Ella, vestida de enfermera y con el rostro cansado, siente la tensión del estrés sobre los hombros y el cuello, producto del arduo trabajo. Toma su celular para revisar algún mensaje dejado por su esposo, pero al mirar, nota las llamadas perdidas de Taís.«¡Rayos!», piensa acongojada, y se apresura a buscar algún mensaje de texto de su amiga.De pronto, recibe una llamada y la responde al instante, pero al escuchar la voz preocupada y llena de reclamos de la morena, se siente avergonzada.—Lo siento, es que me pidieron en emergencia y no tuve chance de avisarte. Pídele disculpas a Ian de mi parte. ¿Sabes qué? Los invitaré a un trago para disculparme; te enviaré la ubicación del bar donde nos encontraremos, no está lejos del restaurante —responde.Después de recoger sus cosas y quitarse el uniforme, Lilia se apresura hacia el bar donde la esperan su amiga e Ian. Al llegar, se encuentra con una escena que la conmueve, renovando sus esperanzas de que Taís logre conquistar a Ian.Ellos ba
La niña mira en dirección al suelo, al tiempo en que juega con sus manitas regordetas y más pequeñas de lo regular. Frente a ella, se encuentra un hombre de ojos verdes y cabello rubio, lacio y peinado con nitidez. Todo en él denota elegancia y autoridad.Su traje lustre y hecho por diseñadores famosos se ciñe a la perfección al cuerpo esbelto que ahora se encuentra rígido. El rostro atractivo que lo caracteriza luce desfigurado por el enojo y el disgusto.—De mis dos hijas tenías que ser la más inservible, fea e insoportable. ¿Cómo es eso de que no te has aprendido ni un solo paso de ballet? ¡Eres la burla de la academia! ¿Cómo te atreves a avergonzarme de esa manera, Liliana?—N-No me gusta el ballet, papá —responde ella con ojitos llorosos.—¡Me importa un comino si te gusta o no! ¡Te harás la mejor de tu clase o estarás castigada de por vida! ¡¿Me escuchas, niña desobediente?!Ella asiente mientras trata de retener las lágrimas, puesto que no debe llorar delante de su padre, quien
Un año después...En una villa glamurosa, donde solo las personas poderosas de Diamond pueden darse el lujo de hospedarse, un encuentro social de varios días se lleva a cabo. Allí se reúnen los hombres de negocios más influyentes junto a su familia, con la intención de pescar un buen matrimonio o por lo menos encontrar un socio ideal para hacer alianzas y negocios.Cansada de tantas etiquetas e hipocresía, Lilia camina entre los arbustos, escapando de las personas superficiales que buscan llamar la atención de su familia.—¡Mira lo que me encontré por aquí! Una hadita… —espeta un chico, a quien ella descubre tirado en la grama.Él la mira con una sonrisa socarrona mientras muerde un palito verde.—¿Por qué estás aquí? —cuestiona ella mientras se cruza de brazos.—¿Acaso es un delito estar en este lugar? En todo caso, tú también deambulas por estos lares. ¿Qué? ¿Escapando de las exigencias sociales y de todas sus pendejadas?—Creo que te conozco —dice ella mientras entrecierra los ojos
Bratt y Lilia regresan a la última celebración cuando ya el sol se ha puesto. Ellos se observan a la distancia y se sonríen con complicidad.—¿Dónde has estado, Liliana? —interpela el señor Rocca con expresión molesta.—He estado por los alrededores, papá —responde asustada.—Pues no te encontré. El señor Nisson quería volver a hablar contigo.Lilia lo mira extrañada. ¿Por qué ese señor querría hablar con ella?—¿Para qué?—Deja de ser insolente, qué te importa a ti la razón. Solo trata de ser amable cuando él te aborde y no saques a relucir lo tonta que eres.Lilia se tensa al escuchar esas palabras porque varios escenarios llegan a su mente y ningunos son agradables. Está segura de que su padre la comprometería con cualquier tipo de la élite que le ofrezca una buena alianza sin importarle su opinión ni sus sentimientos.«¿Y si ese viejo me quiere pedir como esposa?», piensa aterrada.No podría esperar más para su futuro, puesto que no es una persona interesante ni bonita; pero sí jo
