Cuál era el sentido de vivir aún estando en el mismísimo infierno? ¿En qué parte mi vida se convirtió en un libro en donde mi destino ya estaba escrito? ¿En qué momento estaba con los ojos cerrados? Cegada al obscuro rumbo que estaba tomando mi vida, del que me conducía a recuperar la felicidad perdida sin saber que solo estaba cayendo lentamente al más profundo abismo de lo que se volvería mi tormento. Creí que avanzaría si dejaba todo atrás. Sin embargo volvía a retroceder hasta llegar al punto de inicio. Fui enviada con mi tía luego de que mis padres fallecieron en un accidente. En ese instante pensé que ya no había necesidad de seguir viviendo, ya no la había si mis padres ya no estaban conmigo. Ya no había razón si ya estaba muerta por dentro. Sin embargo, me aferré a la idea de que las cosas con mi tía cambiarían para bien, que su cálida compañía me ayudaría en cierto modo, haciéndome sentir que aún no estaba del todo sola. Que era evidente que la esperanza era lo último que moría. Ahora más que nunca deseaba llorar. Pero siempre terminaba callando si no quería buscar problemas. Definitivamente ella no era mi tía. Y más cuando me vendió a Amado Gorkis; un hombre sumamente engreído y asquerosa mente egocéntrico hasta los talones. Vamos, el chico se creía el jodido centro del universo y solo por eso estaba convencido en que todos eran sus súbditos. El idiota —En un intento de desesperación— Buscaba a una bella esposa para heredar una cuantiosa fortuna. Patético. Pero en fin, así es como inicia mi nueva vida llena de tormentos atada al mismísimo diablo en su majestuoso reino del Inframundo. Ahora pienso fielmente que... No juzgues a un libro por su portada.
Leer másha había pasado una semana desde que desperté en esta casa, no sé nada de mi tía, ni que hago acá, es una casa grande, tiene dos pisos, equipada con todo de última generación lo cual me pone más nerviosa el estar acá.Jenny es una chica increíble, pero habla poco casi detalle de qué hago acá no me da, aún sigo teniendo el yeso, Jenny me ayuda a pasear por la casa en una silla de ruedas, la verdad es que pista de quien me tiene acá no sé, tampoco entiendo el motivo por el cual estaré acá.Pero hay algo que debo admitir he sentido una paz que no sentía desde hace mucho tiempo, a pesar de mi soledad, debo admitir que no es fácil en la noche despertar con pesadillas de lo que he vivido siempre en la madrugada la pobre Jenny llega a mi habitación a no dejarme sola con todo lo que me pasa.No es fácil vivir en esta incertidumbre, estoy en la sala viendo televisión y la puerta principal se abre, veo a un chico blanco, alto, su cabello algo ondulado rubio, ojos claro, poco a poco se acerca a
Narra Vale — Hoy es una fiesta importante no quiero estupideces Vale — Lo se cielo, sé que esta noche debería tener los mejores clientes— le contestó de mala manera a mi tía mientras me maquillo— No me interesa tanto los mejores clientes, prácticamente casi todos han pasado por tu cama, hoy quiero que busques más clientes que ayer, recuerda que hay que pagar la renta— ¿El dinero de ayer?, ¿Acaso no sirve? — voltea la silla donde estoy sentada y acerca su rostro al mío— No te importa lo que yo haga, siempre has Sido una carga ahora debes hacer lo que te digo y ya— Esta bien— suspiro— Ten— me da una copa de vino— ¿Y eso?— Solo tómalo— le hago caso y tomó un sorbo del vino, tiene un sabor particular pero no le prestó atención, hoy es la fiesta de carnaval, salgo del Camarín y suspiró, tomó una bandeja para repartir los tragos me dibujó una sonrisa, veo las luces de todos colores, las personas disfrazadas y con antifaz, la música está a todo volumen hoy será un día pesado.Comi
Me despierto un poco desorientada, siento un dolor intenso en mi cuerpo, veo a mi alrededor y me puedo dar cuenta que estoy en un cuarto oscuro. Tengo las manos atadas al frente, trato de moverme, pero es inútil. Mis pies están atados con una pequeña cadena a un tubo, la figura de mi tía aparece con un látigo en la mano. Esta habitación la reconozco, siempre me trae al sótano, acá me trae ella cuando mi conducta no es la correcta y me deja sin comer. Solo donde estoy en un delgado y desgastado colchón ya oscuro con una taza al frente donde coloca un poco de agua o comida. Siempre me coloca las cadenas para que no escape, y siempre escucho los sonidos que hacen los ratones, el sonido de la gota de agua que cae de las tuberías.Puedo observar algunas partes de mi cuerpo, solamente lo cubre un panty, del resto estoy completamente desnuda. Tengo tanta sed, ella se acerca lentamente y me cubre la boca con un trapo para que no hable, sus ojos solamente demuestran odio, un odio que nunca ent
Narra Vale.Mi vida al principio nunca fue traumática. Era una chica normal y siempre pensé que los problemas típicos de la vida eran lo peor que me podía pasar. Como cuando no obtenía lo que quería, llegué a pesar que lo malo que creía que me pasaba solo me pasaba a mí. Nunca pensé o creí que alguien más podía estar peor que yo.A mis 5 años recuerdo que me molestaba con mi papá cuando no pasaba tiempo conmigo por el trabajo, pero cuando llegaba el atardecer la rabia que sentía en ese momento la olvidaba.Siempre me gustó la noche porque tenía a mis padres juntos, Jugábamos, cenábamos juntos, siempre me leían un cuento antes de dormir, me sentía protegida; pero como todo niño yo también deseaba creer rápido para ser auto suficiente.El tiempo se apresura y al crecer nos damos cuenta que no es tal cual pensábamos. Olvidamos esos niños que fuimos y no fui la excepción, pues me fui alejando de mis padres prefería en la noche ir al cine con mis amigos, salir a comer, y pensaba que ellos
¿Cuál era el sentido de vivir aun estando en el mismísimo infierno? ¿En qué parte mi vida se convirtió en un libro en donde mi destino ya estaba escrito? ¿En qué momento estaba con los ojos cerrados? Cegada al obscuro rumbo que estaba tomando mi vida, del que me conducía a recuperar la felicidad perdida sin saber que solo estaba cayendo lentamente al más profundo abismo de lo que se volvería mi tormento.Creí que avanzaría si dejaba todo atrás. Sin embargo, volvía a retroceder hasta llegar al punto de inicio. Aquel doloroso punto de inicio.Fui enviada con mi tía luego de que mis padres fallecieron en un accidente. En ese instante pensé que ya no había necesidad de seguir viviendo, ya no la había si mis padres ya no estaban conmigo. Ya no había razón si ya estaba muerta por dentro. Sin embargo, me aferré a la idea de que las cosas con mi tía cambiarían para bien, que su cálida compañía me ayudaría en cierto modo, haciéndome sentir que aún no estaba del todo sola. Que era evidente que