¿Normalidad?

Edith:

No había dormido casi nada debido a la incertidumbre y la preocupación, me había dado un baño rápido y tras eso le envíe un mensaje a James para decirle que hoy no podría ir por asuntos familiares, él no había preguntado que era y me había dicho que estaba bien, sabía que no habría problema con él.

Voy a la cocina para preparar hot-cakes, picar fruta y preparar malteadas, no podía dejar de ver mi teléfono en espera de la llamada o mensaje de Ancel, la verdad es que se había portado muy amable anoche, algo que me había sorprendido, suspiro y entonces escucho pequeños pasos, me pongo de pie del taburete como un resorte y los veo bajar, lucían adorables ya que Bras lo había tomado de la mano, eso hizo que mi corazón se calentara y me hiciera ver que estaba tomando la decisión correcta.

- Buenos días mis pequeños ‒me acerco para abrazarlos y besar sus mejillas.

- Buenos días mami ‒mi pequeño Bras bosteza.

- Ben ia mami ‒Luc dice lo último bajo, muerdo mi labio para evitar llorar.

- ¿Cómo dormiste bebé? ‒lo alzo suave, él acomoda su cabeza en mi pecho, era tan adorable.

- Men ‒asiento, con cuidado lo acomodo en la silla, necesitaba hacer unas cuantas compras, Luc necesitaba una sillita alta, ropa de su edad, juguetes, en definitiva una cama, pienso mientras les sirvo la fruta con miel y granola, también tendría que buscar un terapeuta del lenguaje, un psicólogo, iría con el pediatra de Bras, suspiro, había tantas cosas que hacer, quizás el pediatra podría recomendarme algunas personas.

Cuando acaban la fruta les sirvo los hot-cakes junto con la miel y la malteada, me alegraba verlo comer tan animado.

- Cariño, necesitamos ir al doctor para que te revisen y te pongas bueno, ¿estás bien con eso bebé? ‒acaricio su cabecita suave, él me mira y asiente.

- Sí mami ‒beso su cabeza, me pongo derecha al escuchar que suena mi teléfono, me apresuro a tomarlo y veo el nombre de Ancel, respondo de inmediato.

- Ya está listo todo ‒es lo primero que escucho nada más responder‒, tendrás que ir a la dirección que te estoy enviando, cosas de protocolo, ahí te va a esperar William Patel, trabaja como asistente social y te ayudará con el proceso.

- Gracias Ancel, ¿a qué hora? ‒les sonrío a mis pequeños con amor.

- A las diez, tienes tiempo suficiente, y ya quedó todo lo demás, lo único que tienes que hacer es ir al ayuntamiento con Stella Knight para firmar el certificado de Brassen ‒era tan extraño escuchar el nombre de mi hijo saliendo de su boca, pero en fin, era necesario.

- Te agradezco, supongo que después me dirás cuándo nos vemos, ¿cierto? ‒lo escucho reír, podía ver su rostro en mi mente con esa sonrisa cínica, era malo para mi estabilidad mental lo guapo que se veía así, pero no se lo diría por muchas razones.

- Sí, pero tranquila, disfruta a tus hijos antes de disfrutar de mí ‒no puedo evitar soltar una sonora carcajada y negar con la cabeza, me giro para ver a mis pequeños viéndome extrañados.

- Tengo que dejarte, debo preparar todo ‒escucho un hasta luego antes de colgar‒. Bueno Bras, cariño, ve a ponerte el uniforme ya que el autobús no tarda en venir, ¿quieres? Tengo que arreglar a Luc para ir donde el doctor ‒me había acercado a ellos.

- Sí ma ‒baja de la silla y corre escaleras arriba, alzo a Luc y tras darle un beso en la frente subo también las escaleras.

Antes de preparar el desayuno había alistado la ropa para Luc, gracias al cielo esta le quedaba mejor que la de anoche, sin duda iríamos de compras al salir de con el doctor.

Había llamado al señor Adam, él conocía a Bras y quería presentarle también a Luc, claro que se había sorprendido pero me había felicitado, le había gustado a mi pequeño.

Una vez que llegamos al hospital el señor Patel ya nos está esperando, Ancel había sido muy amable de enviarme una foto del hombre.

