OLIVER GEACOMAN
Me encuentro decidido no entiendo por qué Evelia se empeña en alejarme, no puedo decirle frente a todos que quiero ayudarla, que ambos podemos ayudarnos.
Después de aclarar que sí quiero casarme con ella y no con su hermana, se crea un silencio un tanto incómodo para todos.
—Entiende hija —dice Leonel —él se ha enamorado de ti, ha quedado prendado de…— Se quedó trabado, se notaba que estaba buscando un calificativo aceptable para continuar su oración y no lo encontraba.
—Su carisma —dijo mi abuelo, a fin de cuentas él sí era una persona a quien Oliver le fuera de agrado.
— ¡Claro carisma!— continuó Leonel un poco confundido porque ésa fuera la razón.
Había olvidado un detalle, en ese momento me levanto, saco un anillo de mi bolsillo y se lo presento a Evelia.
Ella abre los ojos asombrada, parece que no se esperaba un anillo de compromiso en un compromiso, «en dónde tendría la cabeza esta muchacha» pienso intrigado.
—Es el anillo que usó su madre y mi esposa —susurró mi abuelo emocionado que al fin otra mujer utilizara el anillo de la familia.
— ¿Y entonces?— Evelia preguntó con dudas.
—Entonces te lo pongo —le aclaro, tomo su fina mano izquierda y sin importarme las miradas de los demás agarro el anillo y lo coloco en su dedo, increíblemente, le queda exacto.
Unos pequeños carraspeos llaman nuestra atención, es Leonel Carpio que se ha levantado para guiarnos a la salida con bastante prisa por lo visto.
— He de decir que me encantaría hablar de lo demás, pero sé que ya es tarde — dijo Leonel.
Guiándonos a todos por el pasillo que habíamos llegado.
— Claro — afirmó mi abuelo— sabemos perfectamente que es tarde pero no se preocupen, no hay nada que hablar, ya tengo todo arreglado para que la boda sea en dos días.
Evelia se detiene de inmediato y todos seguimos su impulso, yo me quedo impresionado, « ¿dos días? ¿Cómo puede ser que en dos días ya me vaya a casar?» pienso.
—Abuelo ¿de qué hablas?— pregunto intrigado.
— ¡Claro! te dije que todo estaba listo, solo necesitaba saber quién iba a ser la novia, ya me encargué de todo, no te preocupes querida— dice tomando la mano de ella— tu vestido será maravilloso, de igual manera si no te gusta, tengo dos tiendas con más de trescientos vestidos, creo que alguno te ilusionará para éste día tan especial.
Ella solo asiente discretamente, impresionada y un poco incómoda por la premura de todo esto.
— Pero quiero hablar con ella a solas —insisto aunque me mantengo firme con ésta decisión.— Un compromiso es de dos en este caso ella y yo.— Decido marcarle un límite a Leonel.
— ¿No se te hace que es demasiada la prisa que tienes? de cualquier manera en dos días, como dijo tu abuelo se van a casar— Leonel por lo visto está dispuesto a hacerla difícil y mantener el control en todo momento— Ya tendrán el resto de sus vidas para conocerse y saber sus sueños y todas esas cosas de enamorados.
Me acerco a Evelia, quiero verla más detalladamente y la tomo de la mano indicando que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para hablar con ella.
—Entonces ¿qué tengo que hacer para poder hablar con ella solas? ¿Quieres que te mande una carta como antes?— me enfrento a Leonel con sarcasmo ante la actitud de éste hombre, necesito saber que va a estar bien cuando yo me vaya y deseo decirle sobre mi plan, necesito una cómplice, no una prometida.
—Ay muchacho tan desesperado, puedes casarte con ella —dice con una sonrisa burlona al saberse con el poder, Leonel Carpio se acerca a mí con la espalda recta, para enfrentarme en igualdad de condiciones.
