La noticia sorprende a la familia. Luego de ser reacios al matrimonio, que estemos comprometidos. Es sorprendente para ellos.El tiempo pasa y mi embarazo se desarrolla con normalidad.Los temores quedaron atrás y la ansiedad de conocer a esta personita que habita en mí, me está consumiendo.He comprado ropa de bebé como loca y Renzo y yo, ya comenzamos a decorar su habitación. Lo mejor, es que ya sabemos que es, y haremos la develación de sexo. Bianca tuvo la suya el mes pasado, y va a tener una niña.La pareja no podría estar más feliz.Salgo a la terraza donde todos están y donde se llevará a cabo la develación.Renzo había sido tan extravagante que contrato una avioneta que surque los cielos y no devele el sexo del bebé.—Quiero una paleta —escucho a Bianca pedir como una niña.Darío niega exasperado.—Solo es ella por ahora —se burla Renzo —Imagina a dos.El hombre ríe nervioso.no es para menos.Miro a donde está Gianna y Lorenzo que hablan con Fernando.—Bueno, aquí hay unos ap
CINCO AÑOS DESPUÉS.Me detengo en la puerta de la cocina y veo como Brandon, Bate uno de sus pasteles, mientras a su lado está su inseparable ayudante.Leila.Ya tiene cinco. Y es como un petardo, Renzo y yo a veces nos hace falta energía para lidiar con ella. Debemos mantener las puertas cerradas por si las dudas.Ella es el calco de su padre, con ojos y cabello negro. Sin embargo, es rizado y abundante como el mío.—Quiero glaseado.—No. Es para el pastel —espeta Brandon —Además, eso será combustible para tus caries.—No tengo caries —dice con su pequeño tono petulante.—Leila —develo mi presencia.Sus ojos se abren como platos al verse descubierta.—A Brandon no le hablamos de esa manera —arqueo la ceja. —Lo tratamos con respeto.Se apena.—Lo siento —dice mirándolo con los ojos de cachorro.Esos que pueden con Renzo.—Vamos un par de horas al centro juvenil.Ella, baja del taburete y pasa a mi lado con emoción.Adora ir al centro y jugar con los niños de su edad.—Lo siento, Brand
VERANO – SICILIA.El silencio me dice que mi pequeña escurridiza y mi esposo están en algo.Bajo las escaleras de la villa, en Sicilia, en busca de ese par.Habíamos llegado para pasar el verano en casa de mis suegros hace un par de días. Luego de mucho hablarlo, llegamos al acuerdo de reunirnos todos aquí y disfrutar en familia. Darío había hecho coincidir sus vacaciones anuales con el verano. Así que, nos esperaba un verano extraordinario.Ámbar, La hija de Bianca y Darío. Y, mi hija juntas, eran terrible. Hacían cada trastada.El karma es una perra.Lorenzo siempre se los recuerda.Me detengo en el pasillo sonriso al ver una fotografía de mi boda con Renzo junto a otras fotografías familiares.Había sido una boda íntima y hermosa. Solo una veintena de personas para el momento. Leila estaba pequeña y se perdía en un vestido de tul que la tía Loreta le puso.Esta familia se ha vuelto la mía después de perder a mi hermana. En ocasiones me pregunto qué tan bueno hubiera sido si mi herm
EL INCIO.POV RENZO.—¡Tú, tienes la culpa de mi desgracia!Es lo primero que escucho, cuando contesto una llamada de mi hermana menor.—Ahora, ¿Qué hice? —inquiero, sintiéndome confundido antes sus palabras.—Darío me ha pedido matrimonio.—¿Lo lamento?—¡Renzo! —gruñe mi hermana y la escucho hipar como una magdalena.¡Señor!—No entiendo, ¿Es bueno o malo?—Vino a la villa a pedir mi mano y Mamma me dejo claro que no puedo casarme con él, porque tú no estás casado.Me paso la mano por el rostro.—¿No es cierto?—¡Si! —grita histérica—Yo le dije: Mamma. Me voy a quedar a vestir santos, porque tu niño es un idiota que no tiene relaciones serias.—¡Oye!—¡Es cierto! ¿Cuándo fue tu última relación duradera?—No es tu problema.—¡¿Lo ves?! —gimotea más—Darío y yo nos amamos. No es justo que la Mamma me haga pasar por esto para cumplir tradiciones arcaicas.—Es ridículo— susurro.—¡Bien! Díselo a ella.Ni de coña.—Bianca. Sabes que mi trabajo es aquí dirigiendo el negocio. No tengo nada
