—Pues por unos días tenemos que quedarnos aquí para terminar asuntos de tu abuelita Viktoria, ¿Tú que quieres hacer hija, te vas a quedar con Lukyan?—volvió a preguntar.
—Se qué realmente no lo conozco, que la vida aqui es muy diferente a la que estoy acostumbrada. Él me gusta mucho, hay algo en mi corazón que me dice que él es el correcto, se quede va a oír loco pero en el ritual pude sentir todo el amor que él siente por mi— admitió completamente roja de la cara hasta la orejas.
—Ahora tú eres la que tiene que tomar la decisión, yo ya no puedo intervenir ni puedo decir si es lo correcto o no, piénselo que a final es su vida la que no volverá a ser la misma— le dijo sonando cortante al rollo de enamoramiento de su hija.
—El asunto es que no creo que él pudiera irse de aquí— contestó triste Karenina.
—Pero hermana ¿Nos vas a dejar, y papá el ni sabe lo que ha pasado?— de pronto intervino la pequeña.
—Es cierto no había pensado en nuestro padre. No creo que el esté muy feliz de que abandoné mi carrera— admitió casi llorando.
—Hermana y si te vas ¿Estarás bien?, es decir, aquí casi mueres— angustiada dijo añadiendo presión la menor.
—Ania tiene razón yo tampoco estoy segura de que no pase nada si vuelves a separarte de él, su madre unió sus almas según ella esa era la única solución así que pídele a Lukyan que venga contigo— hablo su madre preocupada.
—¿Y si escoje quedarse? yo no lo culparía ellos son su familia, tiene ya una vida planeada aquí, pronto tomará el mando de su clan, se tiene que casar conmigo o con otra y además ¿Cres que un hombre lobo podría vivir tranquilo en la ciudad?— rompiendo en llanto dijo Karenina.
Comprendiendo lo difícil de la situación lloraba desconsolada sin saber que elegir, que hacer o como decirle a Lukyan que el elija.
Por otra parte en algún lugar del Bosque;
—¿Estás seguro que es buena idea dejarla quedarse así no más, y si se va otra vez y ahora mueres?— enfadado le pregunta Yuri a Lukyan.
—Quiero confiar en ella y ya, además ella es libre no una esclava de la promesa o ni yo su dueño ni mucho menos— respondió molesto Lukyan.
—¿Es que acaso no te importa que los hijos de Arseni puedan hacerle dañó, o peor?— replicó una vez más Yuri.
—Claro que no quiero eso idiota, pero ella a penas se está haciendo a la idea de la existencia de personas como nosotros, de su compromiso obligado conmigo ¿Cómo le digo? Aaaaa si una última cosita alguien va a querer matarte sólo por ser mi prometida— respondió Lukyan.
—No lo sé, tienes razón hermano es mucho en que pensar de un momento a otro. Además ella está acostumbrada a una vida diferente, ha vivido fuera de aquí y quizá no le guste esta vida ¿verdad?— dijo Yuri sin le pensarlo.
—Si, además por lo de los lobos de Arseni me mantendré vigilando el pueblo— dijo Lukyan.
—Le diré a Akim que hagamos rondas de patrullaje en la frontera, quizá podamos detectar cualquier acercamiento que se atrevan a hacer— le comentó Yuri.
—Hay que poner sobre aviso a todos en la manada, que se mantengan alerta y se cuiden entre todos y sobre todo a los cachorros y ancianos— le indico a Yuri.
—¿Crees que sean capaces de matar a más personas?— pregunto alarmado.
—No lo sé, pero no está de más mantenernos a la defensiva. Si ellos buscan venganza pueden tomarla de muchas formas— dijo fríamente y frunciendo el ceño, con tono de amenaza —Pero no me importan sus motivos, no dejaré que se metan con mi clan, ni mi familia y mucho menos que toquen a mi mujer— agrego Lukyan.
—Hermano cuenta conmigo para cuidar a los nuestros— dijo firme.
—Ahora ve y dile a Akim las indicaciones hagan 3 grupos de vigilancia y den rondas, dile a nuestro padre que les diga a la manada que se cuiden mucho y que nadie ande por ahí sólo que mejor todos vayan en grupos. Yo me quedaré fuera cuidando la zona norte— le ordenó a su hermano.
—¡Entendido jefe!— dijo Yuri acatando la orden y se fue corriendo.
Así paso la noche dando vueltas corriendo de un lado a otro sin poder dormir, vigilando con todos sus sentidos alerta para que su manada y el pueblo de su amada estuvieran a salvó. Al amanecer vio llegar a su padre para suplirlo en su puesto de vigilancia, así que se recostó para descansar un poco, había tenido una noche muy cansada y estresante.
