Celebración

Edith:

Ancel había mantenido todo lo de la adopción en total secreto, no sé cómo lo había hecho, ningún periodista se había enterado de nada, lo que era un alivio.

Durante un mes había ido y venido al juzgado, visitas de una asistente social y llamadas con el señor Patel.

Había llevado a los pequeños a la fiesta de los hijos de Omar y Lilia, sus mellizos que eran como primos para Brassen, se habían llevado bien y me alegraba que todos lo hicieran sentir bienvenido.

Durante todo ese tiempo estuvimos con el pediatra de Bras, él iba evaluando el desarrollo, también iba con una terapeuta de lenguaje y poco a poco comenzaba a mejorar, había ganado algo de peso y hablaba un poco mejor.

- Hermano, hermano ‒escucho que Bras grita en la puerta, se había acercado con Melinda para abrirla, me estaba encargando de limpiar las manos de Luc ya que se había ensuciado con pintura, él y Bras dibujaban‒, adivina, adivina ‒sonrío al oír la emoción en su voz, a todos le decía que tenía un hermano menor.

- Hola Bras ‒escucho sólo dos pares de pasos, entonces supongo que lo ha cargado‒, ¿qué pasa?

- Tengo un hermano menor, se llama Luc ‒pronto veo que Noud entra en mi campo de visión, lo saludo.

- Hola Noud, te presento a Lucas Wilson, por el momento; Luc, él es Noud, ¿recuerdas que tu hermano te hablo de su hermano mayor? ‒mi pequeño asiente, mira a Noud, este estaba más que sorprendido.

- Jesús, ¿hace cuánto me fui? ‒comienzo a reír bajo mientras niego.

- Lo estoy adoptando, me permiten que viva aquí como casa de acogida hasta que se haga oficial la incorporación a nuestra familia ‒beso la mejilla de Luc.

- Hola ‒dice bajo mi pequeño, se esconde en mi cuello.

- Es algo tímido al inicio ‒froto suave su espalda‒. Noud es muy buena persona bebé, tranquilo ‒él asiente y alza su cabecita.

- Hola Luc, un gusto ‒le sonríe a la distancia, eso parece relajar a mi pequeño.

Después de quince minutos, Luc había entrado en confianza con Noud, incluso Bras le había propuesto que también fuera su hermano mayor, Noud había aceptado, supongo que enternecido por la petición de ambos, sonrío, sin duda sería un buen padre si algún día decidiera serlo.

Saco mi teléfono cuando suena, Ancel no me había llamado todavía, me mandó un mensaje diciendo que todavía no estaba todo hecho y por eso no podía cobrar aún, así que me quedaba esperar, algo que me generaba algo de expectación y emoción por la anticipación. La persona al otro lado de la línea era el señor Patel, ya había cita para finalizar la adopción, le había agradecido y tras volver a la sala había abrazado a todos con emoción.

- Mañana tengo la cita para finalizar la adopción ‒chillo después de mecer a Luc llenándolo de besos‒, mañana mi pequeño será al fin, un Gastrell ‒todos aplauden con emoción.

Tras unos minutos me alejo de nuevo para llamar a Ancel, él había ayudado mucho y merecía saberlo.

- Ya lo sabía Edith, yo lo sé todo ‒ruedo los ojos ante su arrogancia.

- Bueno, sólo quería darte las gracias ‒muerdo mi labio, quizás esperando que ahora sí me hablara del pago, pero para mi sorpresa y si debía ser sincera, un poco de decepción; no me dice nada al respecto.

- Bueno, disfruta el momento, si festejas aquello, estoy disponible ‒muerdo mi labio, por alguna razón, una parte de mí estaba muy tentada a negarme pero otra, quería que viniera, ¿para qué? Ni idea, casi lo sentía como una morbosa necesidad de probar algo.

- Bueno, considérate invitado ‒casi podía ver su estúpida, arrogante y sexi sonrisa al otro lado del teléfono.

- Estaré esperando el mensaje, Edith ‒me estremezco de manera involuntaria, había una forma en la que decía mi nombre que me erizaba la piel.

Tras despedirme cuelgo, intento no sonreír pero era imposible, no podía negar que me atraía y al mismo tiempo, me hacía querer tenerlo lejos, si antes era difícil que me relacionara con alguien, ahora con un segundo hijo, sería más complicado.

Niego alejando esos pensamientos absurdos de mi mente antes de llamar a Rose, debía ayudarme a organizar algo para mañana en la tarde noche, debía invitar a Omar y Lilia, así como al señor Adam y su esposa, Monique y por supuesto, Ancel.

Al día siguiente estaba despierta muy temprano, casi no había podido dormir de la emoción, por suerte mis niños sí y eso era lo único que me importaba.

A las diez estaba lista junto al señor Patel, mi abogado y Luc, a este último se lo habían llevado ya que la jueza quería hablar con él, estaba nerviosa porque temía que se asustara o similar, pero gracias al cielo eso no ocurrió.

