Alexa fue plantada el día de su boda por su novio Sebastián, quien se escapo del pueblo junto a Cristine, la mejor amiga de ella. Luego de siete años la pareja vuelve al pueblo enterándose que la joven Alexa se convirtió en la heredera de un magnate billonario. ¿Comenzara la venganza o renacerán viejos sentimientos?
Leer másMientras la furgoneta se aleja de las explosiones, los corazones de Alexa y Ozlem se funden en un abrazo.Cristopher las ve de reojo y una pequeña sonrisa sale de sus labios. George mientras cubre su herida siente un alivio en su alma. Por fin atrapó al hombre que cortó la vida de su esposa. No sólo eso, también ayudó a rescatar a tres personas que iban a sufrir el mismo destino... Su corazón, por primera vez en mucho tiempo se siente en paz.El joven conduce la furgoneta al hospital, donde los efectivos policiales ya estan esperando a Sanders para ser arrestado.— Ahora sí te pudriras en la cárcel por todo lo que haz hecho — le susurra George al oido mientras uno de los policías lo detiene.Sanders lo mira con odio.— Sabés que yo gane ¿cierto? — le dice Sanders haciendo una pausa — por que yo sigo vivo, a diferencia de tu esposa — agrega sonriendo.George al escucharlo decir aquello saca su pistola y le apunta a la cabeza.— Tranquilo George, tranquilo. No lo hagas — le dice uno de
Cristopher acelera la camioneta a fondo para tratar de alcanzar a Julián, quien está siendo rastreado por George.— ¡Se detuvo! — exclama George de repente asustando a Cristopher. — ¿A que te refieres? — pregunta Cristopher. — Julián se detuvo a unos 20 minutos de aquí, en unos almacenes afuera de la ciudad... Estoy seguro que es la guarida de Sanders ¡Apresurate! Si él acaba de llegar, seguramente Cristine aún no — agrega. Cristopher al escuchar aquello pisa aun mas el acelerador y Ozlem, quien va siguiendolo en el Jeep junto a Sebastián se da cuenta y trata de seguirle el paso.— Algo pasó — susurra Ozlem — ¿Tú sabes donde queda el laboratorio de Sanders? — le pregunta a Sebastián.— Vine un par de veces... Pero me cubrían la cara con una capucha — responde Sebastian — de resto Julián siempre era el que venía a hacer las vueltas chuecas de él.— No entiendo como pudiste caer tan bajo — dice Ozlem — jamas espere algo así de ti... De Cristine tal vez — añade mientras lo mira con re
Mientras la ciudad se sumerge en un silencio abismal, en las afueras de la Metrópolis la noche apenas comienza. El infame de Bran Sanders se encuentra en las afueras de la ciudad organizando el desalojo de su laboratorio clandestino. — ¡Apúrense! Debemos hacer esto antes de que amanezca — les grita a sus trabajadores. Los hombres estan empacando todo el material medico en cajas para transportarlos a otro lugar. — Strange, debes encargarte personalmente de los "paquetes" — le dice Sanders en voz baja. — Señor, entiendo su preocupación, pero ¿Porqué debemos cambiar todo el laboratorio a otro sitio? ¿De verdad es necesario? — pregunta Strange intrigado. Sanders lo mira con cara de pocos amigos. — Creo que no entiendes Strange — le dice mientras le toma por el cuello de su camisa — nadie nunca se había atrevido a tocar a alguno de mis hombres, pero ahora resulta que secuestraron a Julián, quien conoce todos los movimientos de mis cuentas en el extranjero y del lavado de dinero po
La noche ha comenzado.En el firmamento, la luna y las estrellas han sido tapadas por las gigantescas nubes grises que colman el cielo. La carretera esta envuelta en tinieblas y en medio de ella va Cristine. La peliroja maneja con los nervios a flor de piel mientras un frío sepulcral recorre todo su cuerpo.En la cajuela de su auto rojo yace Alexa, atada e inconsciente, aunque no por mucho.Cristine salió tan rápido del pueblo que olvido por completo llenar el tanque de gasolina y ahora el auto se está quedando sin ella.— No, no, no ¡maldición! — grita Cristine mientras le da un golpe al volante — tendré que detenerme por combustible — añade.La chica conduce durante unos minutos mas hasta que llega a la única estación de servicio que hay entre el pueblo y la ciudad.Cristine entra y estaciona el auto frente al dispensador de gasolina y un chico la atiende muy amablemente.— Llena el tanque... Ya vuelvo — dice Cristine.La chica apaga el motor del auto para bajarse cuando un cadilla