- ¿Señora Gastrell? ‒asiento, siento que Luc se aferra a mi cuello con algo de fuerza.

- Sí, un gusto señor Patel ‒estrecho su mano.

- Y ese debe ser el pequeño, ¿cuál es el nombre? ‒beso la cabeza de Luc para calmarlo.

- Lucas Wilson ‒asiente, lo veo comenzar a tomar notas.

- Ahora, pasaremos con el doctor para la evaluación, mientras lo revisa me gustaría que llenara un formulario ‒asiento mientras caminamos al consultorio.

- Luc, cariño, ¿recuerdas lo que te dije de la visita al doctor? ‒él asiente‒, bueno, lo veremos ahora, aquí voy a estar así que tranquilo ‒me mira con sus grandes y tristes ojos mientras asiente, me dolía el corazón de pensar cuanto tardaría en que esa tristeza se fuera de sus ojos.

- Adelante ‒veo a una enfermera abrir la puerta del consultorio, entramos seguidos por el señor Patel.

- Mateo ‒el señor Patel y el doctor estrechan sus manos, supongo que no es la primera vez que tratan con algo así.

- Me imagino que usted debe ser la señora Gastrell ‒me mira atento, extiende su mano y la estrecho suave.

- Puede llamarme Edith, él es el pequeño Luc ‒lo giro para que mi pequeño pueda ver al doctor.

- Hola pequeño, ¿puedo decirte Luc? ‒le dice suave y con una gran sonrisa, se veía que era bueno con los niños.

- Sí ‒dice bajo, me mira cómo preguntando si está bien, le asiento suave.

- ¿Me dejas revisarte pequeño? ‒Luc me mira y le sonrío de manera tranquilizadora, mi pequeño asiente y lo dejo suave en la camilla.

- Ayer tome estas fotos antes de bañarlo ‒saco mi teléfono y se lo paso al señor Patel, el doctor revisaba a Luc mientras llenaba el formulario‒. Lo que me dijo es que sus padres se drogan y lo descuidan mucho, estaba en el parque con eso que no podría llamar ropa y con hambre, suele tomar de la basura ‒aprieto los dientes evitando maldecir a esos remedos de seres humanos.

- Entiendo ‒veía que anotaba todo lo que le decía‒, ¿le dijo dónde vivía? ‒niego, él asiente.

- Bueno ‒el doctor se gira después de un rato, me acerco para levantarlo‒, tiene varias cicatrices, algunas recientes otras no tanto, muchos moretones de diferentes colores, esta desnutrido y tiene algunas deficiencias en el habla, quisiera hacerle laboratorios para un mejor diagnóstico, si tiene anemia o alguna otra cosa ‒lo veo escribir algo en una receta, asiento a todo lo que me dice.

- Doctor, no quisiera preguntar esto pero, ¿no hay otro tipo de abuso? ‒el doctor alza la vista muy serio, trago saliva temiendo lo peor.

- No, por muy malo que suene, sólo fue abuso físico ‒suspiro de manera interna, no es que eso fuera bueno, pero entre tanto, era lo mejor que podía esperar en esta situación.

- Con esto puede pasar al laboratorio y dígales que es de urgencia, podré verlos en cuanto estén listos ‒asiento tomando el papel.

- Entonces queda constatado el abuso y la negligencia, voy a investigar en el sistema ‒asiento, lo veo anotar algo más‒. El protocolo marca que debo llevarme al niño, pero me dieron la indicación de que puede fungir como hogar de acogida, debe saber que comenzaran a investigarla y pronto la visitara una compañera como parte del proceso.

- Muy bien, estaré esperando su visita ‒el señor Patel asiente mientras guarda sus cosas.

Tras darle las gracias al doctor salimos de ahí, debía ir al centro comercial para comprarle ropa, lo demás lo había encargado en línea y hoy mismo lo entregarían. Tenía que hablar con Melinda sobre Luc, y presentársela para cuando tuviera que ausentarme.

- ¿Mami? ‒salgo de mis pensamientos al oír su suave voz.

- ¿Qué pasa cariño? ‒beso su frente, pasábamos por algunas tiendas del centro comercial, iría a mi favorita donde siempre podía encontrar ropa muy linda para Bras.

- Pueo ‒señala una tienda, había muchos juguetes y peluches.

