capitulo 62

Ana

La puerta se abrió y él emergió de ella. Apenas un segundo, un respiro, y ahí estaba, con los ojos desbordados de sorpresa.

Sin pensarlo, extendió los brazos y, antes de que pudiera reaccionar, me abrazó.

Mi cuerpo se quedó rígido, tieso, como si no supiera cómo responder. No pude moverme, no pude hacer nada. Los recuerdos de todo lo que compartimos estaban presentes, pero la sensación que me invadía ahora me hacía darme cuenta de que algo había cambiado. No era él, no, era yo la que había cambiado.

Arthur respiró cerca de mi cuello, soltando un suspiro de alivio, como si pensara que este era el reencuentro que tanto había esperado. Pero no era así, no para mí. Y me dolió. Me dolió tanto que no supe si debía apartarme o quedarme allí, soportando su abrazo, que no pedí, pero que llegó como un golpe de revelación.

—Ana... —susurró, su voz llena de emoción. Se apartó un poco para mirarme, sus ojos buscando una respuesta, pero yo no podía dársela. No podía decirle que todo estaba bien
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP