Narra Vale
— Hoy es una fiesta importante no quiero estupideces Vale
— Lo se cielo, sé que esta noche debería tener los mejores clientes— le contestó de mala manera a mi tía mientras me maquillo
— No me interesa tanto los mejores clientes, prácticamente casi todos han pasado por tu cama, hoy quiero que busques más clientes que ayer, recuerda que hay que pagar la renta
— ¿El dinero de ayer?, ¿Acaso no sirve? — voltea la silla donde estoy sentada y acerca su rostro al mío
— No te importa lo que yo haga, siempre has Sido una carga ahora debes hacer lo que te digo y ya
— Esta bien— suspiro
— Ten— me da una copa de vino
— ¿Y eso?
— Solo tómalo— le hago caso y tomó un sorbo del vino, tiene un sabor particular pero no le prestó atención, hoy es la fiesta de carnaval, salgo del Camarín y suspiró, tomó una bandeja para repartir los tragos me dibujó una sonrisa, veo las luces de todos colores, las personas disfrazadas y con antifaz, la música está a todo volumen hoy será un día pesado.
Comienzo a llevar a las mesas los tragos, mi vestimenta es un mini traje de conejita negro, con un antifaz negro con detalle dorado, escucho cosas como que quieren ser mi consejo, que le quieren montar o como me quieren follar son cosas que ya estoy adaptada, igual que escuchar que soy una puta, zorra o una cualquiera, son cosas que viene con todo esto, tropiezo con Cande una de las chicas que al igual que yo trabajamos acá ella Me da una sonrisa y sigue su camino la verdad es que no sé qué la tiene acá pero tampoco la juzgo a ninguna no se la circunstancia de cada quién, me acerco a la barra y me mareo un poco
— ¿Estás bien? — pregunta mi tía
— Solo un poco mareada
— Toma esto— me da una pastilla y la miró raro, pero no hago pregunta y tomo la pastilla sin hacer preguntar
La luz que entra por la ventana me molesta, frotó mi cara con mis manos, me siento en la cama y abro mis ojos, veo que estoy en un cuarto que no reconozco, a mi lado está un chico durmiendo y solo tiene el antifaz, veo mi disfraz en la habitación regada, suspiro y me visto sin hacer ruido solo puedo ver que tiene un pequeño tatuajes en la espalda pero no lo distingo bien, veo su cartera en la mesita de noche y tomo solo para el taxi y salgo, no recuerdo nada de lo que pasó, salgo del hotel cosa que se me hace extraña ya que nadie del club sale con un cliente así y menos cielo lo permitiría, un taxi se estaciona y me dirijo a casa y obvio escuchar cosas idiota del taxistas, bajo de él y entro a la casa, mi tía tirada en el sofá y veo a su lado varias jeringa queriendo decir que ya se drogo, no está sola a su lado hay una chica y un hombre más desnudos y tirado allí, trato de recordar qué pasó pero no puedo recordar nada
Es imposible no tratar de pensar ¿Qué hacía allí ese día? Pero son de esas preguntas a la que nunca tendré respuesta, mi tía siempre ha querido que generé más "ganancia" cada Noche trataba de agregar a más cantidades de cliente a mi "trabajo", hasta cobra de más si ellos no usan preservativo, lo cual es obligatorio en el negocio.
Ya mi cuerpo no resiste, siento que no puedo más, solo espero que llegue el día en que me tenga que ir, Miles de forma de quitarme la vida ha pasado por mi mente, pero solamente soy tan cobarde que no puedo
Hoy la noche parece entender lo que siento, esa soledad y vacío, estoy en la barra esperando para hacer mi acto de bailar con telas, suspiro al llegar el momento.
Me dirijo a dirección del escenario y veo a mi tía
— Hola Vale necesito que me firmes acá— me muestra una hoja
— Debo bailar tía
— Es rápido Vale no me hagas perder la paciencia
— Ok está bien lo haré— firmó el documento
Subo a la tarima y comenzó a bailar, por lo menos siento que mi vida no es este infierno el que me tocó vivir, que puedo tener 5 segundos por lo menos fiera de la realidad o eso pensaba, sentía mi cuerpo tan débil que solté una de las telas y sentí un dolor enorme cuando mi cuerpo impacta en el piso, todo se siente que pasa a cámara lenta, el sonido de la música, las personas gritando, y otros acercándose a mí.
No puedo moverme, es como si todos mis huesos se hubieran roto, una sonrisa se forma en mi rostro en pesar que llegó mi hora y que saldría de este infierno, mis párpados se sienten pesados, tengo tanta sed y todo se vuelve Negro
— Bueno ya hiciste tu trabajo debes irte— escucho la voz de un chico
— No entiendo porque la quieres después de todo lo que te dije de ella— habla mi tía
— Es mi asunto de ahora en adelante, ahora puedes ser feliz y dejar de sufrir por esta chiquita
Trato de abrir mis ojos, pero simplemente aún no puedo no entiendo qué está pasando
¿Quién es el?, ¿Por qué mi tía me deja? ¿Qué está pasando?
La sensación de un pequeño resplandor del sol en mi rostro, poco a poco abro mis ojos, para lograr observar que proviene de la ventana, veo a mi alrededor para detallar en lugar donde estoy.
Me encuentro en una habitación, tiene las paredes de color blanco, tiene algunos pequeños cuadros pintados, observó también tres puertas una puedo detallar que es del closet, me imagino que la otra es la puerta al baño y la otra es de salida, también veo una peinadora de madera, encima de ella hay perfumes y maquillajes, tiene un espejo ovalado con algunos detalles de flores.
