OLIVER GEACOMAN
El día de la boda es hoy y estoy nervioso, podría decirse que estoy a punto de marcar un antes y un después en mi vida.
En mi habitación me encuentro decidido a hablar con ella y exponerle todo lo que debe saber antes incluso de comenzar la ceremonia.
Cuando estoy a punto de salir de la habitación, un ruido proveniente del balcón llama mi atención, una especie de liana formada por sabanas amarradas acaba de aparecer desde el piso de arriba.
Decido regresarme para investigar lo que sucede, aunque algo dentro de mí me dice que puede estar relacionado con ella, con Evelia.
«Esta mujer me encanta» pienso sin darme cuenta que ese pensamiento me pone una sonrisa de bobo en los labios «es tan creativa, nadie podría aburrirse con ella»
Después de unos minutos que me parecieron eternos, veo que una especie de nube blanca comienza a descender en mi dirección.
— Esta mujer se cree súper poderosa —digo al mismo tiempo que me acerco lo más que puedo, sin que ella se dé cuenta, no quiero que ante la sorpresa se suelte.
La cuido, movimiento tras movimiento pero no puedo evitar notar ese hermoso par de piernas que llenan mi visión, parecen las de una súper modelo, su piel se ve sedosa, suave, apetitosa y mi boca se hace agua ante una idea poco caballerosa que tengo, un pequeño quejido me regresa al presente, momento en el que ella se encoge un poco.
Cuando ya tiene la altura necesaria para que yo la alcance, no puedo resistirme y comienzo a tomarla por las piernas para que este más firme en su descenso y evitar alguna desgracia.
Noto que al sentir mi roce en sus piernas ella se pone en alerta, sé que era algo que no esperaba pero yo tampoco había pensado que tendría esa reacción.
Al ver su intento por mantenerse agarrada a la liana tengo que decirle que soy yo
Después de eso me concentro en absorber la mayor carga del peso de su cuerpo en mis brazos para que ella pueda bajar con tranquilidad hasta que la dejo poner sus pies en el piso, alejo mis manos de sus piernas pero no me muevo más, viéndola tan cerca de mí noto que sus ojos son de un tono gris profundo y cautivador.
— Ya puedes soltarme— me dice— te apuesto que ya no me caigo.
Yo carraspeo y la dejo tranquila y segura.
— ¿Aquí te estabas quedando?— me pregunta ella nerviosa. — ¿Qué hacías aquí?
— ¿Tú me cuestionas a mí?— le pregunto asombrado ante el descaro que tiene— tú eres la que apareció colgándose de una sábana por el balcón, yo solo te ayudé.
— Sí pero yo pregunté primero, ¿aquí es en donde se supone que te quedas?— se veía desesperada.
—Evelia te estaba esperando — Quise dejar un poco de suspenso para ver sus ojos dilatarse de impresión.
— ¿Cómo sabías que iba a hacer esto?
— Lo supuse— respondo tranquilo.
— ¿Vas a decirle a Leonel?— en su voz se alcanza a distinguir un poco de miedo y no pasa desapercibido para mí que no le dice padre, sino que lo llama por su nombre
— No, he querido hablar contigo desde la otra noche y no me lo ha permitido.
— ¿Hablar sobre qué?— pregunta la defensiva.
Yo mantengo mi distancia no quiero que se sienta vulnerable conmigo tan cerca y comienzo a explicar.
— Sé que esta boda no es algo que desees— me mira intrigada por mi honestidad — y es algo que yo tampoco deseo, pero también sé qué quieres alejarte de tu padre —evito decir que sé que está herida, eso ella me lo podrá decir cuando se sienta segura.
Me alejo lo suficiente para llegar a la cama y sentarme en ella. No creí que me pondría tan nervioso en este momento.
— Si te casas conmigo podrás dejar a tu padre atrás...
— ¿Y tú qué consigues?— me interrumpe ella — nadie hace las cosas por ser buen samaritano, ¿Por qué te casarías tú si no es algo que quieres? ¿Qué esperas conseguir?
Su mirada es fiera y amenazante, me muestra que hay muchas cosas que ignoro de ella.
— Yo también conseguiré algo, este matrimonio debe cumplir su primer aniversario para que mi puesto de CEO sea permanente en el conglomerado de la familia.
Ella sonríe nerviosa, comienza a caminar de un lado a otro, dejándome ver cada una de las curvas de su escultural cuerpo, una cintura tan pequeña que si lo intento, estoy seguro podría rodear con un solo brazo.
— Entonces— me regresa ella a la conversación —este matrimonio te ayudará a conseguir la empresa— Yo asiento con la cabeza — ¿y qué conseguiré yo?
—El divorcio — sentencio— en un año, nos divorciaremos y haremos cada quien de nuestra vida lo que queramos, además que te dejaré una compensación económica para que no te preocupes el resto de tu vida ni necesites de Leonel.
— ¿Estás seguro?— me pregunta.
— Claro, será un año solo un año— declaro.