- Bueno señora Gastrell, hemos investigado a fondo ‒dice la jueza y la miro atenta‒, si bien me causó un poco de ruido su carrera como actriz, tras ver el informe de la señora Benson y el señor Patel, puedo constatar que no ha impedido la adecuada crianza de su hijo Brassen, además, Luc me ha dicho lo feliz y seguro que se siente desde que llegó con usted y su familia, eso es lo más importante aquí ‒trago saliva, quería llorar por las bellas palabras de mi pequeño‒. He retirado la guardia y custodia de Lucas Wilson a Nicole y James Wilson, y no habiendo encontrado algún pariente con la capacidad para cuidarlo ‒asiento, entre más hablaba más ansiosa me ponía‒, y tras la investigación, he decidido concederle la custodia legal del infante Lucas Wilson a la señora Edith Gastrell ‒no puedo evitar la enorme sonrisa en mi rostro, abrazo al abogado y al señor Patel.

- Gracias su señoría, de verdad gracias ‒la mujer asiente, ahora sólo quedaba firmar los papeles y ahora sería un Gastrell, había querido llevar el apellido de mi abuela, no porque el de mi abuelo no me gustara, sino que era representativo, como un nuevo comienzo.

- Mami ‒corre para abrazarme, lo habían mantenido en una salita con la señora Benson, lo alzo y lleno de besos.

- Hola mi amor, a partir de hoy, serás Lucas Gastrell ‒él asiente feliz, lleno los documentos que faltan y una vez que tengo su nueva acta de nacimiento, salimos de ahí.

Les envíe un mensaje nada más salir, todos estaban felices y esperando la celebración, sería en un pequeño jardín, Rose se había encargado de todo así que sólo quedaba llegar.

- Mira mami, gobos ‒asiento a Luc, lo bajo y él junto a su hermano corren para comenzar a jugar.

- ¿Te gusta? Busque algunas ideas en internet para ayudarme, creo que se ve bien ‒asiento y abrazo a Rose.

- Es perfecto, gracias tía Rose ‒le guiño un ojo.

De a poco iban llegando los invitados, me apresuro a saludar a Lilia cuando aparece con uno de mis ahijados.

- Hola precioso ‒lo lleno de besos, saluda a Lilia con un beso en la mejilla.

- Gracias ‒comienzo a reír al oír la voz de Omar detrás de ella.

- Miren a esa pequeña princesa ‒me apresuro a besar su mejilla, eran tan adorables a sus dos años.

- Perdonen la demora ‒la voz de Noud interrumpe los apapachos a mis ahijados.

- No pasa nada, estas bien de tiempo ‒Lilia y Omar dejan a los pequeños en el suelo, ellos corren hacia mis hijos para jugar.

- Le traje esto a Luc ‒me entrega el regalo y asiento mientras lo tomo.

- Gracias, Noud, quiero presentarte a mis grandes amigos, Omar y Lilia ‒ambos hombres estrechan sus manos, Lilia lo saluda con un casto beso en la mejilla.

- Los reconozco, de la televisión ‒ellos asienten.

- Él es el hermano mayor de Brassen, aunque ahora ha aceptado ser hermano de ambos ‒él asiente serio, era muy gracioso verlo a un lado de esos dos, eran muy alegres.

- Un gusto conocerte ‒Noud asiente y de manera cortes se aleja hacia Rose, habían hablado más y se llevaban bien, supongo que por eso se fue con ella.

- Bueno, iremos a ver a esos angelitos ‒Lilia le da un pequeño golpe a Omar por su comentario, rio y asiento. Mi abuela llegaría tarde ya que tenía una reunión que terminaría algo tarde, pero estaba bien.

- Señor Adam, me alegra que viniera, señora Lulu ‒había conocido a la mujer por petición del señor Adam, era muy fan de mi trabajo y de ahí, se había vuelto alguien importante.

- Felicidades por tu hijo ‒me abraza suave y correspondo feliz.

- Gracias, pesen por favor ‒ambos asienten y van donde Rose, ella había presentado a todos, faltaba por llegar Monique y Ancel, admito que del tiempo que estuvo fuera fue raro que lo pensará, pero verlo de nuevo había causado estragos en mí, niego, debía calmarme y mantener la mente fría, él y yo habíamos hecho negocios y eso era todo.

- Querida ‒salgo de mi ensimismamiento al oír la voz de Monique, la abrazo con gusto y la invito a pasar, ella se acerca a los niños para saludar y luego va con los adultos.

Sonrío al pensar cómo ha cambiado mi vida durante estos seis años, me imaginó lo horrible que hubiese sido de elegir quedarme, sé que si el abuelo hubiese vivido más, dejar ese matrimonio habría sido el triple de complicado, pienso en cuando me diera cuenta del embarazo, sabría que no era de Duncan y tengo la certeza que todo terminaría mal para mí y mi bebé.

- Cien dólares por tus pensamientos ‒la voz de Ancel me saca de mis horribles pensamientos.

- Ni aunque me dieras diez mil o un millón ‒él ríe ante mi tono de broma.

- Algún día quizás consiga saberlos, dicen que soy muy convincente ‒se había acercado lo suficiente para susurrar aquello en mi oído. Trago saliva, Dioses, eso no me ayudaba.

