¿Quién es el engañado aquí?
EveliaMe encuentro concentrada en recordar ese beso tan explosivo de hace unos días de Oliver y aunque quiero negarlo por más que me esfuerzo, sigue siendo el beso incomparable.Ése que queda para el recuerdo y como punto más alto para todos los demás, pero sigo diciéndome “esto solo durará un año y después podré ser libre”.Cómo de un reinicio mental se tratara recuerdo dónde y por qué estoy aquí.La oficina de Oliver es uno de los lugares en los que pocas veces he estado, así que necesito con urgencia revisarlo y ver qué información puedo obtener para entregársela al monstruo.La computadora no tiene clave, cosa que me beneficia, entro, busco archivos y encuentro dos que me pueden servir, les tomo una fotografía con mi celular y justo cuando estoy revisando la calidad de la fotografía escucho que abre la puerta…—Señora Geacoman —dice Ana con tranquilidad — finalmente la encuentro tiene visita en la sala.—¿Visita de quién se trata?— pregunto intrigada, ya que nadie me ha avisado
OliverÚltimamente están sucediendo cosas que no tenía previstas desde contraer matrimonio, dormir en el mismo cuarto con mi esposa, perder mi autocontrol característico cada dos segundos y sobre todo… no poder sacarme a Evelia de la cabeza.Veo la hoja que tengo en mi escritorio, es un documento que sé que es muy importante, qué debo tener cuidado y revisar punto por punto para después firmar.Conscientemente lo sé y tengo más de veinte minutos reiniciando constantemente la lectura de este documento, porque las imágenes de ella regresan a mi mente haciéndome olvidar lo que estoy haciendo.Regresan una y otra y otra vez manteniéndome frustrado, enojado y nada productivo durante tanto tiempo que es vergonzoso de aceptar frente a alguien más.— ¿Y si Dimitri tiene razón?— digo en un suspiro— pero yo no me enamoro —reafirmo mi forma de pensar.Me recargo en la silla, esto se vuelve cada vez más confuso, más irritante y envolvente.“Maldición Evelia, no dejas de torturarme aunque no estás
EveliaEsto se está haciendo más tedioso de lo que tenía pensado, pero a pesar de no estar de acuerdo con el plan que tiene Leonel estoy decidida a sacar ventaja de ello.Llego a una cafetería donde podemos estar en público, así él tendrá que mantenerse bajo control, o mínimo sus manos no me tocarán aunque no hay garantías que sus palabras no me lastimen.Al fondo, a un lado de un cristal se encuentra sentado ese hombre que por mucho tiempo fue el más importante en mi vida.Al verme sonríe, sabe perfectamente lo que vengo o cree saberlo.—Evelia, me alegra que mínimo seas puntual— dice al momento en el que me siento frente a él.— Dejémonos de formalidades — digo de manera clara y concisa sacando una memoria de USB de mi bolso —aquí tengo información que te será útil — le digo.—Evelia déjate de cosas déjate de juegos, por eso estás toda deforme, por contestona por maleducada, me pregunto ¿por qué no me ha dicho nada de tus defectos?— Se concentra en mi rostro para continuar— recuerda
OliverEstoy sentado en la sala de juntas con demasiadas cosas que hacer, pero Sara propuso esta reunión, pero no le dije que no, ya que la última vez no fue como yo esperaba.Veo entrar a mis trabajadores, y comienzo a pensar que deberían haber llegado antes que yo, y pienso hacerlo notar en cuanto entren todos.Cuando de pronto creo que estoy alucinando.La última persona que entra es Evelia… claro que es ella y al verme hace un intento por retroceder, pero el hombre rubio que está delante de ella la toma de la mano y la jala invitándola a pasar.“¿Por qué está tocándola?” es el pensamiento instintivo que aparece en mi cabeza y aprieto las manos en puños ante el deseo de darle un golpe a ese hombre y alejarlo de ella.Me mantengo concentrado en cada uno de los movimientos de Evelia, camina de manera discreta, deja que el hombre ese le indique dónde sentarse y Sara da inicio a la reunión.No sé de qué habla, no me interesa qué es lo que dice Sara, lo que sí sé, es que ese hombre no d
