Me despierto un poco desorientada, siento un dolor intenso en mi cuerpo, veo a mi alrededor y me puedo dar cuenta que estoy en un cuarto oscuro. Tengo las manos atadas al frente, trato de moverme, pero es inútil. Mis pies están atados con una pequeña cadena a un tubo, la figura de mi tía aparece con un látigo en la mano. Esta habitación la reconozco, siempre me trae al sótano, acá me trae ella cuando mi conducta no es la correcta y me deja sin comer. Solo donde estoy en un delgado y desgastado colchón ya oscuro con una taza al frente donde coloca un poco de agua o comida. Siempre me coloca las cadenas para que no escape, y siempre escucho los sonidos que hacen los ratones, el sonido de la gota de agua que cae de las tuberías.
Puedo observar algunas partes de mi cuerpo, solamente lo cubre un panty, del resto estoy completamente desnuda. Tengo tanta sed, ella se acerca lentamente y me cubre la boca con un trapo para que no hable, sus ojos solamente demuestran odio, un odio que nunca entendí y no entenderé. Solamente escucho su risa cuando camina para colocarse detrás de mí, trato de pensar en que está pasando, pero no puedo, siento el ardor del cuero pegado a mi piel, no pasa mucho cuando me da otro latigazo. El sonido de ese látigo negro de piel suena en todo el sótano, las lágrimas comenzaron a salir, uno tras otro y el sonido rebota en las paredes haciendo eco. Es un ardor insoportable, siento como un líquido caliente brota de mí, me imagino que es sangre, el ardor y el dolor sigue allí presente.
Veo algo distorsionado. a un chico que tiene en la mano un frasco con un líquido blanco el cual ella toma para colocarse frente a mí.
— ¿Sabes qué es esto querida? — Sonríe— Es un poco de alcohol para limpiar tus hermosas heridas— Niego con la cabeza entre lágrimas— Debiste pensar en eso antes de querer escapar— Dice para segundo después sentir que me quemaba viva. Sentí cuando vertió el líquido en mi espalda, con las heridas abierta, el ardor y el dolor eran insoportables, no puedo soportar tanto dolor y simplemente todo se volvió negro.
— Mami tengo miedo— Dice una niña sentada en su cama.
— No tengas miedo Vale, siempre estaré contigo.
— No me gusta la oscuridad.
— Todo estará bien hija, te dejaré la luz encendida, recuerda que en cada oscuridad siempre habrá una luz que te ilumine.
Veo esa imagen de lejos, trato de acercarme a mi mamá, pero todo se comienza a desvanecer y volver al mundo real. Veo que sigo en el sótano, pero esta vez sin las manos atadas. Veo mi cuerpo y está vendado, no sé cuánto tiempo tenga acá o sin comer solo veo en una esquina una taza con agua. Recuerdo que era la taza de los gatos de mi tía y lo acercó a mí para tomar agua, siento que abren la puerta y la veo bajar con un plato en la mano, se acerca a mí y su mirada sigue llena de odio, vierte lo que tiene en el plato al suelo frente de mí, tomo un poco y como, la verdad la debilidad de mi cuerpo, hace que casi no pueda moverme.
— Come cariño, cómo lo que eres, como una perra— Es lo único que dice antes de marcharse.
No sabía cuánto tiempo ya había transcurrido desde que estoy en este sótano, no podía ver nada solo me quedaban mis recuerdos lo débil de mi cuerpo por horas sin comer o agua ya era notoria, ganas de vomitar, cansancio, sueño, a mi mente solo llegaban los momentos felices con mis padres y la verdad es que todos lo fueron, no me di cuenta hasta muy tarde, recuerdo una navidad de hace ya 7 años
Flash black
— Papi, Papi quiero colocar la estrella en el arbolito
— ¿También el niño en el pesebre?
— Si me queda muy lindo
— Hermoso te queda— dice mi mamá— ¿Ya le pediste un deseo de navidad?
— Sí que quiero crecer rápido y tener un novio como mi papá
— Oye ¿por qué no pides otra cosa? — dice mi padre colocando los adornos en el árbol
— Porque no papi y tú mami ¿Que perdiste?