- Buena suerte con eso ‒me encojo de hombros y me separo un poco de él.

- Mami, mami, ¿ya vamos a comer? ‒siento que Bras tira de mi camisa‒. A usted no lo conozco señor, soy Brassen Gastrell ‒estira su mano, sonrío enternecida a mi caballerito.

- Un gusto ‒para mi sorpresa, Ancel se pone a su altura‒, soy Ancel Bauer-Fiore, pero puedes decirme Ancel ‒estrecha su pequeña mano.

- Muy bien, Ancel, ¿eres amigo del trabajo de mi mami? ‒lo miraba atento, Ancel parecía tener mucha paciencia.

- No, trabajamos juntos una vez, pero la conozco desde antes de que fuera actriz ‒muerdo mi labio, mi pequeño asiente.

- Esta fiesta es porque ahora Luc es mi hermano oficial, mami ahora es su mami ‒como si lo hubiese llamado, Luc se acerca corriendo.

- Con cuidado mi niño, no te vayas a caer ‒me preocupaba que al correr tan rápido tropezara y se lastimara.

- Estoy men mami ‒me dedica una gran y hermosa sonrisa, mi corazón se derrite por completo.

- Ancel, él es Lucas Gastrell, mi hermano ‒toma suave la mano de su hermano y la estira hacia Ancel.

- Hola Luc, soy Ancel y si no quieres darme la mano, está bien ‒le dice suave, con la mano hace un ademán de hola, mi pequeño lo imita, muerdo mi pulgar, Luc tenía el cabello rubio como Ancel y la piel igual de clara, cualquiera que viera esto pensaría que es su hijo. Sacudo la cabeza deshaciéndome de esos pensamientos.

- Hola ‒dice de manera tímida detrás de su hermano, era bueno que no se le presionara a interactuar con otras personas, sobre todo adultos desconocidos.

- Felicidades por tu nueva familia, tu mami luchó mucho por ti, ¿lo sabías? ‒ambos lo miran atento, habría hecho cualquier cosa por tenerlo conmigo, no me arrepentía de nada.

- Mami es la mejor ‒dice Bras con amor, Luc asiente de acuerdo.

- Lo es, pero seguro que tienen hambre, yo tengo bastante, ¿les parece si vamos a ver el menú? ‒mis hijos asienten, Ancel se pone de pie y toma sus manitas, era tan bueno con los niños, demonios.

- Gente, quiero presentarles a Ancel Bauer-Fiore, es un amigo ‒todos lo miran atento‒, Ancel, ya conoces a Rose ‒este asiente y se acerca para saludarla de beso en la mejilla‒, él es el señor Adam y su esposa, la señora Lulu ‒estrecha la mano con el hombre y a la mujer la saluda con un beso en la mejilla‒, ella es Monique, una amiga ‒hace lo mismo con ella que con Rose‒, mis amigos Omar y Lilia, también son mis compadres ‒les sonrío con cariño.

- Los reconozco por algunas películas y comerciales, un gusto ‒hace lo mismo que antes.

- Él es Noud Van Leeuwen y ‒antes de poder continuar, Bras me interrumpe.

- ¡Es nuestro hermano mayor! ‒chilla emocionado, Luc asiente de acuerdo.

- ¿Hermano mayor? ‒me mira alzando una ceja, mira a Noud y luego a Bras, y casi podía oír sus pensamientos al respecto, eran igualitos y decir que eran hermanos parecía una gran mentira.

- Larga historia ‒es todo lo que digo, Ancel asiente mirándome intrigado.

- Un gusto señor Bauer-Fiore ‒dice Noud estirando su mano.

- Lo mismo digo, señor Van Leeuwen ‒estrecha su mano, se miraban de una manera que no podía entender.

- ¡Abuela! ‒gritan al mismo tiempo Bras y Luc, corren hacia ella y parece que eso es lo que termina con la guerra de miradas entre ambos hombres.

- Mis niños ‒los abraza y besa sus cabezas.

- La comida está servida ‒dice Rose señalando el bufete, para los niños había hamburguesas y nuggets, les sirvo a los niños primero y dejo que el resto se sirva, les sonrío con amor al ver a los cuatro sentados comiendo mientras hablan de cosas que hicieron en su día.

- ¿Estuviste casada con el padre de Noud? ‒me giro a ver a Ancel con sorpresa.

- ¿Qué? ¡No! ‒comienzo a reír‒, fue cosa de una noche, nunca lo volví a ver ‒y era una lástima, había sido un hombre maravilloso.

- Seguro que a su hijo le encantaría hacerse cargo ‒lo miro mal, golpeo su brazo.

- Basta, no es gracioso, no veo a Noud de esa manera ‒ruedo los ojos.

- Eso veo, pero no significa que él no te vea, créeme Edith, no eres alguien que pase desapercibida ‒me estremezco cuando me mira con apreciación.

- Lo que digas ‒me giro para terminar de servirme, él era una cosa muy mala para mi paz mental.

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