llore a mares... es lo unico que puedo decir ....alguien tiene un pañuelo ?
EveliaUn solo murmullo me despierta, después de haber abierto los ojos, mi modo de mama alerta se ha activado, y cualquier ruido o movimiento me tiene despierta en automático, me encuentro inmersa en un maravilloso sueño que no quiero que termine jamás.Abro los ojos y me enfoco llena de alegría en mi pequeño hijo que tan feliz me hace, verlo me hace pensar que no podría ser más prefecto.Líam Geacoman quien hoy cumple 3 meses de haber nacido, me mantiene viva feliz y alerta a cada uno de sus movimientos.El ambiente en esta habitación ha cambiado de manera drástica no hay lugar al cual voltear en el que no nos encontremos con algo del pequeño de la casa. —Felicidades —le susurro a mi pequeño, después de darle un beso porque él ya se encuentra despierto, siempre es el quien nos da los buenos días primero.Desde el momento que abrí los ojos en ese hospital absolutamente confundida de lo que había sucedido y me encontré con la imagen de mi pequeño hijo abrazándome y ver que no era
EveliaEl tono de voz de mi madre es absolutamente conflictivo pero me distrae verla con la ropa llena de sangre, eso me da una idea de lo que está sucediendo con Adriana.Me acerco ignorando el tono de su voz para consolarla pero ella solo me golpea las manos para apartarlas de ella ¿Que está pasando?— No me toques. — Jamás la había visto de esta manera, tan a la defensiva, tan dolida incluso se mantenía firme al recibir los golpes de parte de Leonel y no mostraba otro sentimiento que no fuera resignación.Pero ahora su rostro me hace dar un paso hacia atrás, me mira con los ojos dilatados llenos de miedo y rabia, pero esa rabia se nota tiene un objetivo… yo.— ¿Cómo está Adriana?Es un intento vacío y desesperado por concentrar su energía en otra parte, lo sé, pero no me agrada lo que veo en ella, por lo visto no soy la única ya que mi esposo se acerca para ponerme la mano en la cintura justo como hace cada mañana para infundirme apoyo y certeza.— Ella estaba bien, pero después
OliverLa rabia me inunda, no comprendo la actitud que ha tomado Cecilia ante esto, sé que debe estar llena de dolor ante la muerte de su amada hija, pero Evelia no es responsable de nada.No puedo evitar pensar, a pesar de sentirme horrible por esto, que es una especie de karma ya que tiempo atrás en el momento más vulnerable de mi esposa, ella había tenido el descaro de burlarse de ella incluso de querer usurpar su lugar a mi lado.Lo poético de todo es que no hemos tenido que hacer absolutamente nada para compensar y todo el dolor que ella provocó en nuestras vidas, sino que el mismo destino hacía de las suyas para poner todo en su lugar.La voz tierna y consternada de mi mujer me llama.— Cariño— Pregunta con un tono de voz apenas audible — ¿Y el bebé? ¿Qué pasará con él?Sus ojos se encuentran llenos de dolor, preguntas e inseguridad, me aseguro de abrazarla hasta que escucho que se suelta llorando para dejar ir todo lo que tiene dentro. Después de un tiempo incalculable en el q
EveliaEl momento al que nadie podemos evadir es el de nuestro funeral, en este día lluvioso y helado, me encuentro en un panteón a las afueras de la ciudad, vestida completamente de negro, porque a pesar de haber sido lastimada por mi hermana, en ningún momento le desee el mal.Al otro lado de la caja se encuentran mis padres, Leonel está sosteniendo a mi madre que se encuentra rota ante tanto dolor, y lo comprendo al menos creo hacerlo, solo de pensar que cualquier cosa le suceda a mi amado Líam coloca una losa de cemento en mi corazón y lo presiona sin contemplaciones.El padre continua con su oración para un momento después dar por terminado el servicio, solo somos cuatro personas las presentes para despedir a mi hermana, mis padres, Fiona y yo, Oliver se negó a dejarme venir sola.Despedirme de mi hermana era algo que sentía la obligación de hacer. La caja baja de manera espeluznante a su última morada y después comienzan a cubrirla con tierra, cada montón de tierra es un grito de