Avanzo por el pasillo de la casa de reposo y ya es costumbre que me vean recorrerlos.Con un gesto saludo a las enfermeras a cargo del lugar. Las cuales, como siempre, me reciben con una sonrisa amable.Cuando llego a mi destino abro la puerta despacio.La consigo sentada en su silla de ruedas, mirando a través de la ventana con gesto sereno.Voltea hacía a mí cuando escucha que cierro la puerta.—Hola —digo con una sonrisa — ¿Cómo estás?Me acerco hasta estar frente a ella y me pongo de cuclillas.—Muy bien —me dice con una sonrisa.Pero sus ojos no me engañan.— ¿Cuándo podré irme de aquí? —mira detrás de mí — Las enfermeras no me dejan salir cuando quiero—bufa sin dejarme hablar—Sam, sácame de aquí.Retengo las lágrimas cuando escucho sus palabras.Leila es mi hermana menor y está en sillas de ruedas.—Sabes que no puedo sacarte de aquí— susurro—Ellos están cualificados para poder cuidar de ti.Alarga la mano y limpia una lágrima traidora que rueda por mi mejilla.—Lo sé, y me sien
Creo que tengo problemas de audición.No, tal vez estoy en una dimensión desconocida.Él, en realidad, ¿está pidiendo que yo finja ser su esposa?¡Esto es de locos!Da un paso atrás con gesto serio.—Lo que has escuchado. Quiero que finjas ser mi esposa en frente de mi familia —dice sacándome de mi letargo.—Lo siento, pero se ha confundido de Servicio.Dejo el vaso con la bebida en la mesa junto al sofá.—Permiso.—Diez mil dólares —anuncia y me detengo en seco —Diez mil dólares, te voy a pagar si aceptas. Solo para ti. Laura no tendría que enterarse de nuestro negocio.Me doy la vuelta con los ojos entrecerrados.—Nadie da esa cantidad así. Sin más.—Entonces, entiendes que es una emergencia real.— ¿Acaso no puede encontrar a una esposa de manera tradicional? —Mi tono desborda algo de ironía.Se ríe.Una risa vacía, carente de humor.Clava sus ojos en los míos y no me permito amilanarme.—¿Qué te hace suponer que es lo que quiero? —niega —Pero, si no está interesada, puedes irte —s
Llego a mi departamento sin creer lo que ha sucedido esta noche.¿De verdad he firmado un acuerdo con ese mamón insufrible?Sí.Me pongo el pijama y me desmaquillo antes de meterme a la cama.Sé que me voy a meter en una enorme mentira. Pero, qué más da.Renzo es el que debe pensar en su familia.—Idiota —susurro metiéndome a la cama.Lo que tiene de guapo, lo tiene de imbécil.⭐⭐⭐⭐Han pasado tres días desde mi encuentro con Renzo Vitale.Y, esta mañana, aparecieron cinco mil dólares en mi cuenta bancaria. Al principio, creí que estaba alucinando, pero luego de verificar de nuevo. Ahí estaba.Al parecer, Renzo Vitale tiene palabra.Es por eso que. Ahora estoy en la clínica de retiro para pagar ese monto.La mañana siguiente del episodio, en casa de Renzo, recibí la llamada de Laura. Al parecer, el hombre la llamo para decirle lo satisfecho que había quedado con mi compañía.Pendejo.Por lo menos ha cumplido con su parte del trato. Ahora, solo tengo que pagar parte de la deuda.Alison
De pie, en medio de mi habitación, miro alrededor mientras intento pensar que más guardar en la maleta.Se supone que hoy debo ir a la casa de Renzo.Había pasado el domingo con mi hermana y estaba tranquila. Así que, me iría sintiéndome más segura.Esta mañana, cuando me levante, tenía un mensaje de donde me decía que debía estar en su casa antes de mediodía.¡Lo envió a las seis!¿Es que no duerme?Niego.Termino de hacer mi maleta y salgo de mi pequeño departamento, no sin antes asegurarme que todo está en orden.Una vez en la calle, tomo un taxi.—Aquí vamos, Sam —susurro cuando el taxi se incorpora al tráfico de Miami.Le había pedido a Adrián estos días y, me dijo que, si los tomaba, dejaba claro que estaba renunciando al trabajo.Sin embargo, ya había pagado los cinco mil dólares que Renzo me había depositado.Así que, no era como que, tenía que decidir.Otra cosa que sucedió, fue la llamada que recibí de Laura, muy feliz porque Renzo Vitale había pagado por dos semanas más. Al