Después de casi 2 días enteros de viaje, por fin habían llegado al pueblo de sus abuelos Oymyakon todo el paisaje parecía como de un cuento, el bosque de coníferas nevado, las montañas enteramente blancas, el río helado corriendo entre el hielo sólido y los sonidos de los animales en estado salvaje.
A pesar de que Franka no había pasado mucho tiempo en el pueblo todos mostraban hospitalidad y eran muy amables pues sabían de quién era hija y las recibieron cálidamente. Las llevaron a la casa de su familia, dónde se encontraba la señora Viktoria.
—Hola ¿Cómo sigue mi madre?— dijo Franka nadamás cruzar la primera puerta de la casa.
—Hola querida, sigue estable pero está muy cansada— contestó Ivanna —Ven aquí mira que tengas años de no verte— le dijo para abrazarla.
Después de unos minutos recorriendo el pueblo Karenina y Ania decidieron que ahora sí entrarían a la casa de la abuela.
—Ven Ania supongo que mamá ya pasó suficiente tiempo a solas con nuestra abuela— dijo jalando de su mano.
—Si además ya me siento congelada— se encamino con prisa.
Al llegar a la casa y abrir la puerta la señora Ivanna las esperaba.
—¡Ya quería conocerte!— grito y abrazo a Ania.
—Oh ¿Quien es usted?— le pregunto a la mujer que la había sorprendido.
—Yo soy Ivanna vieja amiga de tu abuelita Viktoria— le respondió sin dejar de abrazarla.
Al soltarla para que la niña se alistará para enterar a ver a su abuela, dirigió su atención a Karenina.
—No se porque tu madre se atrevió a traerte, pero escucha no te alejes para nada al bosque y mejor si no sales de la casa— le dijo muy firme como si la amenazará.
—Lo sé mi madre ya me lo repitió como 10 veces en todo el viaje— le contestó con fastidio y sin dejarse intimidar.
El cambio de actitud de esa mujer había dejado a Karenina desconcertada, antes en su infancia no la había tratado así. Sin más entro en la casa para mirar a su abuela.
—Hola abuelita te extrañé un montón, ¿Te sientes cómoda, quieres que te traiga algo?— le dijo mientras la abrazaba.
—No mi princesa, sólo escucha no debes de tenerle miedo a los lobos lo más seguro es que vendrán a buscarte— le dijo con poca voz la mujer a la jovencita.
—Nunca les he tenido miedo abuelita, recuerda que yo soy tu nieta no puedo ser cobarde— le respondió sin darle la debida importancia a lo dicho por la anciana.
En alguna parte del bosque nevado;
—¡Estas muy distraído Lukyan concéntrate!— le gritó a su hijo.
Por su parte Lukyan no podía dejar de ver en dirección al pueblo, tenía una extraña sensación como un presentimiento de que alguien lo estaba esperando haya.
—Si padre, sólo hay que acabar con esto para poder llevar carne a la casa— hablo en respuesta y comenzó a cazar su presa.
Al haber matado en conjunto con sus compañeros de manada aquel reno grande, lo comenzaron a comer ahí mismo luego llevarían el resto a su casa.
Por más que Lukyan intentaba no desapareció la sensación al contrario cada vez lo agobiaba más.
—¿Hijo qué pasá estás muy ausente?— hablo una mujer.
—Mmm nada madre sólo estoy aburrido daré una ronda algo lejos para asegurar el territorio— le respondió a la mujer y salió.
—Lukyan no te metas en problemas con las demás manadas ni mucho menos con la gente del pueblo— advirtió su madre.
—Entendido madre en una hora vuelvo— le gritó a lo lejos mientras tomaba su forma animal.
Corria a media velocidad acercándose al pueblo no podía ignorar el sentimiento de querer ir hacia haya. Parecía que su alma lo arrastraba inconsciente hacia alguien ahí.
