Mientras en el pueblo la gente estaba de luto por la partida de su amiga Viktoria y la desapareción de su nieta Karenina, la madre y hermana de esta última estaban inconsolables. Solo mantenían la leve esperanza de que pronto volviera y ellas la esperarían.

Por su parte en la cueva.

Karenina y Lukyan seguían conociéndose más a fondo el uno al otro.

—¿Qué pasó todo este tiempo contigo?— le pregunto Lukyan con tono de molestia.

—¿Entonces si eras el niño de esa ocasión verdad?— le respondió curiosa.

—Si en esa reunión se suponía que tú y yo seríamos presentados oficialmente como futuros esposos, pero no pasó nada— le afirmó Lukyan.

—¿Eh enserio, yo no sabía nada eso? Es decir según yo sólo estaba acompañando a mi abuelita a la reunión con un hombre en medio del bosque— le aclaro ella.

—¿Porqué, como no te lo dijeron?— se sorprendió de la respuesta.

—No y es más yo sólo recuerdo que mi abuelita se enojo mucho y nos fuimos dejándolos ahí— respondió inocente.

—Creo que a tu abuela no le gustaba que yo fuera quien sería tu prometido, y no la culpo siempre pensaron que tampoco  soy digno para ser el sucesor de mi clan— le confesó cabizbajo.

—Espera ¿Qué? ¿Porqué mi abuelita me iba a comprometer contigo sin mi permiso y peor aún si ni ella sabía quien eras tú?— molesta y aún más confundida reclamó Karenina.

—¿Cómo ni eso te dijeron, que no sabes nada de nuestra historia y del porque nacimos el uno para el otro?— pregunto preocupado y continuo —¿Eso quiere decir que tú no vas a quedarte conmigo?— dijo con la voz quebrándose.

—No no espera no te lo tomes personal eso sólo que no me parece justo, es muy insensible de su parte hacer una promesa de esa magnitud en mi nombre y ni siquiera saber con quién me está comprometiendo, ¿No lo crees así?— le dijo intentando no dejar pasar el mal entendido.

—No lo sé, no lo había pensado de esa manera es sólo que a mí prácticamente desde que nací me han criado con  ideas fundamentales y entre una de ellas está la de ser tu esposo— confesó aún cabizbajo.

—¿Qué porqué?, es decir entiendo que te inculcaron la idea de casarte y formar una familia pero— dudó para atreverse a preguntar le tenía miedo a la respuesta —¿Qué tengo yo, porque si no soy especial?— terminó de preguntar esperando la respuesta.

—El porque pues fácil, eso es por quién eres tú y por eso sólo contigo debería de ser comprometido así lo decretaron en nombre de la Diosa Luna— dijo con firmeza en su voz.

—¿Por la Diosa? ¿Cuando y quién lo decreto, fue mi abuelita?— replicó la jovencita quien seguía sin entender lo serio del asunto.

—No claro que no fue ella, eso fue una promesa entre nuestras familias hace generaciones— le comentó.

—¿Me contarías por favor?— pidió ella mirándolo con ojos de súplica.

—Si desde muy niño me lo contó mi mamá, para nosotros es una bonita historia de amor aunque quizá para ti no— respondió él.

Lukyan asintió y empezó a relatar el cuento.

Hace más de 200 años ya, en mi manada vivió Levon el macho alfa lider, tenía una presencia intimidante que imponía respeto a todo aquel que lo conociera, su gran tamaño y veloz cuerpo lo hacían un excelente cazador, pero su sabiduría y paciencia lo hacían un gran líder para toda la manada.

Al crecer juntos a nadie le sorprendió que Levon la eligiera a ella para ser su hembra alfa y acompañarlo en el mandato, supongo que Lisaveta al principio no rechazo su petición por seguir con la costumbre.

Estaban comprometidos oficialmente y se casarían pronto la boda estaba siendo planeada cumpliendo los deseos de Lisaveta, porque Levon estaba enamorado de ella y ansiaba unir sus vidas en matrimonio.

Un día un hombre humano joven, varonil y apuesto, estaba inconsciente había sido atacado por un lince boreal que lo dejo muy mal herido. Lisaveta lo encontró mientras daba un paseo, entonces sin pensarlo lo llevo a su casa para ayudarlo a curar sus heridas.

Cuando aquel hombre despertó se presentó ante ella como Kotofei Ivanovich. Después de varios días de cuidados él se sentía mejor, además se había encariñado con ella y Lisaveta se había enamorado del foráneo.

Cuando Levon se enteró de la presencia de Kotofei en casa de su prometida, enfureció pues Lisaveta estaba rompiendo las reglas ella sabía muy bien que no debería traer a nadie del exterior a la manada y menos a su casa.

Le exigió que lo echara fuera, pero ella se negó alegando que estaba lastimado y no funcionó. Sin darle vueltas al asunto sólo fingió obedecer, se dispuso a acompañar a su enamorado hasta las afueras del dominio para que se marchara por las buenas o ella estaba segura de que Levon actuaría por las malas.

Al llegar al final del territorio dominado por Levon, el extranjero trato de despedirse de ella pero Lisaveta le dijo que no era necesario pues lo seguiría a dónde él fuera incondicionalmente, así ambos dejaron atrás a la manada y emprendieron su nuevo camino juntos.

Al notar que Lisaveta no volvía supusieron lo peor, sin embargo el líder Levon devastado ordenó no perseguirlos ni dañarlos de alguna manera. Le tomo varios días para darles alcance, pues Levon se empeño en hacer suyo cada parte del territorio que su prometida había recorrido y así al reclamarlo ya no era fugitiva.

Cuando los rastrearon a los 2 Levon pidió hablar con ella a solas, al verla llegar al lugar donde él la esperaba ella ahora olía diferente su esencia había cambiado y para su olfato ese sutil cambio no pasó desapercibido.

Estaba intrigado así que le pregunto la razón para huir y entregarse a otro hombre, ella sólo agachó la cabeza y confesó amar a Kotofei Ivanovich.

Suspiró y resignado le dijo que recordará que ella ya estaba comprometida con él, entonces Lisaveta comenzó a llorar sin saber que decirle pues sabía que él era un buen macho y no merecía su traición.

Levon le propuso a Lisaveta prometiera vivir siempre cerca del bosque para que pudiera ver a su familia. Además ella compensaría el lazo de amor que había hecho la luna y que en su capricho ella había roto.

Sin entender le pregunto a Levon como haría eso y el le respondió tocando su vientre, promete que dejarás que tú desendiente vuelva.

Lisaveta acepto y le pidió a su líder hacer el decreto en nombre de la Diosa Luna para que fuera una promesa inquebrantable, así Levon recito una especie de hechizo.

Tu descendencia será generación tras generación una niña, así hasta que al igual que nuestra madre luna haya completado 12 ciclos y nacerá la prometida para regresar a su manada a completar el lazo de amor con mi decencia de alfas líderes y juntos se acompañaran en el mandato así como tú y yo lo habíamos prometido. Lo juro en nombre de la diosa luna afirmó Lisaveta poniendo su mano encima de la de él sellando la promesa inquebrantable.