Oliver— Evelia — le digo decidido a hacerla comprender que no es necesario que el mundo sepa de nuestro matrimonio — tienes que entender.—No Oliver,— me interrumpe— yo no tengo que entender nada, no tengo la obligación de estar a tu disposición o a tu condicionamiento, ya estoy cansada —dice ella y sus ojos comienzan a brillar se han puesto llorosos— de ser el juguete de cuanto hombre me encuentro, no estoy dispuesta a aguantar más.— ¿De qué hablas?— cuestiono confundido.—Yo voy a continuar con esto, quiero probar que soy capaz de hacer lo que me propongo, y conseguir mis metas por mis medios, no porque ahora sea parte de la familia Geacoman, sino porque soy yo misma.—Evelia aquí ni siquiera eres tú, eres una mentira —le digo, sé que soy cruel pero no quiero que le hagan daño no quiero que la descubran.Ella se hace para atrás en un gesto de dolor, sé que mis palabras la lastiman pero no estoy dispuesto a retroceder.— Haz lo que quieras Oliver, que yo haré lo mismo.Se da media
EVELIASiento sus labios sobre los míos y a pesar de no ser mi primer beso creo que el sentimiento que él expresa con cada una de sus caricias demuestra que podría llegar a funcionar, que tal vez este matrimonio podría ser una buena decisión y contra todo pronóstico por fin… seré amada.— Evelia… Eve...— Dice Oliver contra mis labios— Eres deliciosa…Un beso, otro más.“¿Sería correcto darme una oportunidad? A pesar de todos los errores que he cometido, a pesar de mis deseos, a pesar de mi pasado…”—Déjame…—Me suplica…“Podría darme sólo una oportunidad de sentirme amada, después…”— el pensamiento me inunda junto a la sensación de nostalgia y abandono— “después tomaré la decisión que sea mejor”Después de haber tomado una decisión, respondo a sus besos, a sus labios, siento cada uno de mis sentidos despertar ante sus provocaciones.No puedo negarlo me siento atraída por él, no sé si es por la convivencia, no sé si es por su manera de ser, pero lo que siento en este momento se está des
EVELIAEste despertar es uno de los más increíbles que he tenido en toda mi vida, jamás imaginé poder tener esta escena.Al abrir los ojos, tener una habitación tan iluminada que parece que estoy en el exterior pero lo más hermoso es que a mi lado se encuentra Oliver, un hombre muy atractivo, que me llenó de atenciones y carisias hasta que nuestros cuerpos no resistieron más.—Buenos días esposa—Susurra el con una sonrisa, estaba despierto desde antes.—Buenos días esposo—Respondo aun sin creer que esta sea mi realidad ahora, si éste es un sueño espero mantenerme en él para siempre, no tengo ningún interés en despertar.Veo que Oliver hace ademán de levantarse completamente desnudo, complementando las vistas y ofrece su mano para ayudarme a levantar.— ¿Nos bañamos juntos? — Me invita, aunque la oferta es tentadora, no puedo hacerlo.—No— Le digo muy a mi pesar, pero no estoy lista para que me vea por completo.Su mirada se ensombrece por sólo un instante antes de regresar a la car
EVELIAHabía creído que a pesar de las ideas que nos rodeaban, después de lo que habíamos hecho la noche anterior podríamos confiar el uno en el otro, supongo que estaba equivocada.— ¿Por qué preguntas?— dice el poniéndose serio.— ¿Por qué pregunto?— repito molesta poniendo mis manos en las caderas— ¿Por qué pregunto Oliver? él no tiene nada que ver, creí que había quedado claro que no tenemos nada…— Pero Oliver me interrumpió— ¡¿Crees que no sé que te besó?!— grita desesperado, supongo que por mis reclamos.Me sorprende que lo sepa, eso sucedió antes de que supiera que yo estaba en esta empresa, además estábamos solos, nadie pudo haberle dicho.Al ver mi cara de confusión Oliver explica:—Eve tengo cámaras por la seguridad de mis empleados y la propia, desde el momento que supe que estabas aquí, quise verte en tu ambiente— Sonríe ante lo que dice— y adivina qué —me dice cambia por completo— no dejaba de observarte, aunque no fueras consciente él te seguía y no podía soportar sabe