Ayzel obtiene su primer empleo como asistente del jefe de marketing de la revista D&H. Cuando conoce al dueño de la revista se enamora a primera vista. Ella sabe que no debe acercarse a él y pese a eso empiezan una amistad que termina convirtiéndose en algo más, pero nada es color de rosa, mucho menos cuando se sepa quién es realmente Ayzel.
Leer másSostengo el periódico entre mis manos, levando a la altura de mi rostro con la intensión de ocultarme. Empiezo a creer que fue una mala idea, venir al aeropuerto a comprobar que Frederick tome un vuelo de doce horas.Bajo el periódico un par de centímetros para observar a Frederick y a sus padres conversando a los lejos. Sé que no debería estar aquí. Si Frederick llega a notar mi presencia, podría tratar de acercarse.Levanto la mirada en dirección a la pantalla donde exponen la información de los próximos vuelos que despegaran y, por quinta vez, reviso la hora en la que despegará el vuelo de Frederick. Siete horas y doce minutos de la noche. Falta cinco minutos para las seis y empiezo a desesperarme por verlo marcharse.Una mujer se encuentra parada a unos dos metros de Frederick, observándolo con una expresión de desprecio en el rostro. Jamás la había visto, sin embargo, deduzco que se trata de su esposa.- ¿Se puede saber qué haces aquí?La voz de papá me toma por sorpresa
Termino de empacar mis pertenencias y antes de levantar la maleta del suelo, abro la puerta para asomarme al pasillo y cerciorarme de que Darien y sus padres no han regresado a casa todavía.Estoy cansada de las miradas de todos los miembros de la familia Wrigth. Darien está molesto a causa de mi decisión y ha dejado de dirigirme la palabra. Hannah y su madre tratan de ser cordiales conmigo a pesar de su evidente molestia hacia mí. El papá de Darien se limita a saludarme, aunque algo en su mirada me indica que se siente aliviado, sin embargo, no comprendo el motivo de tal sentimiento.Dante es el único que ha tratado de construir una relación conmigo a pesar de que nota todos los sentimientos encontrados de su familia, lo cual agradezco, ya que siento que es mi único aliado en esta guerra a la que me obligaron a participar entre la familia de Darien y la familia de Frederick.Sostengo mi maleta con fuerza al mismo tiempo que una notificación en mi celular me alerta del arribo del taxi
- Darien Wrigth, no quieras verme la cara de idiota.Estoy a punto de llegar a la cocina, cuando la voz de la mamá de Darien me detiene. Me acerco lentamente a la puerta, sin asomarme para no ser vista.- Mamá, en serio. No te oculto nada.- Tú y tu novia llegan a casa por sorpresa…La manera en la que la mamá de Darien me acaba de llamar provoca sentimientos encontrados en mi interior, sin embargo, decido ignorarlos para continuar escuchando la conversación.- … Tú hermana parece molesta por algo, aunque no logro descifrar el motivo. Ayzel evita a toda costa levantar la mirada del suelo y tú te preocupas por estar a su lado cada segundo del día.No había notado todos esos detalles. No puedo evitar sentirme un poco estúpida por no haberlo hecho y que para la mamá de Darien haya sido tan evidente.- Me gusta estar a su lado, eso es todo. Ayzel se siente intimidada por estar presente en casa de mis padres y Hannah, de seguro, está molesta por algú
Despierto sudando y gritando a causa del sueño que acabo de tener. Mi mente se encuentra aturdida y me desespero por encontrar un objeto con el que pueda defenderme.- ¡Ayzel!Ignoro por completo la voz proveniente de la izquierda y trato de levantarme de la cama hasta que una mano me sostiene y jala de regreso.- Tranquila, tranquila.Mi pecho sube y baja erráticamente. Las cobijas se enredan alrededor de mi cuerpo impidiendo que pueda levantarme.- ¡Despierta!Abro los ojos, sintiéndome estúpida por no haber notado ese detalle y de inmediato todo se ilumina frente a mis ojos.- Ayzel…Darien envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me obliga a recostarme de vuelta. Nuestras miradas se conectan y noto la expresión de preocupación en su rostro.- ¿Estás bien?Mi mente se encuentra en una encrucijada entre lo real y lo imaginario. Hace tan solo dos segundos me encontraba temblando de miedo a causa de la voz de Frederick gritando mi nombre un