Estoy a solo un respiro de darle un derechazo al hombre que tengo enfrente, su prepotencia me incita a golpearlo aunque sé que mi deber es mantener mi autocontrol a raya y así será, debe ser muy desgastante mantenerse cuerdo en compañía de un hombre tan controlador como Leonel, y por lo que he descubierto agresivo, deseo sacar a Evelia de aquí con mayor premura de la que tenía pensada, y no sé por qué mi instinto de protección se despierta de manera tan explosiva cuando se trata de ella.
— Me importa muy poco lo que quieras, Evelia será mía y …— Pero soy interrumpido por mi abuelo parece que lee mis pensamientos llenos de frustración ante la actitud de éste hombre y pone una de sus manos sobre mi hombro y lo aprieta indicándome que tenga paciencia.
Para este momento ya hemos llegado a la entrada y para disminuir la tensión que estaba reinando el lugar, mi abuelo se despide por ambos ignorando el enfrentamiento que acabamos de tener.
—Ha sido una encantadora noche, me alegra haberte visto viejo amigo, ha llegado el momento de cumplir promesas del pasado, éste matrimonio será una realidad, sabes que pronto nos veremos, cualquier cosa pues ya saben estoy a su disposición y mi querida Evelia siempre supe que serías tú bienvenida a la familia, ¡claro! me estoy adelantando— dice el con una sonrisa— pero esos ya son solo detalles.
Mi abuelo jala discretamente mi brazo para que suelte a Evelia, para que la deje libre de mi agarre.
— Suéltala — Susurra mi abuelo en mi oído— Sólo son dos días, tranquilo muchacho.
Me despido también pero no puedo olvidar esa sensación que tengo de no estar haciendo lo correcto de estar abandonando a esta chica pero por algo mi abuelo me detuvo, después de todo la necesitan para que las familias se unan ¿no?
Ya en el auto no puedo evitar sentirme enojado.
—Ya lo tenías todo planeado ¿cómo estabas tan seguro que iba a aceptar?— le reclamo.
—Oliver —dice mi abuelo con paciencia, tratando de mantener su autocontrol— todo tiene su razón y yo tengo las mías, sé que harás esto por la familia.
—No, si lo hago va a ser solo por mi madre. — no quiero hablar mas.
No me importan las palabras de mi abuelo, pero nunca he olvidado las últimas palabras de mi madre. Ella me rogó en su lecho de muerte que no dejara que otros se hicieran cargo de la empresa, siempre había soñado con dirigirla, pero esto era algo que mi abuelo no le permitía hacer. El pensamiento sexista regresivo de que las mujeres no podían dirigir empresas era un sello distintivo de mi abuelo.
Él al recibir el comentario voltea el rostro, me doy cuenta que le ha dolido lo que le dije pero ese era el propósito, que le doliera, que supiera que con sus acciones había dañado a mi madre en más de una manera y que su alma había ido lastimada a cualquier parte en la que estuviera ahorita.
—Lo sé— dijo— y estoy tratando de enmendarlo, hoy veo muchas cosas que antes para mí no existían, pero eso Oliver, eso se aprende con el tiempo y por más capaz que te sientas siempre va a haber cosas que tú no veas y yo sí, por lo pronto— Dijo poniéndose firme — acepto ese resentimiento que me tienes porque sé que me equivoqué pero no puedes juzgarme el resto de mi vida y todas y cada una de las decisiones que tomo basándote en ese rencor
Ninguno de los dos intercambia una palabra más, llegamos a su mansión y sin decir ni adiós mi abuelo se baja dejándome confundido ¿A qué se refiere hay más razones aparte de esta?
