¿Creen que si Eve trabaja los acerque mas?
OLIVER GEACOMANNo había pensado en que para poder tener comunicación asertiva y ser un verdadero equipo en este proyecto que tenemos juntos, Evelia y yo, debemos sentirnos cómodos el uno con el otro.Toda la tarde he estado planeando esta cena con ella, será un buen momento para conversar, será un buen momento para saber el uno del otro, además de disculparme por tomar tan a la ligera el tema de su familia. Me dirijo a la biblioteca, pero al encontrarme a Evelia sonriente con mi abuelo me detengo, no quiero interrumpir su momento de convivencia. Me encantaría saber de qué están hablando, pero hasta acá no alcanzo a escuchar, poco después que mi abuelo se va, Evelia se queda sola. Con el cambio de luz del atardecer, la escena que tengo frente a mí es pintoresca, ella de manera inconsciente toma sus brazos y los coloca en su pecho de manera protectora. « ¿De qué necesita protegerse? ya está fuera de las garras de Leonel, la saqué de ahí y aquí ella puede sentirse segura, ¿qué es l
EVELIA GEACOMANEl lunes llegó de manera no tan rápida como deseaba, en diferentes momentos durante el fin de semana fui interceptada por Oliver y sus no tan discretas preguntas, aún estaba impactada con su confesión, no había imaginado que su dedicación al consorcio sería en memoria de su madre fallecida.Decido arreglarme para este primer día, agradecí que Oliver saliera de manera apresurada y muy temprano al edificio del consorcio ya que tenía muchos asuntos que resolver.Me cambio cuidando cada uno de los detalles pero antes reviso mis heridas de la espalda, han cicatrizado de manera constante, ya no sangran y en ciertos momentos hasta me olvido que están ahí, sonrío ante la idea de pensar que no existieran.Al elegir mi ropa tomo en cuenta todo, deseo verme presentable, amable, armonioso y profesional, cosa que no es nada sencilla, me miro en el espejo de cuerpo completo y asiento para decir:— Perfecta —le digo a mi reflejoA pesar de la resistencia de Ana, la muchacha de servici
SARA OLMEDO.Esperaba que hoy fuera el día en el que Oliver Geacoman finalmente viniera a trabajar, ya estoy cansada de no poder estar con él y disfrutar su compañía, es que Oliver no solo es un hombre poderoso, sexy y atento sino que también tiene mucho dinero, cosa que deseo tener yo también.Entro a la recepción y Elisa me llama de inmediato.— Señorita Olmedo, buenos días, disculpe, para informarle que el señor Geacoman ya está en su oficina.— ¿Cuál de los dos?— pregunto sin responder el saludo, estoy desesperada, «me disgusta que se refieran a Oliver de la misma manera que al viejito de su abuelo, así me obligan a preguntar específicamente y eso demuestra mi interés ante los demás por Oliver yo quiero ser discreta por el momento.» pienso .— El señor Oliver Geacoman —me dice la recepcionista, asiento feliz aunque lo disimulo, hoy he venido preparada con un atuendo que lo va a hacer desear parar el tiempo.Continúo de manera firme y elegante al elevador pero Elisa vuelve a llam
OLIVER GEACOMANDespués de esa inesperada interrupción debo tranquilizarme, la presencia de Sara fue un pequeño bálsamo en el cual me concentré para olvidar todo el coraje y la frustración que tenía con Evelia.Ella mi ahora esposa, inusualmente me hace perder el control, siempre responde de manera inesperada.« ¿Qué tanto le costaba decirme dónde estaba? ¿A dónde fue que no quiere que sepa?» esas dudas se quedaron en mi cabeza el resto de la mañana.Hasta que el motivo de la llamada entró a mi oficina.— Oliver ¿cómo te sientes después de una maravillosa luna de miel?— me pregunta mi abuelo.—Bien — digo a secas.— No, no parece — me dice en tono de burla— ¿qué sucede no aguantas la separación de tu esposa? Dime —pregunta Rodrigo Geacoman sentándose frente a mí — ¿acaso ya le estás teniendo cariño a Evelia? — me pregunta.— Abuelo…— en este momento me encuentro tan frustrado que esas preguntas no me causan ninguna gracia, pero «debo mantener mi autocontrol» me recuerdo —por favor di
