📞 ¡¿Cómo rayos pudo suceder eso?! —, exclamó Damián, apretando el teléfono entre su mano, con ganas de estamparlo en la pared más cercana.📞 Sí, señor, como le he dicho, la madre de su hijo ha abandonado la clínica estando en labor de parto—, repitió el doctor al otro lado de la línea y Damián se pasó la mano por su cabellera con exasperación. Mientras que su esposa, estando a su lado, le tocó con suavidad el brazo derecho, para que se calmara. 📞 Pensé que su clínica era la mejor, pero ya veo la poca seguridad que tienen—, bramó Damián, desbordando su frustración en el médico, quien, al otro lado, apretó los puños y se mordió la lengua para no defenderse con palabras, y cuando se preparaba para recibir más insultos, él colgó la llamada.—¡Esa mujer nos piensa estafar!, pero no podrá hacerlo. No se lo voy a permitir, he pagado por su vientre y ese bebé que lleva dentro es mío—, rezongó Damián, ventilando la rabia a través de sus palabras. —Amado mío, la encontraremos. Ella debe te
— ¡Vete de mi casa! ¡No quiero volver a verte nunca más!—¡No digas eso, por favor papá! ¡No me eches! Necesito tu apoyo ahora más que nunca.— ¿Apoyo? ¡No pagué tanto dinero para que estudiaras en la mejor universidad solo para que regreses con un bebé en manos! —Para mí, mi hija murió el día que decidió ser una mujer desvergonzada que se embaraza de un hombre desconocido, ¡aun siendo la prometida de otro!Aylin, aterrada y llorando, trataba de explicarle a su padre lo que había pasado.— Papá, todo tiene una explicación. Por favor, cálmate y dame tiempo, juro que te contaré cada detalle. El bebé y yo necesitamos un techo.Suplicaba con las lágrimas empapando su rostro, pero sin apiadarse, su padre seguía gritándole y antes de que pudiera decir algo más; él le cerró la puerta en la cara. Sin embargo, antes de ser echada, Aylin vio a su madre en una esquina, llorando con decepción en los ojos. Esa mirada la rompió por completo.—Mamá, lo siento tanto. No sé qué hacer—, musitó destru
Aylin se encontraba en la cafetería del hospital junto a su buena amiga y asistente 'Karen' compartiendo un café mientras hablaban sobre el futuro y los planes que tenían en mente. —Entonces, ¿te vas a arriesgar a poner tu propia clínica? —Sí, al menos lo intentaré. Porque de ese modo, podré salvar la vida de ese niño y de otros como él. Por un momento Aylin hizo silencio y expresó: —Amiga. Me llena de coraje ver que jueguen con las vidas de seres inocentes que apenas están empezando a vivir y estoy segura de que puedo hacer la diferencia, necesito el dinero para poner mi clínica porque aquí como ves esa posibilidad de entrar a un quirófano, es nula. Ella miró a Karen con seriedad. —¿Estás segura de querer venir a trabajar conmigo? —Claro que si —Te lo pregunto porque sabes que tendremos que empezar desde abajo y ganarnos la confianza de las personas. Karen le sonrió a su amiga con confianza. —Estoy dispuesta a apoyarte, y lo sabes. Te envío todas las vibras positivas para qu
—Si en tres años más ella no aparece con mi hijo, y no logro conseguir las pruebas para encarcelar a mi hermano por todas las fechorías que ha hecho. Entonces donaré toda mi fortuna a varias instituciones públicas. —¿No consideras que estás tomando medidas muy drásticas? —Peor sería que el asesino de mi esposa termine por quitarme de su camino para quedarse con todo por lo que he trabajado. Sin importar lo que tenga que hacer, no voy a permitir que Darío toque un solo centavo de mi dinero—, prometió dejando a Kevin sin palabras. #### Aylin se encontraba en la cocina preparando la cena mientras peleaba sola, en su mente diversos pensamientos y emociones la invadían, y su frustración era evidente en su rostro; en ese momento, Karen llegó del gimnasio. —Hay amiga, si continúas peleando sola, tu hermoso cutis se va a arrugar más que el de mi abuelita inmortal de 103 años—, bromeó interrumpiendo los parloteos de Aylin. —Es que no tienes idea del enfado que me cargo. Hoy fue uno de mis
