Tras su llegada rápido acudieron más personas a recibirlos, tomaron a Karenina y ayudaron a Franka a bajar de Yuri.

Él tomo su forma humana y se cubrió rápido para explicarle a Irisha la situación.

—Hermana lleva a esa mujer con nuestra madre dile que es la prometida de Lukyan— le ordenó.

—Enseguida Yuri— acato la orden y la llevo suavemente en brazos.

Gritando entro a su casa lo que alarmó a Anastasia y a Valka.

—¿Que ocurre hija?— pregunto Valka acercándose a ella y la ayudo a recostar a la jovencita —¿Quien es ella Irisha?— insistió confundida.

—Madre dice Yuri que ella es la mujer de Lukyan— le explicó.

—Ahora entiendo porque están ambos así, hay que dejarlos estar juntos para que puedan despertar y recuperarse— les indico a las dos.

—Madre ya estamos aquí en que ayudamos— dijo Akim entrado a la habitación.

—Tú y Yuri lleven a Lukyan a las aguas termales ya están haya mis ayudantes alistando las cosas— les ordenó estresada —Irisha y Anastasia ustedes lleven a la mujer y acuesten a ambos juntos lado a lado en el agua— les dió las indicaciones —Yo los alcanzaré haya vayan con cuidado.

—Si madre— respondieron los 3 hijos.

Anastasia acato de mala gana la orden no podía ocultar su desagrado por la mujer.

Al salir de su casa pudo ver a una vieja conocida a quien le guardaba un rencor amargo desde hace años.

—¡Usted tiene la culpa!— le gritó furiosa.

—¿De qué está hab?— no termino de hablar porque fue golpeada en la cara por la mano de Valka.

—Ustedes se encargaron de alejarlos desde que apenas eran unos niños pequeños e inocentes— le reclamo casi llorando a Franka —Mi hijo sufrió años en la espera de su alma gemela.

—¿Usted es la madre de Lukyan? el joven me dijo que usted sabía cómo despertar a Karenina— le pregunto sobándose la mejilla.

—Si soy Valka madre Lukyan el futuro alfa líder y la reencarnación de Levon el lobo de la promesa ancestral en nombre de la Diosa Lyuba— contestó orgullosa para dejarle claro quien era y qué era lo que reclamaba.  

—Ya entiendo señora, dígame qué debo hacer para ayudarlos— le dijo Franka avergonzada.

—Intentaré hacer un ritual en las aguas termales invocando el nombre de la diosa Lyuba y haré un sacrificio de sangre en eso me hará falta la suya— le explicó ordenando su participación.

Ambas caminaron hasta donde se encontraban sus hijos ya listos, acostados en el agua sus cuerpos cubiertos solamente por una sábana blanca, el agua tenía una mezcla de hierbas aromáticas y medicinales, velas al rededor y una pequeña fogata en dónde se haría el ritual.

—Muy bien todo está listo así que comenzaré— afirmó Valka entrando en el agua.

Vestida con una túnica y un sombrero ceremonial blanco con adornos bordados, se quedó en silencio concentrada y luego de un momento comenzó a recitar en un lenguaje antigüo unas palabras, era un hechizo para pedirle ayuda al espíritu del amor para que reparará el vínculo de las almas de la pareja, con los ojos cerrados la marca de una media luna se iluminó en su frente y al abrir sus ojos brillaron tomando un tono azúl..

En total concentración y conectada con su espíritu de loba realizaba el ritual, el ambiente comenzó a cambiar, se tornó más oscuros de repente, el fuego de la fogata se avivó y el agua comenzó a brillar, el cuerpo de los jóvenes que flotaba en la tibia cama de hierbas emanaba una luz cálida y así pasaron unos minutos en los que Karenina y Lukyan eran sanados y bendecidos 

Mientras la Diosa Lyuba volvía a unir sus almas y su destino, la pareja inconsciente comenzó a rememorar su infancia, también sus vidas pasadas y así Karenina entendió más sobre el vinculo tan estrecho y antigüo que ellos compartían.

Comprendió que su alma gemela es Lukyan quien después de muchos años de esperarla la volvía a encontrar para amarse y vivir juntos. Ahora en medio del trance podía sentir el amor sincero que él sentía por ella y la sensación de paz y seguridad que la hizo sentir este amor le fascino y ahora quería más quería estar con su futuro esposo.

Aceptando su destino se dejó envolver por completo en el lazo y amor de Lukyan, así se volvió a sellar su amor que para ellos era una promesa inquebrantable, al terminar el ambiente volvió a la normalidad así Valka usando sus poderes sanadores logró que el espíritu Lyuba volviera a unir las almas de su hijo y su futura nuera.

—Muchas gracias mi señora adorada y ahora mi bondadosa Diosa te haremos un juramento de sangre, nosotras las madres de estás almas gemelas— dijo Valka extendiendo su mano para que Franka la tomará —Nosotros juramos no volver a separar ni a interponer nuestra mano en la unión sagrada que acabas de bendecir por favor permite que seamos testigos del amor y matrimonio de nuestros hijos — terminó de decir y cortó la palma de Franka y la propia dejando caer las gotas de sangre en el fuego sellando así el juramento.  

—Lo juro— afirmó Franka mirando fijamente a Valka.

—Todos hay que dejarlos solos para que puedan despertar y conversar cómodos— les ordenó a los presentes —Hija ayúdame estoy muy cansada— pidió ayuda para poder caminar.

Todos se retiraron esperando que ambos se despertarán y que su dolor ya hubiera desaparecido por completo.

Luego de un minuto los dos despertaron algo aturdidos sin saber bien en dónde estaban.

—Mmm ¿Qué pasó?— abrió los ojos Lukyan y se levantó mirando a Karenina a su lado en el agua —¡¿Oye estás bien Karenina!?— dijo alarmado y tomándola en brazos.

—Si ya estoy mejor Lukyan— le dijo tocando su mejilla y sonriendo aliviada de verlo una vez más.

—Que bueno— le respondió y la abrazo sin pensarlo.

—Si me alegra poder verte otra vez dime, ¿Porqué no me dejaste despedirme de ti?— dijo y correspondió el abrazo.

—Me ganó el miedo y huí, no creí soportar escucharte decir que no volveríamos a vernos, no es la primera vez que te vaz de mi lado y está vez podría ser la definitiva— le confesó susurrándole al oído.

—No quiero irme, Lukyan yo quiero estar contigo me duele estar lejos de ti— le contestó también susurrando.

Duraron unos minutos sin separarse disfrutando del calor y aroma del otro, escuchando el latir de sus acelerados corazones y sus respiraciones coordinadas. Luego juntaron sus frentes y con los ojos cerrados unieron sus labios.

Al principio el movimiento de sus labios era algo torpe pero se fueron acostumbrando al ritmo y el beso se volvió más intenso y apasionado, lleno de amor y deseo.

La respiración de los dos se aceleró, sólo se separaban un poco para tomar aire, por instinto  Lukyan comenzó a acariciar la tersa piel desnuda de su mujer, a quien al parecer le encanto el tacto de las manos de su macho sobre su casta anatomía y no podía ocultarlo.

Entre más se besaban y más piel recorría Lukyan con sus manos el calor en la habitación aumentaba, los instintos lobeznos de ambos se iban descontrolando y las ganas de reclamarse el uno al otro como pareja oficial marcando su cuerpo cada vez eran más insoportables.