— Algo muy especial— me muestra una medallita con una media luna plateada— siguiendo el deseo de tu papá
— ¿Una medalla?
— No hermosa— dice mi papá encendiendo las luces del arbolito y se acerca a nosotras— pedí que siempre, pero siempre seas feliz y si pasas por malos momentos recuerdes que acá estamos nosotros
— ¿Y si estoy lejos y no me ven?
— Estaremos en tu corazón— dice mi mamá— porque está medallita nos recuerda a ti
— ¿A mí?
— Si mi pequeña Vale — dice mi padre— para tu mamá y para mi eres la luz que refleja la luna para guiar nuestros caminos, no importa lo lejos que estemos o lo oscuro y difícil que sea el camino siempre serás nuestra luz
— A si como la luna— dice mi mamá— por más oscuro y frío de la noche ella siempre da sus resplandores, nos protege y nos brinda su luz para encontrar el camino, pero claro que no lo hace sola, siempre tiene a su lado estrellas que la ayudan por eso tú papá pidió eso y yo pedí que seas una persona bondadosa, que luche por lo que ama, que seas fuerte y nunca te rindas— me coloca la medalla
— Gracias— los abrazo y suena la puerta— llegaron los invitados yo abro
Fin del flash black
Nunca imaginé que todo lo que ellos me decían tenía tanta razón, los extraño mucho
Narra Amado
Mi vida creo que es sencilla gira en torno
A mis negocios, mi madre se preocupa por mí por la razón es que a mis 24 años aún me he casado y sinceramente me gusta estar como estoy si quiero sexo solo llamo a cualquier amiga y listo.
Primera razón por la cual no casarme: todas a las cual conozco son de la misma clase, siempre se interesan primero en mi billetera o en la de mi padre
Segunda razón: No quiero lidiar con las preguntas ¿Quién es ella?, ¿Para dónde vas?, En fin, todas clases de pregunta
Tercera y la más sencilla razón: Simplemente no quiero
Pero mi padre está muy delicado de salud su nombre es Nicolás el un hombre maravilloso, su sueño es que quiere ver a sus hijos feliz, la segunda cosa que debe motivarse a casarme es que solamente heredare las empresas si estoy casado, así que tengo que ir en búsqueda de una esposa que me convenga a mí, voy al club o bar que mi hermano siempre me insiste desde que se inauguró no he entrado acá, la verdad me parece bizarro pagar por sexo, no vengo vestido con nada de trajes, ni nada que represente mi posición económica, tendría a todas las mujeres encima tratando de complacer a unos de los duelos de este lugar
Me siento en una mesa y pido un trago, veo a las chicas bailar, a las otras entregados tragos y alguna en las piernas de hombres, sigo en lo mío cuando una chica no tan alta de 1.55, tenía unos tacones negros, que hacían juego con su traje de conejo, su cabello era negro y largo
— ¿Se te perdió alguien igual a mí?
— Rio— para nada solo que no había visto un conejo tan pequeño
— ¿Me dices enana? — pregunta mientras toma un sorbo de su trago
— Enana no solamente dije pequeña
— No veo ni lo grandioso en ese comentario
— ¿Tienes mucho trabajo hoy?
— No le debería importante, créame que acá hay muchas chicas con la cual gastar su dinero
— Primeramente, no tengo tanto dinero, segundo no te estoy contestando
— ¿Entonces?
— Veo que estás a la defensiva solo estoy hablando, vine acompaño a mi jefe, Mucho gusto mi nombre es Amado
— Hola, soy Valeria
— ¿Valeria? Curioso el nombre, ¿Quieres que te invite algo?