Aún se sentía algo débil después de casi morir, al sentirse más relajado por la presencia de Maksim así que callo rendido y durmió profundamente ante la mirada de su padre.
Mientras tanto en Oymyakon:
Nada más amanecer Karenina se levantó para ir a reunirse con su prometido.
—¿A dónde vas tan temprano hermana?— aún adormilado dijo Ania.
—Ire al bosque para ver a Lukyan y hablar sobre lo que haremos— con prisa respondió y salió de la casa de su abuela.
Llegó al lugar prometido y se sentó a esperar con paciencia al imponente lobo blanco.
Estaba tranquila tomando té sentada en el mismo tronco de aquella vez, cuando de repente sintió la presencia de alguien más, era una sensación extraña para ella pues nunca antes la había sentido.
Pero estaba segura alguien la acechaba desde lejos, entre los árboles alguien se escondía para observarla.
La sensación era cada vez más inquietante y Karenina decidió no quedarse sin hacer nada. Se levantó y caminó despacio rumbo a él bosque, cuando de entre los matorrales salió corriendo un pequeño cachorro de lobo.
Ella al no sospechar que pudiera ser un cachorro de hombre lobo lo acaricio y jugo con él. No obstante ese pequeño lobito era un bebé lobo del clan al que Lukyan intentaba alejar.
Escuchan un silbido agudo y el cachorrito corre, al parecer era un llamado de su madre.
Desperté de a poco en poco con pesadez en mis párpados y con una sensación de mareos en mi cabeza. Sin la menor idea de dónde estaba y sin recordar bien lo que había pasado.Trataba de abrir por completo mis ojos y enfocar bien mi vista, estaba algo oscuro todo el lugar sólo era iluminado por la luz que desprendía el fuego de una pequeña fogata que se encontraba encendida ahí. Parecía que la encendieron para mantener más cómodo el lugar, comencé a tener más conciencia y note que estaba en una cueva o algo así.De golpe me di cuenta de que estaba desnuda, sin nada de ropa rápidamente intenté tomar algo para no ser vista y sólo me cubría el cuerpo una cobija de piel suave y muy abrigadora con un pelaje de color blanco con manchas grises. Al buscar con la mirada en los alrededores dónde podría estar mi ropa note que la cobija no era solo una, si no más bien me habían acomodado una cama improvisada para que pudiera descansar.Des
Nos quedamos mirando un par de minutos, el me miraba como pidiendo disculpas y triste y por mi parte le miraba impresionada y confundida.Y recordé que estaba desnuda justo enfrente de un hombre que también lo estaba, con mucha vergüenza y cerrando mis ojos tome la cobija nuevamente y cubriendo mi cuerpo di media vuelta y me aleje de él sin decirle nada solo regrese y me senté en la cama.No entendía nada de nada, no creía lo que acababa de ver y es que era muy impresionante verlo en sus 2 formas. Él en su cuerpo de lobo era muy intimidante porque era obvio un macho alfa muy feroz, pero su cuerpo humano no se quedaba atrás su rostro apuesto y figura musculosa eran casi perfectos.Se acercó hasta mi cama sin parecer importarle seguir sin ropa, se inco enfrente de mí y se inclinó.—Discúlpame, parece que te asusté y no tienes porque yo sería incapaz de lastimarte— habló con su voz ronca y grave.