A mí lado hay una mesita de noche con una jarra de agua, un vaso y algunos medicamentos, trato de levantarme, pero no puedo, quitó la sábana que cubre mi cuerpo y mi mirada viaja a mi pierna derecha cubierta con un yeso, no entiendo nada y la puerta del cuarto se abre.
Una señora entra no tiene más de 35 años, morena, alta y viste de enfermera
— Por fin despertaste
— ¿En dónde me encuentro? — pregunto
— En su casa señora Vale
— ¿Cómo sabes mi nombre?, Está no es mi casa
— Debió ser por el golpe, pero ya recordará todo
— ¿Y mi tía?, ¿Dónde está?
— No se dé que tía habla, pero tranquilícese mi nombre es Jenny y soy su enfermera
— ¿Mi enfermera? — preguntó confundida
— Sí señora su esposo me contrató para que la cuidara mientras se recupera de la caída que tuvo en las escaleras
— ¿Esposo?, Yo no me caí de las escaleras, exijo una explicación de todo esto
— Él se la dará pronto pero ahora está en un viaje de negocio le recomiendo que se tranquilice y ya le traeré algo de comer— se aleja y cierra la puerta detrás de ella
Ahora no entiendo nada, ¿En dónde estoy? ¿Quién es ese chico que dice ser mi esposo?, ¿Que hago acá?
ha había pasado una semana desde que desperté en esta casa, no sé nada de mi tía, ni que hago acá, es una casa grande, tiene dos pisos, equipada con todo de última generación lo cual me pone más nerviosa el estar acá.Jenny es una chica increíble, pero habla poco casi detalle de qué hago acá no me da, aún sigo teniendo el yeso, Jenny me ayuda a pasear por la casa en una silla de ruedas, la verdad es que pista de quien me tiene acá no sé, tampoco entiendo el motivo por el cual estaré acá.Pero hay algo que debo admitir he sentido una paz que no sentía desde hace mucho tiempo, a pesar de mi soledad, debo admitir que no es fácil en la noche despertar con pesadillas de lo que he vivido siempre en la madrugada la pobre Jenny llega a mi habitación a no dejarme sola con todo lo que me pasa.No es fácil vivir en esta incertidumbre, estoy en la sala viendo televisión y la puerta principal se abre, veo a un chico blanco, alto, su cabello algo ondulado rubio, ojos claro, poco a poco se acerca a
¿Cuál era el sentido de vivir aun estando en el mismísimo infierno? ¿En qué parte mi vida se convirtió en un libro en donde mi destino ya estaba escrito? ¿En qué momento estaba con los ojos cerrados? Cegada al obscuro rumbo que estaba tomando mi vida, del que me conducía a recuperar la felicidad perdida sin saber que solo estaba cayendo lentamente al más profundo abismo de lo que se volvería mi tormento.Creí que avanzaría si dejaba todo atrás. Sin embargo, volvía a retroceder hasta llegar al punto de inicio. Aquel doloroso punto de inicio.Fui enviada con mi tía luego de que mis padres fallecieron en un accidente. En ese instante pensé que ya no había necesidad de seguir viviendo, ya no la había si mis padres ya no estaban conmigo. Ya no había razón si ya estaba muerta por dentro. Sin embargo, me aferré a la idea de que las cosas con mi tía cambiarían para bien, que su cálida compañía me ayudaría en cierto modo, haciéndome sentir que aún no estaba del todo sola. Que era evidente que
Narra Vale.Mi vida al principio nunca fue traumática. Era una chica normal y siempre pensé que los problemas típicos de la vida eran lo peor que me podía pasar. Como cuando no obtenía lo que quería, llegué a pesar que lo malo que creía que me pasaba solo me pasaba a mí. Nunca pensé o creí que alguien más podía estar peor que yo.A mis 5 años recuerdo que me molestaba con mi papá cuando no pasaba tiempo conmigo por el trabajo, pero cuando llegaba el atardecer la rabia que sentía en ese momento la olvidaba.Siempre me gustó la noche porque tenía a mis padres juntos, Jugábamos, cenábamos juntos, siempre me leían un cuento antes de dormir, me sentía protegida; pero como todo niño yo también deseaba creer rápido para ser auto suficiente.El tiempo se apresura y al crecer nos damos cuenta que no es tal cual pensábamos. Olvidamos esos niños que fuimos y no fui la excepción, pues me fui alejando de mis padres prefería en la noche ir al cine con mis amigos, salir a comer, y pensaba que ellos
Me despierto un poco desorientada, siento un dolor intenso en mi cuerpo, veo a mi alrededor y me puedo dar cuenta que estoy en un cuarto oscuro. Tengo las manos atadas al frente, trato de moverme, pero es inútil. Mis pies están atados con una pequeña cadena a un tubo, la figura de mi tía aparece con un látigo en la mano. Esta habitación la reconozco, siempre me trae al sótano, acá me trae ella cuando mi conducta no es la correcta y me deja sin comer. Solo donde estoy en un delgado y desgastado colchón ya oscuro con una taza al frente donde coloca un poco de agua o comida. Siempre me coloca las cadenas para que no escape, y siempre escucho los sonidos que hacen los ratones, el sonido de la gota de agua que cae de las tuberías.Puedo observar algunas partes de mi cuerpo, solamente lo cubre un panty, del resto estoy completamente desnuda. Tengo tanta sed, ella se acerca lentamente y me cubre la boca con un trapo para que no hable, sus ojos solamente demuestran odio, un odio que nunca ent