OliverEl momento de la verdad ha llegado y a pesar de la insistencia de Evelia por acompañarme, me mantuve firme en decirle que no.Es difícil saber que ella está preocupada sin poder hacer nada en la Villa, mientras yo estoy en el hospital en compañía de sus padres.— Bueno — comienza el doctor con el sobre en la mano, se encuentra sentado frente a nosotros en pose de alerta, ya que ha mencionado que ni el mismo sabe el resultado por cuestiones de confidencialidad.— Aquí está el resultado y lo entregaré al solicitante en presencia de familiares directos del menor.El doctor procede a darme el sobre y un momento antes de abrirlo soy interrumpido por Cecilia quien comienza a hablar con el tono de voz más triste que he escuchado en mucho tiempo.— Espero que este papel te haga feliz Oliver— Me mira solo un segundo para después tomar la mano de su esposo y continuar— La palabra de mi hija, la ilusión y todo su amor están sobajados a lo que un papel diga.Comienza a sollozar. Y yo me abst
EveliaDespués de saber que la pequeña niña de mi hermana no es hija de mi esposo, lamento hasta cierto punto reconocer que me puso feliz.Sé que podría estar al pie del cañón con la crianza y cuidados de la pequeña en caso de ser hija de mi esposo, porque eso querría decir que sería hermana de mi hijo.Pero tampoco se puede tapar el sol con un dedo y el hecho de tener la hija de mi hermana aquí, sólo sería una constante imagen de lo que según ella le arrebaté, su felicidad, su lugar… su familia.Poco a poco me estoy acostumbrando a esta nueva dinámica de tranquilidad, y felicidad en la que he estado envuelta, hasta que escucho que tocan a mi puerta.— Adelante.— Momentos después entra Fiona con cara de dificultad, y con las manos en la espalda.Me pongo alerta.— ¿Que sucede Fiona?— Estoy empezando a ponerme nerviosa.— Te llegó algo… una carta— Continua acercándose a paso lento y constante— Pero no se si será buena idea entregártela, pero…— Pero ¿que?— Mi deber es protegerte pero
OliverTodo el día lo he pasado en una casa de seguridad, envuelto en mentiras y reclamos, pero no estoy dispuesto a dejarla salirse con la suya.En frente de mi tengo un cristal con una sola vista en la que puedo observar a una mujer del otro lado en una silla sin ser visto, negándose a responder las preguntas que se le hacen de manera repetida, poniendo como condición que sea yo quien la interrogue.Ella dirige la mirada hacia el cristal, y sonríe sabe que estoy aquí.— No tiene caso que siga negándome a verla— Le digo al agente Solórzano, — Es suficiente, no quiero perder más tiempo aquí, solo iré y la confrontaré de manera directa.Solórzano comprende a lo que me refiero, el también detesta a esta mujer pero no puede hacer nada con los protocolos de seguridad, no si quiere que el proceso dé el resultado que todos queremos, que es tenerla entre rejas y no en un hospital psiquiátrico o en libertad condicional, como está peleando su abogado.Respiro resignado a enfrentarla de nuevo y
Meses después— ¡Líam tu puedes pequeño!— Gritaba Rodrigo sentado en el suelo lleno de alegría.El pequeño de la casa finalmente estaba listo para dar sus primeros pasos.Y el receptor de ese esfuerzo sería su bisabuelo.— ¡Vamos muéstrales a estos incrédulos de lo que eres capaz!— Gritaba continuamente el hombre, al mismo tiempo que se esforzaba por mantener el total de la atención del niño en el con movimientos exagerados de sus brazos.— Tranquilo abuelo que se te van a dislocar los brazos, ya no estás tan joven para eso, ya no hay refacciones— Oliver últimamente había tenido la costumbre de hacer enojar a su abuelo, con la intención de divertirse a su costa.— Viejo tú, que no puedes ni agacharte sin andarte quejando, yo ando en mi segunda primavera en la vida.Todos los presentes comenzamos a reírnos de las ocurrencias cada vez más creativas de él para regresarle las pullas a mi esposo.En ese momento tan feliz siento que me toman por la cintura, provocando un escalofrío al mome