- Claro, vamos ‒la ropa podía esperar, entramos en la tienda y lo dejo en el suelo para que recorra todos los pasillos que quiera, había tomado un carrito y le había dicho que podía poner todo lo que le gustará ahí, al inicio era muy tímido pero después tomo confianza y tomo más cosas que le gustaban, en otros casos no haría esto, pero quería que estuviera feliz y quizás lo material no era lo más adecuado, sin embargo, el mensaje que intentaba darle era que ahora podría tener lo que necesitaba y porque no, lo que quisiera.

Al final había terminado con un montón de bolsas, un chico muy amable me había ayudado a llevar todo al auto del señor Adam.

Habíamos vuelto a la tienda de ropa y también habíamos salido con un montón de bolsas, había encontrado suetercitos tan adorables que no había resistido el impulso de comprar cuanto se me atravesó.

- Alguien se emocionó un poco ‒rio bajo ante el comentario del señor Adam, habíamos tenido que acomodar el resto de las bolsas en el asiento de adelante y un poco atrás.

- Sólo un poco ‒habíamos pasado por comida para llevar, a él sí que le había dado su comida en el local, igual había llevado fruta y unas galletitas por si le daba hambre.

- Gracias por la comida ‒el señor Adam me sonríe mientras comemos dentro del auto.

Odessa:

Volver a trabajar tras una semana había sido extraño, esta era mi normalidad pero se sentía extraño al mismo tiempo, gracias al cielo los estudios de Luc habían salido bien, ya tenía el certificado de Bras, la asistente social ya había ido y todo estaba bien. El proceso de adopción iba lento pero seguro, habían localizado a los padres de Luc y estaban siendo entrevistados, cuando podían, estaba demás decir que eran un desastre, mi abogado me aseguró que la adopción pasaría más temprano que tarde, así que me sentía tranquila.

Noud no sabía nada de Luc porque estaba de viaje, mi pequeño se había adaptado bien a Melinda y mi abuela, había costado unos tres días pero ahora se sentía seguro, le había hablado de mi trabajo y creo que lo había entendido bien.

- Reviviste ‒ruedo los ojos divertida ante la broma de Omar, le devuelvo el abrazo, me había perdido toda la primera semana, tanto de la prueba de vestuario como del ensayo.

- Estuve un poco ocupada ‒me encojo de hombros restándole importancia‒, después te cuento, ahora debo probarme la ropa antes de iniciar ‒asiente y camino al camerino, por suerte la ropa me quedaba bien.

- Menos mal que los ajustes serán muy pocos ‒asiento a Susy, que es la que se encarga del vestuario.

- Gracias Susy ‒ella asiente, Rose se acerca y me ayuda con la peluca y el maquillaje, en esta primera escena estaría en un baile fingiendo que lo que pasó no me afectó para nada, ahí alguien diría que mi ex prometido murió un mes después de casarse, al final del capítulo aparecería mi prima ostentando el título de marquesa, entonces, Beatrice la humillaba de una manera muy sutil, logrando que su prima se ganara el desprecio de la alta sociedad.

Comenzamos a filmar y en un descanso llevo a Omar a un balcón, saca un cigarro y me ofrece uno, nunca antes me había gustado pero a veces, gracias a la carga de trabajo había descubierto que era relajante, procuraba no hacerlo seguido pero en este caso, era para acompañar a Oscar mientras le contaba las novedades.

- ¿De verdad vas a adoptar? No que este mal, pero ya sabes lo complicado e impredecible que es este medio ‒asiento, claro que lo sabía.

- Sí, lo medite todo y tengo el asunto bajo control ‒él asiente y me da un pequeño abrazo.

- Pues felicidades entonces, ¿Bras está feliz con su hermano menor? ‒asiento, apaga el cigarro cuando le llaman para filmar.

Se va y me quedo ahí perdida en mis sentimientos.

- Nunca te gustó fumar ‒frunzo el ceño y me giro a ver a Duncan, evito rodar los ojos.

- No sé quién de su círculo no lo hace, pero yo tengo este feo habito desde hace años ‒me encojo de hombros dándole una calada al cigarro.

- ¿De verdad vas a seguir fingiendo Edith Astor? ‒pongo mi mejor cara de póker.