Ella comienza a pensar, su mirada se pierde en el vacío y yo cada vez me pierdo mas en lo hermosa que es, lo bella se luce con ese vestido
Ella se detiene y me dice:
— Lo pensaré.
— ¿Lo pensaras? — repito sin salir de mi asombro. — A pesar de decirte que resolveré tu vida, ¿lo pensarás?
— Después de todo lo que me has dicho, no es como que me hicieras el favor Oliver, en este punto ambos nos necesitamos, y claro que quiero pensar si me conviene o no, o dime ¿Es algo que se te acaba de ocurrir? ¿No verdad? Que te hace pensar que yo sólo diré que sí y ya.
Dejándome completamente impactado, ella decide salir de la habitación pero es interceptada por Leonel, quien la toma por el brazo para jalonearla de manera agresiva.
— Maldit* ¿Por qué estás aquí?… — Al decir eso, lo veo levantar el brazo para golpear a Evelia.
Un impulso me lleva directamente hasta él y le doy un gancho al hígado para que la suelte, cosa que sucede por acto reflejo, aprovecho para tomar a Evelia en mis brazos y protegerla.
—Necesitaba verla. No puedo esperar para conocerla y casarme con ella, — dicho esto, tomo la mano de Evelia.— Ella se convertirá en mi esposa, así que no te molestes en disciplinarla.
Inmediatamente después llega un agente contratado por mi familia y le digo.
— Ayuden a este hombre y asegúrate que se mantenga en la habitación hasta el momento de la ceremonia. — El agente entiende a la perfección y asiente, Leonel no saldrá de ahí por ningún motivo.
— ¿Estás bien?— Le pregunto a Evelia que aun retengo entre mis brazos.— Quédate conmigo.
Ella solo asiente tímidamente. ¿Qué demonios me pasó? ¿Por qué perdí el control al ver a Leonel tratar de esa manera a Evelia? ¿Por qué no deseo soltarla?
¿esperaban esa respuesta de Evelia? Creen que es un buen trato....
EVELIA CARPIOMi intento por escapar había fallado. Poco después, me llevaron al lugar de la boda. Rodeada de personas que realmente no conozco, ni me interesa conocer, pero sé que cada una de ellas tiene sus razones para presenciar esta boda.Me siento nerviosa, deseando estar en otro lugar, deseando estar con amigos y con gente que me acepta tal cual soy y no rodeada de buitres carroñeros esperando obtener algún beneficio de lo que está a punto de suceder.Siento que alguien toma mi brazo, mi instinto me pide que me mueva para eliminar ese contacto no deseado y al voltear veo que Leonel Carpio se encuentra a mi izquierda, sonriente y seguro, ignorante de todas las dudas que tengo.Se acerca para decirme algo al oído:— Que no se te suba lo que dijo Oliver, aquí mando yo, siempre lo hago, recuerda por qué estás aquí, recuerda para qué dejé que te casaras y piensa lo mucho que amas a tu hermana y tu madre y lo que estás dispuesta a hacer para mantenerlas a salvo.Comenzamos el camino
EVELIA GEACOMAN.Ya en camino a la casa de Oliver, me di cuenta que he aceptado casarme con él sin poner límites, sin definirlos. El camino lo sentí largo y pesado, no sabía cuál iba a ser la intención de él al llegar a la casa.« ¿Querría consumar el matrimonio así como lo había dicho en la reunión?» Me pongo un poco ansiosa.—Oliver nosotros no… — No termino la frase, el me interrumpe.— Nosotros solo estamos casados de palabra Evelia, sólo en un papel, esta noche no estarás obligada a hacer nada que no quieras.— Gracias— mi alma descansó, me sentía presionada, me sentía demasiado enajenada de mi cuerpo y de mis decisiones como para luchar por mi integridad, noto que mis manos están sudadas por los nervios ante la situación y discretamente me seco las manos.— Será un año entonces — confirmo.El asiente con la cabeza.— Será un año en el cual podemos convivir Evelia, podemos ser un equipo, ambos tenemos cosas que ganar y cosas que perder si esto no funciona.— Oliver se alejó un p
OLIVER GEACOMANHabía pasado el resto de la noche en vela recapitulando todo lo que había podido escuchar detrás de la puerta de mi ahora esposa la noche anterior.— Definitivamente hay algo que no entiendo — me pregunto ansioso por no saber la magnitud de esa sensación extraña que no me abandona— hice lo correcto, hice lo correcto— me repito tratando de mantenerme cuerdo, intentando justificar haber accedido a todo este problema.A través de la noche con ayuda del silencio, había alcanzado a escuchar leves quejidos pero llenos de dolor y angustia que interrumpían la tranquilidad que brinda la oscuridad, los cuales salían de la habitación de Evelia, mi esposa y permanecí ahí hasta que me aseguré que dejaran de producirse.«No sabría decir si el acompañarla era una especie de consuelo para ella o para mí mismo ya que Evelia no supo de mi presencia en ningún momento.» pienso intranquilo— Solo es por un año, solo es un trato y como tal debe mantenerse— me digo de manera cautelosa pa