Estando a una distancia considerable se quedó mirando a las personas, entonces ahí entre los demás del pueblo ahí estaba ella. Su corazón comenzó a latir acelerado y su respiración se agitó al olfatear el dulce aroma que desprendía, sus patas le pedían salir corriendo hacia ella y tomarla estaba demasiado felíz y ansioso. Cuando creía que no podría soportarlo más ella entro en una casa y así logro calmarse un poco.
Agitado cargando el cuerpo de Karenina llegó a una cueva en la montaña, la dejo un momento en el suelo para tomar su forma humana.Tenía que quitarle la ropa mojada para que su cuerpo pudiera tomar calor otra vez, la comenzó a desvestir con la mayor calma y cuidado que su mente le permitía pues no le era fácil concentrarse. Agradeció que estuviera inconsciente pues de otro modo no se atrevería a tocarla para ayudarla a quitarse sus prendas que ya estaban hasta rotas.Aunque no quería verla sin su permiso pero tenía que para también limpiar las heridas de su cuerpo, cuando quitaba cada prenda y descubría más de la tersa y delicada piel de su mujer más se inquietaba. Trataba de mantener la calma, pues moría por tocar esa deliciosa piel y marcarla, le temblaban las manos y se le hacía agua la boca, tragaba saliva con dificultad para acallar sus instintos de morder a su presa.Finalmente logro terminar de desvestirla, la tomo en brazos y la llevó hasta la cama hecha de
Después de comer tranquilos la deliciosa carne de la libre, estaban ambos muy cómodos sentados tan cerca que Karenina podía recargarse en el hombro de Lukyan.—¡Auch!— gritó y se recostó en el hombro izquierdo de él.—¿Qué pasa te lastimaste?— alarmado le preguntó.—No es nada sólo que al reírme me dolió el costado, ahí tengo una gran marca morada— le explicó ella.—Aaah claro te golpeaste mucho, lamento que mi forma de lobo te haya asustado tanto— dijo sonando triste.—No te preocupes ya no pasará ahora se que eres tú y ya no tendré miedo ni voy a huir de ti— sonrojándose le afirmó.—Nunca te haré daño pequeña, tú y yo nacimos el uno para el otro— sin timidez le declaró.—Lukyan ¿Cómo puedes decir algo tan serio así sin más?— le cuestionó ella escondiendo la vergüenza.—¿Eh porqué, que tiene de malo?— confundido la miro como acomodaba su rostro s
Mientras en el pueblo la gente estaba de luto por la partida de su amiga Viktoria y la desapareción de su nieta Karenina, la madre y hermana de esta última estaban inconsolables. Solo mantenían la leve esperanza de que pronto volviera y ellas la esperarían.Por su parte en la cueva.Karenina y Lukyan seguían conociéndose más a fondo el uno al otro.—¿Qué pasó todo este tiempo contigo?— le pregunto Lukyan con tono de molestia.—¿Entonces si eras el niño de esa ocasión verdad?— le respondió curiosa.—Si en esa reunión se suponía que tú y yo seríamos presentados oficialmente como futuros esposos, pero no pasó nada— le afirmó Lukyan.—¿Eh enserio, yo no sabía nada eso? Es decir según yo sólo estaba acompañando a mi abuelita a la reunión con un hombre en medio del bosque— le aclaro ella.—¿Porqué, como no te lo dijeron?— se sorprendió de la respuesta.
Después de escuchar el relato Karenina se quedó pensando un momento, ella recordaba un cuento similar que le habían contado de niña pero en su cuento el final no era feliz y tampoco parecía una historia de amor.Porque si era algo que conectaba a las 2 familias desde hace tanto tiempo en su familia aquello parecía más una sentencia y no una promesa, todos los recuerdos que creía insignificantes por ser de una niña pequeña ahora tenían sentido.—Lukyan cuando era una niña me contaban un cuento parecido, pero para mí no era una historia con final feliz— le confesó.—¿Entonces como es la historia que te contaron a ti?— interrogó a la jóven.—Pues mira no recuerdo lujo de detalle pero bueno.Y así Karenina comenzó a relatar el cuento que su abuela solía contarle.Mi abuelita decía que hace muchos muchos años atrás nuestra familia no vivía en el pueblo de Oymyakon.
