Capítulo Veintisiete

No sé, por cuánto tiempo he dormido.

Tampoco sé que me ha despertado, pero me siento mucho mejor.

Una mano acaricia mi entrepierna, y un suspiro de placer se filtra entre mis labios.

Me arqueó, al tiempo que echo mi trasero hacia atrás, y siento la dureza contra mis nalgas.

Los dedos trabajan en mi calor con más precisión, y me abandono al placer que los mismos, me están proporcionando.

Abro los ojos y no veo nada.

Luego, todo me golpea.

La llegada a Miami.

Quedarme en la casa de Renzo.

La ducha.

Meterme a la cama con Renzo.

—Renzo —susurró.

—El mismo —susurra antes de chupar el lóbulo de mi oreja, y me abro a su asalto.

Descanso mi pierna sobre la suya.

La sensación que me provoca no me deja pensar.

¡Joder!

No quiero pensar.

Sus dedos me dejan, antes de sentir como tira de la precaria pijama, dejándome desnuda.

Alargo la mano, y encuentro que él ya está desnudo, y no puedo evitar tomar su pene y deslizar mi mano, acariciándolo.

—Sam —. Dice entre dientes.

Lo empuj
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo