El pequeño pueblo de River Hills recibirá una nueva habitante: Gabriel Blanchett. Una joven artista de 19 años que, en busca de escapar de su pasado y un secreto doloroso, dejó atrás todo lo que conocía para refugiarse en un lejano pueblo de West Virginia. Sin embargo, los secretos nunca permanecen ocultos para siempre y, de alguna manera, los suyos empiezan a aparecer de forma anónima en el periódico universitario, amenazando con revelar aquello que con tanto empeño estaba decidida a olvidar. Una nueva vida, con nuevas personas, un terrible misterio que resolver y sentimientos que descifrar, removerán aquello que por mucho tiempo Gabriel ha intentado ocultar y le harán saber que al final no todo está perdido.
Leer másSeis meses despuésFaltan cinco minutos para que las puertas sean abiertas al público. Tengo las manos sudando y el corazón latiendo desenfrenado dentro de mi pecho. Es increible todo lo que mi vida ha cambiado en los últimos meses. Papá ha vuelto a vivir en Manhattan hace apenas un mes y medio; yo he decidido quedarme y hacer mi vida, al menos de momento, en River Hills; tuve que insistirle y prometerle que le llamaría a diario hasta que al final accedió. Él también tiene derecho a continuar con su vida.Cuando me llamó hace unas semanas para contarme que haría una presentación en Nueva York y quería que mis fotografías estuviesen exhibidas junto a sus cuadros, no podía creerlo. Al principio estuve algo renuente a participar, me asustaba pensar en la cantidad de personas que iban a juzgar mi trabajo, pero Derek insistió en que sería una gran experiencia. Como casi siempre, no se equivocó. Nuestra relación se ha hecho más fuerte con cada día que pasa, estos últimos meses han sido par
Despertamos a las cinco de la mañana y abordamos el avión rumbo al Eastern West Virginia Regional Airport a las seis y media para aterrizar en la ciudad de Martinsburg a las siete y cincuenta y ocho, desde ahí tomamos el auto de Luke que continuaba en el parqueadero —haciendo crecer una cuenta generosa de dinero—y partimos hasta River Hills. Todo la ciudad está invadida por el aire festivo que atestigua que se avecinan las fiestas, me sorprendo al darme cuenta que ni siquiera había pensado en eso; falta menos de un mes para navidad. El trayecto hasta la casa es corto y más silencioso de lo que esperaba y aunque creí que Luke iría directo a su casa, me sorprendo al ver que nos dirigimos todos hacia la mía. Antes que Luke puede parquear el vehículo, cuatro figuras aparecen corriendo desde la casa vecina sosteniendo un enorme cartel blanco con letras azules en que se lee: Bienvenida a Casa Gabriel. Y Nate, Malcom y Mei Leing llevando de la mano al pequeño Max nos reciben con sonrisas en
En menos de dos segundos tengo los brazos de Luke apretandome con fuerza sobre su pecho, la risa sale de mis labios y mis brazos corresponden de inmediato el abrazo. He extrañado a pelos en punta. Me separo de su cuerpo y le regalo la más amplia de mis sonrisas esperando ver la suya estampada en su rostro, pero en cambio una mirada de preocupación me da la bienvenida.—Lo lamento Gaby, de verdad lo lamento tanto, perdoname— mi ceño se frunce al escuchar a Luke y mi mirada viaja hasta Derek para entender qué pasa pero él está mirando con aprensión a Luke.—No entiendo, Luke ¿ por qué te disculpas?Los ojos de Luke rehuyen de los míos y sus manos viajan a su cabello tirando y revolviendolo con ansiedad. Derek llega a su lado y pone una mano sobre su hombro, murmura algo en su oído que no consigo escuchar y entonces tengo de nuevo la atención de Luke puesta en mí; él toma una gran bocanada de aire y aprieta sus ojos antes de hablar.—Deje que te llevara, estabas conmigo y no pude impedir
Despertar hace dos días en el hospital luego de todo lo sucedido ha sido como despertar de una pesadilla; los monstruos que me acechaban ya no están a la vista, pero la sensación de pánico e incertidumbre perdura en mi mente y en mi piel durante un tiempo; en especial luego que mi padre me explique cómo fue que llegó hasta Jenkins, la ayuda que recibió por parte de los chicos y del abuelo de Nate, quien me dijo fue el responsable de los hombres armados que vi en la cabaña y que ahora nos están ayudando con la versión oficial de la policía haciendo ver todo como un operativo legal de rescate. Además está el hecho del cadáver que hallaron dentro de un congelador en el sótano donde me tenían recluida.Para mi horror y sorpresa se trata del antiguo entrenador de la Academia, quien fue reportado como desaparecido hace casi seis meses.Tener que revivir todo lo ocurrido en aquel lugar, ver el dolor en el rostro de mi padre mientras me escuchaba, la ira en sus ojos cuando me curaban las herid