EVELIA CARPIOLa puerta se cierra los extraños y visitantes se van, eso quiere decir que este infierno vuelve a estar despierto, y todos obtendremos lo que él considere justo.El hombre perfecto que Leonel finge ser, queda sustituido por la versión real, el demonio domador de esta casa.—Cecilia — dice el firme provocando que mi madre pegue un pequeño brinco de anticipación ante cualquiera que sea su solicitud — ve y prepárame un baño, voy a tener una conversación privada con mis hijas, no quiero que molestes ¿entiendes?Mi madre abrió los ojos pero nunca levantó la vista, estaba sorprendida pero, como si no supiera lo que iba a venir solo asintió, se dio media vuelta y comenzó su camino directamente a donde le había indicado Leonel.— A mi hermana ¿para qué la quieres?— pregunto porque sé perfectamente para qué me quiere a mí, cada uno de los comentarios que hice esta noche eran con un propósito que malditamente no cumplí, pero ella se comportó perfecta, como él siempre había exigid
EVELIA CARPIOEstoy ansiosa, realmente ansiosa no sé cómo está Adriana, después de obligarme a ver cada uno de los golpes que ella soportó hecha un ovillo en el suelo, me trajeron contra mi voluntad a la habitación, necesito salir y ver que ella está bien.En ese momento escucho pasos que se acercan a la puerta.—Hola ¿Quién es? ¿Quién viene?— pregunto nerviosa con el corazón acelerado no sé de quién se trata pero necesito intentar salir de aquí.— ¿Señorita Evelia? — pregunta una voz delicada, «es la muchacha que me ayudó a vestirme» pienso.—Sí disculpa, necesito por favor, que me abras, que me ayudes. — sé que la desesperación puede notarse en mi voz pero no me importa en éste momento.—No puedo señorita, no puedo dejarla salir— en la voz de la muchacha se le escuchaba tristeza y compasión, probablemente ella no quería hacer nada de lo que estaba obligada a hacerme.—Escucha— pido— por favor, solo necesito saber si mi hermana está bien, te prometo que solamente la veo y regreso, y
EVELIA CARPIOEl sonido de golpes en la puerta me despierta, alguien quiere entrar, sonrió ante la ironía del momento, honestamente me da gracia que tengan ese gesto conmigo, como si quien quisiera tener esa puerta cerrada fuera yo, como si quien impidiera a las personas entrar o salir en esta habitación fuera yo.Independientemente de lo que me divierte esa idea tan ridícula, tallo un poco mi rostro para despertarme mejor soy consciente que algo fuerte se viene y quiero estar lista. Debe serlo para que lleguen a tocar a mi puerta en medio de la noche.— ¿Quién es?— pregunto aún con la voz ronca y la garganta un poco cerrada.—Soy yo— dice mi madre con un tono de voz que delata lo insegura que se siente— tu ma...— Se detiene y se corrige — Cecilia.Me siento asombrada, dejando de lado todos los años que no estuve en esta mansión, antes de eso ella vino a visitarme en contadas ocasiones, esas en las que Leonel sabía que se había pasado de la raya y que yo necesitaría un poco de ayuda e
EVELIA CARPIOEl día de la boda ha llegado, acabo de quedarme sola en esta gran habitación desconocida para mí, inusualmente llena de luz y calidez, nadie había contemplado ni siquiera el monstruo que al momento que Rodrigo Geacoman había dicho que tenía todo listo para la boda, sería en su mansión, pues bueno, a pesar de los corajes que Leonel tuvo que tragarse al saberlo, aquí estoy preparada para ser la marioneta que el necesita.Me miro en el reflejo de un espejo, que se ve maravilloso e imponente, pero no tanto como mi vestido de novia.Para este día finalmente elegí un vestido completamente ceñido al cuerpo sin escote y con mangas largas para cubrir cada una de las marcas que tengo en mi cuerpo.Todas mis heridas fueron selladas con una especie de gasa que por fuera tiene plástico para hacerlo hermético, así que espero estar bien durante todo éste circo, veo mi reflejo e insisto en encontrar algo de mí misma en esta imagen pero no lo consigo.La belleza del momento, del vestido