- No sé quién es esa mujer ‒digo mientras le doy una calada al cigarro.

- Sé porque lo haces, y también sé que me lo merezco ‒suspiro harta de esto.

- No hago nada porque no soy quién dice, soy Odessa Abney, nada más ‒su actitud me estaba desquiciando y lo único que evitaba que mis nervios se dispararan era justo la nicotina en mis dedos‒. Crea lo que le dé la gana o lo haga sentir mejor, por lo regular suelo ser más amable con las personas, pero usted está agotando mi paciencia y bueno, también soy humana, le pido que se vaya de mi presencia, incluso si la propiedad es de su familia, se está pagando por su uso ‒doy una última calada antes de apagarlo en un improvisado cenicero. Sin más comienzo a caminar a donde filmaban, prefería quedarme ahí a seguir con ese hombre tan irritante.

Con tal de volver a casa lo más pronto posible, le había pedido a James adelantar todas mis escenas, había accedido con gusto.

James me había asegurado que tardaría cerca de dos semanas en completar mis escenas, justo ahora grabaría una importante.

****

«Beatrice veía a su sirvienta más leal, esta le había asentido, todo estaba saliendo de acuerdo al plan, ella había sembrado la evidencia.

La gente comenzaba a llegar, Beatrice todavía se estaba arreglando, sonreía mientras se veía al espejo, había tenido que fingir que perdonó a la estúpida de su prima, incluso la había invitado a quedarse, en realidad se lo había puesto muy fácil. Su prima se había enamorado de un pobre herrero, había intentado seducirlo para vengarse de ella, pero el tipo la amaba de verdad, lo que la llevó a usar el plan b.

- Ana, pásame mi alhajero ‒ella era otra de sus sirvientas, no era nueva, así las sospechas no recaerían en sus sirvientas principales.

- Claro mi señorita ‒hace una reverencia y se mueve para traerla, Ana no sabía del plan, Sofí sí, pero la había mandado de vacaciones de manera conveniente. Con cuidado me entrega la cajita y al abrirla comienza la actuación.

- Ana, mi collar de zafiro y diamante no está ‒rebuscaba a pesar de saber que era en vano.

- ¿Cómo dice señorita? ‒mira la caja y en efecto, esa joya no estaba, era imposible que la colocasen en otro lado, era la pieza más costosa de la colección, era una joya de familia.

- Llama a los guardias, ¡alguien me ha robado! ‒la pobre asiente y sale corriendo, en cuanto se pierde Beatrice sonríe.

Pronto los guardias llegan junto al alcalde y el jefe de la policía, los cuales habían sido invitados de manera conveniente.

- Mi señorita, traje a estos caballeros también ‒asiento, Beatrice se pone de pie y comienza a llorar.

- Me robaron, esa joya ha estado en mi familia por más de cien años, y alguien la ha tomado, que tragedia ‒el jefe de la policía se acerca, pide una descripción del collar y me pide permiso para revisar la mansión, Beatrice da la instrucción de que haga lo que tenga que hacer.

También le había tendido una pequeña trampa a su prima, con la ayuda de otra sirvienta la había mandado llamar, le había pedido que omitiera dónde estaba, por lo que la estúpida de Marie había ido directo a mi habitación, entrando por supuesto.

Así que cuando el jefe comenzó a entrevistarlos a todos, aquella sirvienta relató lo que ocurrió ese día, Beatrice hizo el intento de defender a su prima, pero dadas las circunstancias, tuvo que permitir que revisaran sus aposentos, como era de esperarse, el collar estaba ahí así que fue arrestada.

- No, soy inocente, lo juro ‒gritaba mientras se la llevaban, la mansión tenía algunas celdas, así que iría a parar ahí mientras se llevaba el debido proceso, sin duda, eso había salido como lo había planeado.»

****

- Muy bien, corte y queda, Omar, sigues tú ‒James le habla a Omar, él debía hablar con ella en la celda‒. Ody, ¿crees que podrás venir en la siguiente semana para filmar lo último? Quiero agregar unas cosas pero debo prepararlo todo.

- Claro, sin problema ‒le sonrío antes de ir a mi camerino, me apresuro a quitarme la ropa y suspiro con alivio, al fin podría volver con mis pequeños.

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