EVELIA GEACOMAN / LIA SANABRIAEl día había sido más pesado de lo que había pensado, después que la señorita Sara Olmedo llegara de cualquier lugar al que hubiera ido, ese día se nubló completamente.Nada era bueno, nada estaba bien, todo estaba mal hecho y por supuesto era inaceptable que no supiera dónde estaban los archivos de la empresa a pesar de ser mi primer dia ahí.Después de todo un día de estar evadiendo bolas de cañón, un momento antes de salir ella dice:— Señorita Sanabria, hay mucho que tiene por conocer, por lo tanto he decidido que debe quedarse a analizar los proyectos del dos mil diez a la fecha.— ¿Cómo? pregunto sorprendida « ¿cómo espera que haga un análisis de tantos años atrás?»— Sí, mínimo comiénzalo, necesitas tener antecedentes para poder hacer lo que te va a corresponder más adelante ¿o acaso estás no puedes? — su tono de voz me indicaba que era una especie de reto.«Eso era lo último que me faltaba, jamás me ha gustado que duden de mis capacidades y por
EVELIA GEACOMANPasan los días y me encuentro en un vaivén de emociones y secretos, deseo salir de manera libre pero tampoco quiero dar explicaciones, a pesar de saber que cuento con el apoyo de Rodrigo no quiero ponerlo entre Oliver y yo.— Señora Geacoman — me llama Luisa desde el otro lado del pasillo— El señor Geacoman ha llegado.— Pues que bueno— Le digo sorprendida por que me lo notifique, no pienso hacerle algún tipo de reverencia o algo por el estilo.Luisa se pone un poco nerviosa ya que le hemos pedido tanto Oliver como yo que las visitas siempre se queden el recibidor hasta habernos notificado a alguno de nosotros pero continúa.— Es el señor… — No termina de decir la frase cuando escucho.— Mi querida Eve— Y eso me sorprende, el dueño de ésa voz es… Rodrigo Geacoman.— Rodrigo…— susurro despacio — Bienvenido ¿Qué hace aquí tan tarde?Lo saludo de manera amable aunque no salgo de mi asombro, el no suele venir seguido y mucho menos tan tarde.— Tengo algo que pedirles a ti
OLIVER GEACOMANMe encuentro nervioso, todo el día ha sido así.— Demonios— Digo lleno de frustración, estoy harto, sin pensarlo dos veces lanzo el vaso de cristal contra la pared.— Por lo visto no ha sido un buen día — Dice mi socio y amigo Dimitri, al entrar por la puerta de mi oficina, con el rostro lleno de sorpresa, la cual comprendo yo no soy de explotar, siempre me mantengo bajo control.— No me lo digas— él es el único con quien puedo hablar de manera sincera y clara— ¿Quieres un trago?— Si me lo das en la mano como una persona civilizada y no lo lanzas, claro que si— Me dice con tono de burla, mientras se sienta frente a mí.No espero más sirvo dos tragos más y le doy el suyo.— Evelia — solo sale de mis labios y el levanta una ceja invitándome a seguir hablando— no sale de mi cabeza, además el abuelo se fue a la villa.— ¿Por qué? Él tiene su mansión bastante grande. — pregunta Dimitri sorprendido ante lo que le digo.— No lo sé, pero según él se siente un poco solo y desea
OliverEsto me volverá loco, pero creo que mi abuelo se está creyendo que Evelia y yo estamos en un intento de crear una relación real, como él quería.Pero algo me detiene de manera abrupta, al otro lado del pasillo escucho una conversación entre mi abuelo y una muchacha de servicio.—Entonces— Escucho que dice mi abuelo— ¿Como los mira señora Ana? ¿Si cree que los muchachos estén contentos con este matrimonio?Contengo la respiración no quiero que nada me impida escuchar la respuesta.— Este… — Ella se escucha insegura.“Demonios” pienso “a pesar de haber intentado crear ese ambiente de amor para él, las discusiones con Evelia en ocasiones se me salen de las manos, no puedo evitarlo no cuando ella es la principal razón para el descontrol en mi vida”— Creo que son muchachos, y poco a poco se llevarán mejor.“Eso Ana” celebro en silencio.— Muchas gracias, me puede preparar un té, en unos minutos iré a la biblioteca, allá la espero.Necesito quitar las dudas de mi abuelo, que deje