OLIVER GEACOMANEl día de la boda es hoy y estoy nervioso, podría decirse que estoy a punto de marcar un antes y un después en mi vida.En mi habitación me encuentro decidido a hablar con ella y exponerle todo lo que debe saber antes incluso de comenzar la ceremonia.Cuando estoy a punto de salir de la habitación, un ruido proveniente del balcón llama mi atención, una especie de liana formada por sabanas amarradas acaba de aparecer desde el piso de arriba.Decido regresarme para investigar lo que sucede, aunque algo dentro de mí me dice que puede estar relacionado con ella, con Evelia.«Esta mujer me encanta» pienso sin darme cuenta que ese pensamiento me pone una sonrisa de bobo en los labios «es tan creativa, nadie podría aburrirse con ella»Después de unos minutos que me parecieron eternos, veo que una especie de nube blanca comienza a descender en mi dirección.— Esta mujer se cree súper poderosa —digo al mismo tiempo que me acerco lo más que puedo, sin que ella se dé cuenta, no q
EVELIA CARPIOMi intento por escapar había fallado. Poco después, me llevaron al lugar de la boda. Rodeada de personas que realmente no conozco, ni me interesa conocer, pero sé que cada una de ellas tiene sus razones para presenciar esta boda.Me siento nerviosa, deseando estar en otro lugar, deseando estar con amigos y con gente que me acepta tal cual soy y no rodeada de buitres carroñeros esperando obtener algún beneficio de lo que está a punto de suceder.Siento que alguien toma mi brazo, mi instinto me pide que me mueva para eliminar ese contacto no deseado y al voltear veo que Leonel Carpio se encuentra a mi izquierda, sonriente y seguro, ignorante de todas las dudas que tengo.Se acerca para decirme algo al oído:— Que no se te suba lo que dijo Oliver, aquí mando yo, siempre lo hago, recuerda por qué estás aquí, recuerda para qué dejé que te casaras y piensa lo mucho que amas a tu hermana y tu madre y lo que estás dispuesta a hacer para mantenerlas a salvo.Comenzamos el camino
EVELIA GEACOMAN.Ya en camino a la casa de Oliver, me di cuenta que he aceptado casarme con él sin poner límites, sin definirlos. El camino lo sentí largo y pesado, no sabía cuál iba a ser la intención de él al llegar a la casa.« ¿Querría consumar el matrimonio así como lo había dicho en la reunión?» Me pongo un poco ansiosa.—Oliver nosotros no… — No termino la frase, el me interrumpe.— Nosotros solo estamos casados de palabra Evelia, sólo en un papel, esta noche no estarás obligada a hacer nada que no quieras.— Gracias— mi alma descansó, me sentía presionada, me sentía demasiado enajenada de mi cuerpo y de mis decisiones como para luchar por mi integridad, noto que mis manos están sudadas por los nervios ante la situación y discretamente me seco las manos.— Será un año entonces — confirmo.El asiente con la cabeza.— Será un año en el cual podemos convivir Evelia, podemos ser un equipo, ambos tenemos cosas que ganar y cosas que perder si esto no funciona.— Oliver se alejó un p
OLIVER GEACOMANHabía pasado el resto de la noche en vela recapitulando todo lo que había podido escuchar detrás de la puerta de mi ahora esposa la noche anterior.— Definitivamente hay algo que no entiendo — me pregunto ansioso por no saber la magnitud de esa sensación extraña que no me abandona— hice lo correcto, hice lo correcto— me repito tratando de mantenerme cuerdo, intentando justificar haber accedido a todo este problema.A través de la noche con ayuda del silencio, había alcanzado a escuchar leves quejidos pero llenos de dolor y angustia que interrumpían la tranquilidad que brinda la oscuridad, los cuales salían de la habitación de Evelia, mi esposa y permanecí ahí hasta que me aseguré que dejaran de producirse.«No sabría decir si el acompañarla era una especie de consuelo para ella o para mí mismo ya que Evelia no supo de mi presencia en ningún momento.» pienso intranquilo— Solo es por un año, solo es un trato y como tal debe mantenerse— me digo de manera cautelosa pa