La noche acaba de comenzar y Cristine está camino en su auto rojo a la ciudad, con Alexa en su maletero y un saco de nervios encima. La chica está completamente asustada y quebrada por lo que acaba de hacer. Jamas había hecho algo así y mucho menos de tal magnitud.> se repite una y otra vez en su mente.Mientras Cristine está saliendo del pueblo, Sebastián comienza a recobrar el conocimiento en el sofá de su casa. Al despertar ve una nota de Cristine sobre la mesa donde le cuenta el plan que tiene para librarse de Sanders completamente. Sebastián se viste con rapidez y sale corriendo a casa de Alexa, al llegar toca el timbre de la casa desesperado y el ama de llaves baja a abrirle. — Joven Sebastián ¿qué hace aquí? — le pregunta el ama de llaves — el muy tarde — agrega. Sebastián no responde y entra sin pedir permiso. — ¿Dónde está Alexa? ¿Ozlem? ¿Dónde están? — le pregunta desesperado. — ¡eeh! En sus habitaciones... Donde se supon
Mientras Sebastián y Cristine discuten por lo que deberían hacer, el chico recibe una llamada de Strange que lo cambia todo.— Strange ¿qué sucede? — responde Sebastián al tomar la llamada. — Tiempo sin escucharte Sebastiansito — ¿Qué quieres Strange? — Parece que te levantaste de mal humor — comenta haciendo una pausa — ¿Sanders te llamó? — le pregunta. — Si, ya me arruinó el día... Me llamó hace unas horas ¿por qué? — Bueno, deberías agradecerle, según tengo entendido te dio la solución para pagar tu deuda — sonríe sarcásticamente. Sebastián ya está harto de escuchar las burlas de Strange. — ¿Llamaste sólo para eso? — le pregunta enojado. — No, llamaba para decirte que esta mañana llegó un paquete para Sanders... Y ¿a que no adivinas que había dentro? — pregunta haciendo una pausa — le enviaron la mano de Julián — agrega. Sebastián al escuchar aquello queda congelado, en Shock. — ¿Qué? — pregunta desconcertado — ¿Cómo que le enviaron la mano de Julián en un paquete? Crist
El dia libre de Sebastián se ha arruinado con aquella llamada. Ya no tiene cabeza para pensar en otra cosa.Nisiquiera tiene que pensar si acepta o no la oferta de Sanders porque debe cumplirla si o si.Sebastián y Cristine ya se han enterado que Alexa recobro por completo la memoria, así que no será nada facil acercarse a ella.— ¿Así que Sanders te dijo que si le llevabas a Alexa, nuestra deuda estaba saldada? — pregunta Cristine con un tono de emoción pero a la vez de incredulidad. — Si, fue exactamente lo que dijo — responde Sebastián — y justo eso es lo que no me cuadra todavía — añade.— ¿Cómo? Porfin tenemos la oportunidad de librarnos de él — comenta Cristine.— Si, lo se. También quiero librarme de las garras de ese imbécil, pero aún así hay algo que no encaja en todo este asunto... ¿Porqué y para qué quiere a Alexa? — dice Sebastián analizando el asunto.— Seguramente la quiere en su cama o algo así... Aunque si la quiere para eso, seguramente quedará decepcionado — Comenta
Mientras Sebastián analiza lo que le acaban de decir y lo que hará, Alexa se encuentra horrorizada en casa de George. > se pregunta. La chica ve a Julián desmayado, atado a una silla sobre un charco de sangre y sin una mano. > se pregunta muy asustada > Alexa queda congelada por unos segundos pero luego vuelve en sí y corre hacia la puerta para salir de allí en ese preciso momento. Al salir de la casa e intentar llegar a su camioneta, George tropieza de frente con ella. — ¿Alexa?... ¿Qué haces aquí? — le pregunta George con una sonrisa. Alexa no responde nada. Simplemente guarda silencio. En sus ojos se puede ver el miedo reflejado. — ¿Estás bien? — le pregunta George. El hombre mira hacia la puerta de su casa, ve que está abierta y deduce lo que exactamente pasó. — Alexa... no debiste entrar a la casa sin mi permiso — le dice mirándola fijamente. — Yo... Yo, yo no vi nada... — dice tartam
Cristopher, luego de consolar a Ozlem va hacia el cuarto de Alexa y toca a su puerta, pero ella no le abre, él continua insistiendo pero sólo hay silencio.El joven se fija en que la puerta está medio abierta y entra, pero cuando lo hace, se da cuenta de que la habitación esta vacía.— ¡Alexa! ¿Dónde estás? — dice llamándola en vano por toda la habitación. Alexa se fue en su camioneta a casa de George, a quien considera un buen amigo y con quien pretende desahogarse en esta situación, justo como lo hizo años atrás cuando Sebastián la dejó. Al llegar a casa de George, toca a la puerta pero se da cuenta de que está sin cerrojo pero aparentemente vacía.— ¿Donde estará George? — se preguntaAlexa está por irse cuando escucha un pequeño ruido y decide entrar, recorre un pasillo y nota que al final de éste hay una puerta de donde cree que provino el ruido. > piensa mientras camina con tranquilidad a la