Despierto sudando y gritando a causa del sueño que acabo de tener. Mi mente se encuentra aturdida y me desespero por encontrar un objeto con el que pueda defenderme.- ¡Ayzel!Ignoro por completo la voz proveniente de la izquierda y trato de levantarme de la cama hasta que una mano me sostiene y jala de regreso.- Tranquila, tranquila.Mi pecho sube y baja erráticamente. Las cobijas se enredan alrededor de mi cuerpo impidiendo que pueda levantarme.- ¡Despierta!Abro los ojos, sintiéndome estúpida por no haber notado ese detalle y de inmediato todo se ilumina frente a mis ojos.- Ayzel…Darien envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me obliga a recostarme de vuelta. Nuestras miradas se conectan y noto la expresión de preocupación en su rostro.- ¿Estás bien?Mi mente se encuentra en una encrucijada entre lo real y lo imaginario. Hace tan solo dos segundos me encontraba temblando de miedo a causa de la voz de Frederick gritando mi nombre un
- Darien Wrigth, no quieras verme la cara de idiota.Estoy a punto de llegar a la cocina, cuando la voz de la mamá de Darien me detiene. Me acerco lentamente a la puerta, sin asomarme para no ser vista.- Mamá, en serio. No te oculto nada.- Tú y tu novia llegan a casa por sorpresa…La manera en la que la mamá de Darien me acaba de llamar provoca sentimientos encontrados en mi interior, sin embargo, decido ignorarlos para continuar escuchando la conversación.- … Tú hermana parece molesta por algo, aunque no logro descifrar el motivo. Ayzel evita a toda costa levantar la mirada del suelo y tú te preocupas por estar a su lado cada segundo del día.No había notado todos esos detalles. No puedo evitar sentirme un poco estúpida por no haberlo hecho y que para la mamá de Darien haya sido tan evidente.- Me gusta estar a su lado, eso es todo. Ayzel se siente intimidada por estar presente en casa de mis padres y Hannah, de seguro, está molesta por algú
Termino de empacar mis pertenencias y antes de levantar la maleta del suelo, abro la puerta para asomarme al pasillo y cerciorarme de que Darien y sus padres no han regresado a casa todavía.Estoy cansada de las miradas de todos los miembros de la familia Wrigth. Darien está molesto a causa de mi decisión y ha dejado de dirigirme la palabra. Hannah y su madre tratan de ser cordiales conmigo a pesar de su evidente molestia hacia mí. El papá de Darien se limita a saludarme, aunque algo en su mirada me indica que se siente aliviado, sin embargo, no comprendo el motivo de tal sentimiento.Dante es el único que ha tratado de construir una relación conmigo a pesar de que nota todos los sentimientos encontrados de su familia, lo cual agradezco, ya que siento que es mi único aliado en esta guerra a la que me obligaron a participar entre la familia de Darien y la familia de Frederick.Sostengo mi maleta con fuerza al mismo tiempo que una notificación en mi celular me alerta del arribo del taxi
Sostengo el periódico entre mis manos, levando a la altura de mi rostro con la intensión de ocultarme. Empiezo a creer que fue una mala idea, venir al aeropuerto a comprobar que Frederick tome un vuelo de doce horas.Bajo el periódico un par de centímetros para observar a Frederick y a sus padres conversando a los lejos. Sé que no debería estar aquí. Si Frederick llega a notar mi presencia, podría tratar de acercarse.Levanto la mirada en dirección a la pantalla donde exponen la información de los próximos vuelos que despegaran y, por quinta vez, reviso la hora en la que despegará el vuelo de Frederick. Siete horas y doce minutos de la noche. Falta cinco minutos para las seis y empiezo a desesperarme por verlo marcharse.Una mujer se encuentra parada a unos dos metros de Frederick, observándolo con una expresión de desprecio en el rostro. Jamás la había visto, sin embargo, deduzco que se trata de su esposa.- ¿Se puede saber qué haces aquí?La voz de papá me toma por sorpresa
A penas consigo sostener mi vaso de café de Starbucks cuando tropiezo en la acera a solo unos pasos de mi nuevo empleo. Mis rodillas no llegan a tocar el suelo, no obstante, siento que todas las personas a mi alrededor han notado mi accidente y me observan detenidamente.Decido continuar mi camino mientras observo la hora en el reloj en mi muñeca. Todavía tengo diez minutos para llegar y ya me encuentro a una cuadra de “D & H” una famosa revista que trata temas sobre belleza, moda y accesorios, no exclusivamente para mujeres sino también para hombres jóvenes y adultos.Hace apenas una semana que envié mi curriculum y hace dos días recibí la llamada de una mujer que me informó que había sido contratada como asistente del jefe de marketing. Recuerdo que me emocioné tanto que grité al teléfono provocando que la mujer se escandalizara. Me pidió que esa misma ta
Camino de prisa mientras sostengo la Tablet que me entregaron el lunes donde se encuentra el horario del señor Frederick. No fui consciente de la hora hasta que mi teléfono celular sonó con un nuevo mensaje entrante de José y observé la hora, había pasado diez minutos de mi hora de almuerzo y a penas lo noté. Por primera vez en la semana pensé que sería buena idea disfrutar de mi almuerzo en el restaurante justo frente al edificio de mi empleo. Es viernes y en unas horas terminaré oficialmente mi primera semana de trabajo en D&H, sin embargo, me deprimí cuando supe que mi horario de almuerzo también es distinto al del resto y suelo almorzar sola mientras el resto ya ha vuelto a sus oficinas. Los últimos cuatro días disfruté de mi comida en el pequeño comedor dentro del piso donde trabajo, no obstante, decidí que hoy sería diferente y cruzaría la calle hacia el restaurante del que todos en la oficina hablan. Me encuentro cerca de la entrada cuando mi celul
-¡Tío! Lo abrazo por la espalda tomándolo por sorpresa lo cual produce un ligero brinco de su parte debido al susto. Gira su cuerpo para corresponder a mi abrazo y nos mantenemos en esa posición unos segundos. -Te he extrañado. Me toma de los hombros para mirarme fijamente y puedo notar el reproche en sus palabras. Bajo la mirada avergonzada por no haberme puesto en contacto con él desde hace un mes. -Lo lamento. Trato de mirarlo a los ojos, sin embargo, mi tío Daniel toma mi mentón y lo levanta para que muestras miradas se conecten. -Tranquila, sé que estuviste ocupada las últimas semanas. Sus palabras me alivian, ya que ahora sé que no se siente molesto conmigo, no obstante, realizo una nota mental
Al salir del ascensor me encuentro con la misma mujer de cabello rojizo que había visto hace una semana y que nunca más volví a ver hasta el día de hoy. Se encuentra conversando con José mientras observan algo en sus celulares. Ambos están sentados uno junto al otro en el sofá más grande del salón. Me acerco a saludar como cada mañana y en el momento en que José levanta la mirada y nota mi presencia interrumpe su conversación para saludarme. -Buen día, Ayzel. -Buen día, José. La mujer de cabello rojizo también dirige su atención hacia mí y José se percata de que no la conozco. -Ayzel, ella esa Fabianne, es del departamento administrativo. Antes de que pueda preguntar el motivo por el cual un miembro del departamento administrativo se encuentra en el departamento de mar