GabrielAl principio cuando vi a papá y a Derek aquí pensé que eran parte de mi imaginación, una alucinación causada por el golpe en mi cabeza y las ganas arrebatadores que siento de verlos, pero poco a poco voy siendo consciente de lo que está ocurriendo: han venido por mí. Incluso Luke está aquí y eso es todo lo que necesito para sacar la poca fuerza que me queda e intentar llegar hasta ellos. Steven ha sido herido, era el momento perfecto para correr y lo hice. Ver a mi madre corriendo hacia mi fue mucho más de lo que podría soportar, ella me había defendido, sin importar lo que haya dicho antes, ella se paró enfrente de Jenkins y me defendió. Eso hizo que mi corazón se hinchara de un sentimiento que hace tiempo no albergaba con ella: esperanza. Tal vez con el tiempo las cosas entre nosotras puedan mejorar, podamos llegar a ser madre e hija. Sus manos rodean mi cuerpo con fuerza antes que papá pueda llegar a mi, siento que estoy temblando, me siento mareada y cuando ella se sepa
DEREKLuke intenta hablar con ella pero solo consigue ponerla más nerviosa, casi histérica. Reemplazo a mi amigo arrodillándose enfrente de la mujer y como muchas veces he hecho con mi madre, le empiezo a hablar en el tono más tranquilo que tengo, como si los gritos y disparos de fondo no fuesen más que el sonido de la televisión. Ella enfoca su mirada en la mía por un segundo y aprovecho eso para reforzar mis palabras.— No vamos a lastimarla, queremos ayudar a Gabriel— Los ojos de la mujer, azules y pequeños tan distintos a los de Gabe, me miran con confusión— ¿Usted quería llegar a donde ella, verdad?Señalo con mi mano el pasillo por donde Gabe se encuentra; Leonor sigue con sus ojos el movimiento, por un segundo creo que ella no puede entender nada de lo que le digo, pero entonces muy lentamente asiente, separa sus labios y una sola palabra sale de ellos: hijaLuke deja salir un suspiro y se inclina para ayudarme a colocar a Leonor en pie, tenemos que sacar a ambas de aquí. Empez
DEREKEl silencio se apodera del auto —No es un operativo oficial — las palabras se repiten una y otra vez en mi mente, y aunque es algo que ya sabía no puedo evitar imaginar cientos de posibles escenarios sobre cómo podría terminar esta situación. Mis ojos viajan al retrovisor donde veo a Luke en la parte trasera del auto y de inmediato me arrepiento de haber permitido que viniera conmigo. Esto puede resultar muy mal y si algo llega a pasarle por haber venido conmigo no me lo perdonaría nunca.Luke me regresa la mirada como si supiera exactamente lo que está pasando por mi mente. Sus gestos se endurecen y sus ojos siempre amables se vuelven fieros; él iba a venir tanto si yo se lo permitía como si no, por algo somos mejores amigos. —Muy bien — Controlo mis nervios porque no quiero hacer más tensa la situación y me enfoco en Peter — ¿qué haremos cuando los refuerzos lleguen?El señor Peter inhala una respiración profunda y pasa ambas manos por su cabello antes de darnos una breve mir
Me giro lentamente sobre mis pies y me encuentro con la imagen de Jenkins grande y aterradora frente a mis ojos; mis pies parecen estar fundidos en plomo, puedo sentir mi pecho latiendo con violencia y el terror atravesar mi piel como una lanza, cuando mis ojos se topan con su mirada desequilibrada y colérica. Mi cuerpo parece despertar del letargo en que se encuentra, consigo dar un solo paso hacía atrás cuando el brazo de Steven se levanta y dispara sin miramientos en mi dirección, siento la bala pasar veloz por mi lado y aterrizar en el pequeño espacio que me separa de donde mi madre se encuentra.Un grito despavorido sale de mi garganta y mis ojos buscan desesperados a mamá, que ahora está agazapada en un rincón de la pared, sus ojos amplios y aterrorizados se intercalan entre Jenkins y yo; y por un segundo creo ver un atisbo de reconocimiento, de lucidez en su mirada.Un sollozo queda atrapado en mis labios cuando vuelvo la mirada y veo que Jenkins se encuentra prácticamente enci
El pánico se hace presente de inmediato al creer que he sido descubierta, pero me permito respirar cuando veo que él solo me ha alejado para poder verme a la cara. Sus ojos están más desorbitados que nunca y la poca cordura que aparenta demostrar en ocasiones parece estar desvaneciéndose de su cuerpo. Un escalofrío de repulsión me hace estremecer y Jenkins toma eso como una señal para acercar su rostro mucho más al mío. Quiero alejarme, quiero hacer algo para quitarlo de encima, pero no puedo, esta podría ser mi última oportunidad. Así que cuando sus labios se ciernen contra los míos con violencia no hago nada para alejarlo. Lo que sí hago es volver a aferrarme a su espalda y llevar mis manos a tientas al bolsillo trasero de su pantalón.El peso de su cuerpo me hace tumbarme ligeramente sobre la cama y sin proponérselo consigue hacer mucho más sencillo mi trabajo. Tragandome la repulsión que siento, le devuelvo el beso y permito a sus manos viajar a mis piernas, es justo en ese moment