— Ella mira a dirección de las puertas donde están los camerinos— debo irme un gusto en conocerte
Debo decir que no me impactó tanto su cuerpo, lo que me impactó un poco que a pesar de decirle que no te no tenía dinero se quedó conversando conmigo diferencia de muchas que le dije lo mismo
Narra Vale — Hoy es una fiesta importante no quiero estupideces Vale — Lo se cielo, sé que esta noche debería tener los mejores clientes— le contestó de mala manera a mi tía mientras me maquillo— No me interesa tanto los mejores clientes, prácticamente casi todos han pasado por tu cama, hoy quiero que busques más clientes que ayer, recuerda que hay que pagar la renta— ¿El dinero de ayer?, ¿Acaso no sirve? — voltea la silla donde estoy sentada y acerca su rostro al mío— No te importa lo que yo haga, siempre has Sido una carga ahora debes hacer lo que te digo y ya— Esta bien— suspiro— Ten— me da una copa de vino— ¿Y eso?— Solo tómalo— le hago caso y tomó un sorbo del vino, tiene un sabor particular pero no le prestó atención, hoy es la fiesta de carnaval, salgo del Camarín y suspiró, tomó una bandeja para repartir los tragos me dibujó una sonrisa, veo las luces de todos colores, las personas disfrazadas y con antifaz, la música está a todo volumen hoy será un día pesado.Comi
ha había pasado una semana desde que desperté en esta casa, no sé nada de mi tía, ni que hago acá, es una casa grande, tiene dos pisos, equipada con todo de última generación lo cual me pone más nerviosa el estar acá.Jenny es una chica increíble, pero habla poco casi detalle de qué hago acá no me da, aún sigo teniendo el yeso, Jenny me ayuda a pasear por la casa en una silla de ruedas, la verdad es que pista de quien me tiene acá no sé, tampoco entiendo el motivo por el cual estaré acá.Pero hay algo que debo admitir he sentido una paz que no sentía desde hace mucho tiempo, a pesar de mi soledad, debo admitir que no es fácil en la noche despertar con pesadillas de lo que he vivido siempre en la madrugada la pobre Jenny llega a mi habitación a no dejarme sola con todo lo que me pasa.No es fácil vivir en esta incertidumbre, estoy en la sala viendo televisión y la puerta principal se abre, veo a un chico blanco, alto, su cabello algo ondulado rubio, ojos claro, poco a poco se acerca a
¿Cuál era el sentido de vivir aun estando en el mismísimo infierno? ¿En qué parte mi vida se convirtió en un libro en donde mi destino ya estaba escrito? ¿En qué momento estaba con los ojos cerrados? Cegada al obscuro rumbo que estaba tomando mi vida, del que me conducía a recuperar la felicidad perdida sin saber que solo estaba cayendo lentamente al más profundo abismo de lo que se volvería mi tormento.Creí que avanzaría si dejaba todo atrás. Sin embargo, volvía a retroceder hasta llegar al punto de inicio. Aquel doloroso punto de inicio.Fui enviada con mi tía luego de que mis padres fallecieron en un accidente. En ese instante pensé que ya no había necesidad de seguir viviendo, ya no la había si mis padres ya no estaban conmigo. Ya no había razón si ya estaba muerta por dentro. Sin embargo, me aferré a la idea de que las cosas con mi tía cambiarían para bien, que su cálida compañía me ayudaría en cierto modo, haciéndome sentir que aún no estaba del todo sola. Que era evidente que
Narra Vale.Mi vida al principio nunca fue traumática. Era una chica normal y siempre pensé que los problemas típicos de la vida eran lo peor que me podía pasar. Como cuando no obtenía lo que quería, llegué a pesar que lo malo que creía que me pasaba solo me pasaba a mí. Nunca pensé o creí que alguien más podía estar peor que yo.A mis 5 años recuerdo que me molestaba con mi papá cuando no pasaba tiempo conmigo por el trabajo, pero cuando llegaba el atardecer la rabia que sentía en ese momento la olvidaba.Siempre me gustó la noche porque tenía a mis padres juntos, Jugábamos, cenábamos juntos, siempre me leían un cuento antes de dormir, me sentía protegida; pero como todo niño yo también deseaba creer rápido para ser auto suficiente.El tiempo se apresura y al crecer nos damos cuenta que no es tal cual pensábamos. Olvidamos esos niños que fuimos y no fui la excepción, pues me fui alejando de mis padres prefería en la noche ir al cine con mis amigos, salir a comer, y pensaba que ellos