Lilia se mira en el espejo y sonríe debido a las ojeras que tiene. Se siente tonta porque esa hinchazón en el contorno de sus ojos le es causa de felicidad. Pero todo se debe a que madrugó la noche anterior, gracias a que estuvo hablando con Bratt por medio de mensajes de texto.Es la primera vez que tiene ese tipo de amistad con alguien, y ha sido la razón por la que le ha subido el ánimo y la autoestima también.—Eres tan divertido y lindo, Bratt —musita mientras mira a la nada con una sonrisa tonta—. Mis momentos favoritos son los que me paso hablando contigo. ¿Te sucederá a ti lo mismo? Puede que no, de seguro tus momentos preferidos son los que le dedicas a tu mejor amiga.Ella se dirige a la cocina para desayunar, pero a medio camino se esconde porque escucha la voz de su madre, lo que significa que ella se encuentra allí.Escondida, espera a que su progenitora salga para ella poder entrar. Todo se debe a lo estricta y brusca que suele ser su mamá, en cuanto a la alimentación se
Lilia camina en medio del campus con una sonrisa en la cara que evidencia lo mucho que le agrada estar allí. El ambiente es diferente al de la secundaria, ya que nadie está pendiente a su apariencia, debido a que cada quien se encuentra ocupado en sus propios asuntos.—Hola, ¿me puedo sentar aquí? —pregunta una chica de piel mulata, ojos grises y cabello crespo.—Sí —responde Lilia con una sonrisa mientras observa con fascinación a la hermosa mulata, de cuerpo atlético y mirada firme.—Gracias —dice, al tiempo en que se coloca en el asiento que le queda de frente a Lilia.Ellas se encuentran en uno de los tantos parques y áreas de recreación del campus, donde tienen disponibles banquetas, sillas y mesas.Muchos estudiantes prefieren tender una manta sobre la grama, donde se acuestan o se sientan solos, en grupo o en parejas; mientras que otros, ocupan los asientos y las mesas, ya sea para estudiar o para comer.En ese momento, Lilia utiliza una de las mesas de hierro con detalles fino
Después de saludar a varias personas, Lilia se escabulle del gentío y se sienta en una banqueta que se encuentra al frente de una fuente gigante.Ella admira las gotas caer de forma magistral, cuyo brillo colorido le da una apariencia fantasiosa al lugar rodeado de luces de diferentes colores.Lilia suelta un suspiro del aburrimiento porque se siente fuera de lugar, entonces decide llamar a sus amigas para saber si ya llegaron a la celebración.Cuando va a teclear, escucha su nombre en boca de ellas, lo que hace que se levante del asiento de un salto, luego se voltea en su dirección; sin embargo, se queda petrificada en su lugar al vislumbrar a Bratt, quien es abrazado por Serena.La decepción logra desvanecer la sonrisa que le adornaba el rostro y los ojos se le cristalizan. No lo entiende, ¿por qué se pone tan triste de repente?—¡Aquí estás! —exclama Taís mientras llega a ella.La mirada de sorpresa de Bratt la pone nerviosa y de momento se siente muy tonta. Quizás debió advertirle
Un año después…Bratt camina con nerviosismo en medio del campus de la universidad que se encuentra en otra ciudad, decidido, aunque muerto del miedo. Sus manos tiemblan de manera involuntaria, como si todo un terremoto estuviera ocurriendo dentro de su cuerpo y todo debido a esas emociones caóticas y contradictorias que están tomando el control de él en ese momento.A los temblores se le suman el exceso de sudor, las palpitaciones fuertes de su corazón y la resequedad en la garganta. Para él, dar ese paso en su vida es demasiado difícil, ya que nunca antes se había encontrado en tal encrucijada. Lo que es de entender, pues es la primera vez que abrirá su corazón y que será sincero en cuanto a sus verdaderos sentimientos.El mareo y las ganas de ir al baño aumentan, a medida en que él se acerca al punto de encuentro. Tiene un largo tiempo sin verla en persona, desde aquella noche que lloraron abrazados por segunda vez, puesto que de nuevo se tuvieron que separar.Por tal razón, Bratt