Darien sostiene mi brazo obligándome a avanzar a su lado hasta llegar al ascensor. Me siento tentada a correr mientras observo las puertas del elevador, cerrarse, no obstante, decido recostar mi cabeza en una de las paredes metálicas del cubo metálico y esperar pacientemente a llegar al piso donde se encuentra el departamento de Darien.Busco el celular en el interior de mi bolso y lo desbloqueo para empezar a redactar un mensaje de texto. Darien se percata de mi acción y estira su mano tratando de arrebatar el celular de mis manos. Reacciono a tiempo y alejo el dispositivo de su alcance.- Tengo que escribir a papá, si no quieres que, de pronto, aparezcan oficiales derrumbando tu puerta.Nuestras miradas se conectan y empezamos una guerra en la cual ninguno está dispuesto a rendirse. Entrecierro los ojos con la intención de demostrarle que no me intimida y tenso mi mandíbula para mostrarme enojada.- De acuerdo.Finalmente, Darien desvía la mirada y me apresuro a envi
Disfruto de la paz que trae cada mañana cuando el sol empieza a iluminar la habitación hasta que la voz de papá me despierta por completo.- Cariño, despierta. Lo capturaron.Mi cerebro se niega a reaccionar tan temprano en la mañana y su repentina intervención en mi habitación me confunde.- ¿Qué?- Capturaron a Frederick.Escuchar ese nombre provoca que mi cuerpo se sacuda a causa de los escalofríos. Finalmente, mi cerebro despierta y busco con la mirada a papá. Lo encuentro sosteniendo su teléfono celular a la altura de su oído, mientras me observa detenidamente.- Dan está en la estación de policía con su amigo abogado, en este momento.Mi mente viaja a la noche hace cuatro días en los que su puño impactaba en mi rostro, dejándome noqueada en el suelo de la entrada del edificio donde solía vivir.- Espera, ¿Qué? ¿Podrías repetir lo último?Es evidente que esa pregunta no va a dirigida a mí, así que trato de agudizar mi oído para escuchar la
Me niego a levantar la mirada del suelo. Me niego a hacerlo rotundamente porque sé que si lo hago alguien descubrirá lo que trato de ocultar. Las personas me observan porque es extraño que alguien lleve gafas de sol dentro de una oficina, sin embargo, nada me impedirá continuar con la tarea de ocultar mi rostro.Las puertas del ascensor se abren y camino rápidamente hasta mi oficina sin detenerme a saludar a quien sea que se encontraba en el salón sentado, ya que solamente observé sus zapatos.- ¡Ayzel!Esa es la voz de José.- H-hola, José, lo lamento, n-no te vi.No regreso a ver, simplemente ingreso en mi oficina y me dispongo a comenzar con mi trabajo. En unas horas será la reunión de Alessia y debo tener preparado todas las carpetas y presentaciones.- ¿Ayzel, estás bien?José ingresa en mi oficina y rápidamente giro mi cuello para que solo el lado de mi rostro sin moretones quede expuesto.- S-sí, sí. ¿Por qué no lo estaría?Finjo que observo una
Me levanto de la camilla tratando de sostenerme con las pocas fuerzas que me quedan después de estar dos horas en emergencias. La pareja que me encontró evitó que Frederick vuelva a golpearme, sin embargo, no pudieron evitar que ese hombre huyera después de lo que me hizo. Un doctor me revisó por el golpe en la cabeza, mientras que una doctora me extrajo sangre con el propósito de realizarme exámenes.Mi cuerpo se siente pesado como si mis extremidades estuvieran hechas de cemento y pareciera que mi cabeza palpitara al mismo ritmo que lo hace mi corazón. En conclusión, ninguno de los golpes fue grave, no obstante, alguno de los doctores en emergencias llamó a la policía y un oficial me alentó a levantar una denuncia contra mi agresor. En un principio me asustaba la idea, ya que sabía que Frederick vendría a por mí cuando supiera que denuncié su ataque, sin embargo, cuando el oficial preguntó si Frederick era mi novio, la imagen me resultó repugnante y tuve que aclarar que se trataba
La puerta se abre y soy recibida por la sonrisa más genuina que jamás haya presenciado. El tío Daniel me abraza con entusiasmo y no puedo evitar devolver el gesto.- Hola, linda.- Hola, tío.El tío Daniel cierra la puerta una vez que ambos nos encontramos en el interior de su hogar y juntos caminamos hasta el patio trasero, donde encuentro a papá junto a una gran parrilla asando chuletas de cerdo.Papá camina en mi dirección en el momento en que ingreso en su campo de visión y es el tío Daniel quien lo reemplaza en la parrilla cuidando que la carne no se queme.- ¡Ayzel!Papá me abraza envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello, mientras que procedo a hacer lo mismo con los míos alrededor de su cintura.- Hola, papá.Papá parece querer decir algo, sin embargo, la voz de mi tío lo interrumpe.- Chris, ven. Alguien tiene que preparar las hamburguesas mientras cuido de las chuletas.Papá se dirige a la mesa que se halla junto a la parrilla y em