Después de casi 2 días enteros de viaje, por fin habían llegado al pueblo de sus abuelos Oymyakon todo el paisaje parecía como de un cuento, el bosque de coníferas nevado, las montañas enteramente blancas, el río helado corriendo entre el hielo sólido y los sonidos de los animales en estado salvaje.A pesar de que Franka no había pasado mucho tiempo en el pueblo todos mostraban hospitalidad y eran muy amables pues sabían de quién era hija y las recibieron cálidamente. Las llevaron a la casa de su familia, dónde se encontraba la señora Viktoria.—Hola ¿Cómo sigue mi madre?— dijo Franka nadamás cruzar la primera puerta de la casa.—Hola querida, sigue estable pero está muy cansada— contestó Ivanna —Ven aquí mira que tengas años de no verte— le dijo para abrazarla.Después de unos minutos recorriendo el pueblo Karenina y Ania decidieron que ahora sí entrarían a la casa de la abuela.—Ven Ania supo
Agitado cargando el cuerpo de Karenina llegó a una cueva en la montaña, la dejo un momento en el suelo para tomar su forma humana.Tenía que quitarle la ropa mojada para que su cuerpo pudiera tomar calor otra vez, la comenzó a desvestir con la mayor calma y cuidado que su mente le permitía pues no le era fácil concentrarse. Agradeció que estuviera inconsciente pues de otro modo no se atrevería a tocarla para ayudarla a quitarse sus prendas que ya estaban hasta rotas.Aunque no quería verla sin su permiso pero tenía que para también limpiar las heridas de su cuerpo, cuando quitaba cada prenda y descubría más de la tersa y delicada piel de su mujer más se inquietaba. Trataba de mantener la calma, pues moría por tocar esa deliciosa piel y marcarla, le temblaban las manos y se le hacía agua la boca, tragaba saliva con dificultad para acallar sus instintos de morder a su presa.Finalmente logro terminar de desvestirla, la tomo en brazos y la llevó hasta la cama hecha de
Después de comer tranquilos la deliciosa carne de la libre, estaban ambos muy cómodos sentados tan cerca que Karenina podía recargarse en el hombro de Lukyan.—¡Auch!— gritó y se recostó en el hombro izquierdo de él.—¿Qué pasa te lastimaste?— alarmado le preguntó.—No es nada sólo que al reírme me dolió el costado, ahí tengo una gran marca morada— le explicó ella.—Aaah claro te golpeaste mucho, lamento que mi forma de lobo te haya asustado tanto— dijo sonando triste.—No te preocupes ya no pasará ahora se que eres tú y ya no tendré miedo ni voy a huir de ti— sonrojándose le afirmó.—Nunca te haré daño pequeña, tú y yo nacimos el uno para el otro— sin timidez le declaró.—Lukyan ¿Cómo puedes decir algo tan serio así sin más?— le cuestionó ella escondiendo la vergüenza.—¿Eh porqué, que tiene de malo?— confundido la miro como acomodaba su rostro s
Mientras en el pueblo la gente estaba de luto por la partida de su amiga Viktoria y la desapareción de su nieta Karenina, la madre y hermana de esta última estaban inconsolables. Solo mantenían la leve esperanza de que pronto volviera y ellas la esperarían.Por su parte en la cueva.Karenina y Lukyan seguían conociéndose más a fondo el uno al otro.—¿Qué pasó todo este tiempo contigo?— le pregunto Lukyan con tono de molestia.—¿Entonces si eras el niño de esa ocasión verdad?— le respondió curiosa.—Si en esa reunión se suponía que tú y yo seríamos presentados oficialmente como futuros esposos, pero no pasó nada— le afirmó Lukyan.—¿Eh enserio, yo no sabía nada eso? Es decir según yo sólo estaba acompañando a mi abuelita a la reunión con un hombre en medio del bosque— le aclaro ella.—¿Porqué, como no te lo dijeron?— se sorprendió de la respuesta.
Después de escuchar el relato Karenina se quedó pensando un momento, ella recordaba un cuento similar que le habían contado de niña pero en su cuento el final no era feliz y tampoco parecía una historia de amor.Porque si era algo que conectaba a las 2 familias desde hace tanto tiempo en su familia aquello parecía más una sentencia y no una promesa, todos los recuerdos que creía insignificantes por ser de una niña pequeña ahora tenían sentido.—Lukyan cuando era una niña me contaban un cuento parecido, pero para mí no era una historia con final feliz— le confesó.—¿Entonces como es la historia que te contaron a ti?— interrogó a la jóven.—Pues mira no recuerdo lujo de detalle pero bueno.Y así Karenina comenzó a relatar el cuento que su abuela solía contarle.Mi abuelita decía que hace muchos muchos años atrás nuestra familia no vivía en el pueblo de Oymyakon.
Cuando Lukyan vió a esa mujer consolando a su amada entendió que era su madre, aprovecho el momento y se fue corriendo hacia el bosque tratando de huir de sus sentimientos, de no arrepentirse de dejar a Karenina en el pueblo y llevársela con él.Entre más se alejaba de ella más le costaba seguir corriendo, el sentimiento de su corazón destrozado le quemaba en el pecho cada vez más y más.La ansiedad de la separación le desgarraba el alma, toda su vida había estado esperando por casarse con ella y ahora que por fin había vuelto a encontrarla, que la tuvo sólo para él ahora tenía que dejarla ir.Las cosas no eran como las espero por todos estos años, ella no lo esperaba ni mucho menos quería quedarse con él. No quería pero tenía que dejarla irse, no la obligaría a nada.Sin poder soportarlo más se detuvo y aulló dejando salir toda la tristeza que sentía, después simplemente se desplomó en la nieve quedando incon