Cuando Lukyan vió a esa mujer consolando a su amada entendió que era su madre, aprovecho el momento y se fue corriendo hacia el bosque tratando de huir de sus sentimientos, de no arrepentirse de dejar a Karenina en el pueblo y llevársela con él.Entre más se alejaba de ella más le costaba seguir corriendo, el sentimiento de su corazón destrozado le quemaba en el pecho cada vez más y más.La ansiedad de la separación le desgarraba el alma, toda su vida había estado esperando por casarse con ella y ahora que por fin había vuelto a encontrarla, que la tuvo sólo para él ahora tenía que dejarla ir.Las cosas no eran como las espero por todos estos años, ella no lo esperaba ni mucho menos quería quedarse con él. No quería pero tenía que dejarla irse, no la obligaría a nada.Sin poder soportarlo más se detuvo y aulló dejando salir toda la tristeza que sentía, después simplemente se desplomó en la nieve quedando incon
Mientras tanto a él lobo le agonizaba su alma internamente. Está tan conmocionado por qué el lazo que comparte con Karenina casi se ha roto, sólo se mantiene vivo porque se aferra a vivir pero realmente estaba herido. Las almas de ambos estaban unidas desde hace tanto tiempo, ellos habían nacido para amarse y vivir juntos.Había pasado años añorando poder completar la unión, que ahora que la dejo ir le ha costado desgarrar su alma y eso lo tenía al borde de la muerte. Pero el no quería obligar a su pareja a quedarse con él y no ser feliz, quería que ella lo amará de verdad y no por cumplir con la promesa.Deseaba que la compatibilidad de sus almas los uniera para amarse y fueran felices juntos el resto de sus vidas, formar una familia él ya hasta imaginaba como serían sus cachorros y los nombres que le gustaría para ellos.Comenzó a soñar con Karenina recordando lo poco que había compartido con ella, desde la primera ve
Tras su llegada rápido acudieron más personas a recibirlos, tomaron a Karenina y ayudaron a Franka a bajar de Yuri.Él tomo su forma humana y se cubrió rápido para explicarle a Irisha la situación.—Hermana lleva a esa mujer con nuestra madre dile que es la prometida de Lukyan— le ordenó.—Enseguida Yuri— acato la orden y la llevo suavemente en brazos.Gritando entro a su casa lo que alarmó a Anastasia y a Valka.—¿Que ocurre hija?— pregunto Valka acercándose a ella y la ayudo a recostar a la jovencita —¿Quien es ella Irisha?— insistió confundida.—Madre dice Yuri que ella es la mujer de Lukyan— le explicó.—Ahora entiendo porque están ambos así, hay que dejarlos estar juntos para que puedan despertar y recuperarse— les indico a las dos.—Madre ya estamos aquí en que ayudamos— dijo Akim entrado a la habitación.—Tú y Yuri lleven a Lukyan a las aguas termales ya están haya mis ayudantes alistando las cosas— les ordenó estresada —I
En el Pueblo:—¿A dónde se fue mi mamá y que paso con mi hermana?— pregunto Ania a Ivanna que seguía en shock —Contestame por favor contestame.—Ella se llevó a Karenina con una curandera, pero no sé si podrá volver— muy preocupada respondió.—¿A qué se refiere?— indagó —¿Entonces que hacemos dígame?— insistió desesperada.Por otra parte en la manadaHasta que las desesperadas madres de los dos interrumpieron la atmósfera y y] la pasión desbordante de los lobos.—¡Lukyyyaaaan! ¡Kareniiiinnaaa! ¡¿Están bien?!— se escuchó la vos de ambas detrás de la puerta.En ese instante se rompió la burbuja de amor de los enamorados. Se dieron cuenta de lo apasionado que había sido el beso porque no podían regular su respiración y notaron que estaban desnudos abrazándose.Llena de pena y completam