EPÍLOGO

SIGO ESCURRIENDO POR TI…

Alessia, con sus rizos oscuros y ojos vivaces, corría descalza por el suelo de madera con una muñeca en brazos, mientras su madre, la perseguía entre risas. A sus tres años, irradiaba una energía inagotable y una alegría contagiosa.

—¡Alessia, ven aquí! —exclamó Alana entre risas—. ¡Es hora del baño!

—¡Nooo, papi me salva! —gritó la niña entre carcajadas, corriendo hacia la terraza donde Ángelo se preparaba para una reunión.

Al verla acercarse, Ángelo se giró rápido y abrió los brazos justo a tiempo para atraparla.

—¿Necesitas ayuda, mi pequeña bandida? —preguntó él con una sonrisa.

Alessia asintió con entusiasmo, escondiendo su carita en el pecho de su padre.

—No puedes protegerla siempre —dijo Alana con los brazos en la cintura, fingiendo molestia.

—Pero hoy sí —respondió él con una mirada cómplice, besando la cabeza de su hija.

Alana suspiró y se dejó caer en la silla frente a él, observando la escena con ternura. Su corazón latía con una calidez indescrip
Maria Pulido

¡Estoy emocionada! No imaginan cuánto, esta historia existió exactamente en pleno caos. Como ya ven, demoré como nunca para terminarla y pausé “La amante secreta”.  Hoy estamos culminando esta hermosa historia, y estoy enormemente agradecida porque llegaron hasta aquí, y fueron pacientes conmigo.  Quiero informarles que, ahora, pasaré a las actualizaciones de “La amante secreta” y una nueva historia que se viene.  Mi tiempo se ha organizado mejor, y quiero dar lo mejor de mí a ustedes.  Las quiero. Un abrazo, Majo.

| 52
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP