Capítulo Treinta y Siete

El silencio es sepulcral.

La cara de Lorenzo es de furia. Mientras que, la de Gianna es de decepción total.

—Bien. Estoy esperando —habla Lorenzo entre dientes.

Levanta un documento.

—Sabía que ocultaban algo, y lo reafirme cuando fuimos a Miami. Pero, la llegada de este documento anónimo, lo confirmo.

Me renuevo.

—¡Esto! —mueve el documento —Es el acuerdo que firmaron —entrecierra los ojos —Le has pagado diez mil dólares para esta farsa.

—¿Quién te los hizo llegar?

—No tiene remitente —niega.

¡Maldición!

—No me dejaron más opción —Renzo, da un paso adelante —lo hice por Bianca. Ella merecía ser feliz.

—¡Por favor! No me vengas con eso.

Lo corta.

—Es cierto. Me dieron un ultimátum, y yo hice lo que debía.

—¿Sabes por qué hiciste está porquería? Te dio miedo que te destituyera de tu cargo.

—¡No!

—¡Si!

—Eres un egoísta que solo piensa en sí mismo —niega.

—Se burlaron de la familia —Gianna habla. —Siempre fui amable y te abrí las puertas de mi casa.

—Yo te aprecio —susurro —De verdad, l
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