.—Pues le pediré que se marche ahora —dijo Amber en medio de un gemido.Thiago dejó escapar una carcajada que para Amber sonó cómo a la más dulce melodía de amor.¡Estaba irrevocablemente enamorada de su prometido! Y se sentía realizada en más de una manera
«No»«No estoy lista para esto»Félix miró a Andy y supo que su negativa no tenía nada que ver con él.Quizá el tiempo que llevaban juntos no podía calificarse como suficiente para llegar a conocerla. Sin embargo, Félix podía asegurar que la conocía muy bien y no hablaba de su cuerpo, sino de lo que encerraba su mirada.Andy era una mujer directa y expresaba lo que sentía cómo lo sentía. Pero su negativa de ese momento no estaba impulsada por nada de eso.En su mirada podía leer el miedo y sabía que tampoco él era la causa. Por lo que se puso de pie lentamente, mientras Thiago y Amber permanecían callados.—Andy…—Lo siento, Félix —pronunció antes de abandonar la terraza.Félix la vio caminar a paso lento hacia el pequeño jardín del restaurante.—Hablaré con ella —se ofreció Amber luego de unos minutos.—No, no es necesario, Amber. Lo haré yo mismo, —dijo antes de salir detrás de Andy.Félix no era estúpido y tampoco podía decir que no tenía experiencia en leer a la gente. Era un homb