La reacción del pervertido fue instantánea y violenta, pero Aylin, que es experta en defensa personal, se anticipó. Con un golpe preciso y contundente, logró liberarse y poner distancia entre ella y su agresor. El pervertido, sorprendido y herido, se montó en su coche y huyó de la escena mientras que Damián se acercó más a Aylin, aun con la boca abierta y una ceja alzada.—Creo que debo preguntarle al hombre si está bien, porque tú, naturalmente, no estás mal.Aylin lo miró, y sus ojos brillaban con un fuego indomable. —No soy una damisela en apuros que necesita de un caballero para rescatarla. Como ves, soy autosuficiente, — respondió con orgullo.Damián asintió y una sonrisa jugueteaba en sus labios. —Eso veo, peleas como una mafiosa.Aylin bufó, evidentemente molesta y a lo lejos, vio un taxi y levantó la mano para detenerlo, sin embargo, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta, con gesto fruncido Damián se adelantó y la cerró. —Yo te llevaré, eres un peligro andante, po
Después de recibir esa llamada en la que le pidieron presentarse al banco, Aylin creyó que el día se le había arreglado, y sonreía emocionada al imaginar que ahora que su préstamo ha sido aprobado podrá preparar su quirófano para salvar la vida del niño.—Hola, buenos días. Soy Aylin Mujica—. Saludó a una gerente en cuanto ingresó al banco.—Bienvenida señora Mujica, por favor sígame—. Aylin frunció el entrecejo, y sin indagar dejó que la gerente la guiara hacia una oficina privada, intrigada y sorprendida miró el letrero en la puerta que decía "Director Ejecutivo". Un nudo de nervios se formó en su estómago, pues no entendía por qué le habían llamado a la oficina del director ejecutivo, ya que apenas había solicitado su primer préstamo, para tener tal honor.—Señor. Su invitada ha llegado. Anunció la gerente y enseguida salió, dejándola en la oficina y quedó ojiplática al ver al hombre sentado detrás del enorme y costoso escritorio. —Espera, tú… ¿Eres el CEO? —. Lo señaló, mostrán
Aylin se acomodó en el lujoso coche que Damián había enviado y aunque dudaba si había tomado la decisión correcta al aceptar ir con él, estaba preparada para enfrentarlo en caso de que intentara jugarle una trampa. Con el niño acostado en su regazo, se negaba a acercarlo a Damián, pero no tenía otra opción, ya que no encontró con quien dejarlo.Mientras avanzaban, el conductor permaneció en silencio, sin pronunciar una palabra y cuando finalmente, llegaron al estacionamiento de un glamoroso edificio, Aylin preguntó: —¿Ya hemos llegado?—Sí señora, es aquí —, respondió el hombre. Luego, subieron al séptimo piso y él ingresó un código para abrir una puerta que prometía revelar el lujo que se encontraba detrás. Al entrar al enorme lugar, Aylin confirmó que tenía razón, ya que cada mueble y decoración desbordaba elegancia y derroche.—Por favor, sígame—, le pidió el hombre, guiándola por un pasillo. Desconfiada y con sospechas, lo siguió. En cuanto, el hombre se detuvo frente a una pue
Tres días después.Aylin se encontraba sentada en la sala de espera de la HGPS, nerviosa y expectante. Su currículum, pulcramente preparado, descansaba en su regazo, listo para ser entregado. Ansiosa miraba a su alrededor, observando a los demás doctores que, como ella, esperaban ansiosos una oportunidad de ser contratados, pero su mente no dejaba de regresar a la imagen de ese niño que no había podido ayudar y como un susurro inoportuno, la propuesta de Damián volvió a su mente.—Si acepto. Podré salvar a ese niño y mejorar mi situación económica que va de mal en peor —, murmuró, más para sí misma que para cualquier otra persona, pero al darse cuenta de lo que había dicho, agitó la cabeza, negándose a exponer a su propio hijo a una situación incierta. Aunque la búsqueda de empleo había sido dura, creía que podía soportar cualquier cosa.Después de entregar su currículum, la secretaria que lo recibió le informó que le darían una respuesta en 20 días hábiles. Aylin se mordió la mejil