EVELIA GEACOMANDespués de ese desayuno tan revelador para mí, ver a Oliver era algo que me ponía nerviosa, y he estado sacándole la vuelta a estar con él a solas desde entonces, no esperaba esa reacción de su parte, se supone que tenemos que fingir ante los demás ser un matrimonio normal, que lo estamos intentando, que queremos formar una familia, con mayor razón si Don Rodrigo llega a preguntarle a alguien del servicio pero…— El recuerdo me abruma por un instante— pero la electricidad que sentí al momento de tener sus labios en los míos me hizo perder el control por completo de mis pensamientos. Sé que no es correcto y que tengo una misión, un propósito por el cual estoy aquí, pero es que su sabor y el toque de sus manos tienen un efecto en mí que no puedo controlar, y mucho menos aceptar. « Quiero que te metas en la empresa y me ayudes a conseguir proyectos nuevos» recuerdo las palabras pronunciadas por Leonel el dia de mi boda, « hay rumores de unos contratos en los que quiero
EVELIA GEACOMANEn un intento de mantenerme ocupada y olvidar todo lo que había revivido la noche anterior, con un deseo irrefrenable de dejar de pensar en la razón por la que estoy aquí, deseo de olvidar la incertidumbre en la que se pasea mi futuro, he estado pasando el tiempo en la biblioteca de la villa sorprendentemente tiene todo tipo de libros, tanto de administración, economía, poesía, romance, entre otras Decido leer uno de los libros de economía que me apasiona y quedar inundada entre conceptos y formulas, los números son predecibles todo lo contrario a los sentimientos, cuando golpes en la puerta me desconcentran. —Buenas tardes— me dice Rodrigo Geacoman sorprendiéndome, ya que no tenía idea que vendría a visitarnos « ¿Dónde está Oliver?» Pienso.— Buenas tardes, pase —le digo atenta— siéntese, no sabía que iba a venir.Rodrigo Geacoman se acerca con una sonrisa silenciosa y se sienta en un sillón que se encuentra frente a mí. — Esa era la intención, esperaba sorpr
OLIVER GEACOMANNo había pensado en que para poder tener comunicación asertiva y ser un verdadero equipo en este proyecto que tenemos juntos, Evelia y yo, debemos sentirnos cómodos el uno con el otro.Toda la tarde he estado planeando esta cena con ella, será un buen momento para conversar, será un buen momento para saber el uno del otro, además de disculparme por tomar tan a la ligera el tema de su familia. Me dirijo a la biblioteca, pero al encontrarme a Evelia sonriente con mi abuelo me detengo, no quiero interrumpir su momento de convivencia. Me encantaría saber de qué están hablando, pero hasta acá no alcanzo a escuchar, poco después que mi abuelo se va, Evelia se queda sola. Con el cambio de luz del atardecer, la escena que tengo frente a mí es pintoresca, ella de manera inconsciente toma sus brazos y los coloca en su pecho de manera protectora. « ¿De qué necesita protegerse? ya está fuera de las garras de Leonel, la saqué de ahí y aquí ella puede sentirse segura, ¿qué es l
EVELIA GEACOMANEl lunes llegó de manera no tan rápida como deseaba, en diferentes momentos durante el fin de semana fui interceptada por Oliver y sus no tan discretas preguntas, aún estaba impactada con su confesión, no había imaginado que su dedicación al consorcio sería en memoria de su madre fallecida.Decido arreglarme para este primer día, agradecí que Oliver saliera de manera apresurada y muy temprano al edificio del consorcio ya que tenía muchos asuntos que resolver.Me cambio cuidando cada uno de los detalles pero antes reviso mis heridas de la espalda, han cicatrizado de manera constante, ya no sangran y en ciertos momentos hasta me olvido que están ahí, sonrío ante la idea de pensar que no existieran.Al elegir mi ropa tomo en cuenta todo, deseo verme presentable, amable, armonioso y profesional, cosa que no es nada sencilla, me miro en el espejo de cuerpo completo y asiento para decir:— Perfecta —le digo a mi reflejoA pesar de la resistencia de Ana, la muchacha de servici
SARA OLMEDO.Esperaba que hoy fuera el día en el que Oliver Geacoman finalmente viniera a trabajar, ya estoy cansada de no poder estar con él y disfrutar su compañía, es que Oliver no solo es un hombre poderoso, sexy y atento sino que también tiene mucho dinero, cosa que deseo tener yo también.Entro a la recepción y Elisa me llama de inmediato.— Señorita Olmedo, buenos días, disculpe, para informarle que el señor Geacoman ya está en su oficina.— ¿Cuál de los dos?— pregunto sin responder el saludo, estoy desesperada, «me disgusta que se refieran a Oliver de la misma manera que al viejito de su abuelo, así me obligan a preguntar específicamente y eso demuestra mi interés ante los demás por Oliver yo quiero ser discreta por el momento.» pienso .— El señor Oliver Geacoman —me dice la recepcionista, asiento feliz aunque lo disimulo, hoy he venido preparada con un atuendo que lo va a hacer desear parar el tiempo.Continúo de manera firme y elegante al elevador pero Elisa vuelve a llam