Traición.

Itzel.

No podía moverme por más de que lo quisiera. Tenía la oportunidad de comenzar a escalar la montaña y escapar con vida de aquí, pero Nick, Karla y Cameron aún seguían sin sostenerse de las cuerdas. 

“No. Por más miedo que sintiera en éste momento, tenía que quedarme con ellos así eso implique convertirme en la cuarta presa de esa bestia. ”

—Ca-cameron... —susurró Karla, con su voz temblorosa —¿Que hacemos ahora? 

—Camina lentamente hacia atrás y toma la cuerda —lo oí responder muy bajito. 

“Hasta hace unos minutos atrás, la cobarde era yo, pero miralo ahora como tiembla.”

—Nick —hablé a mi novio, quien al igual que mis amigos no quitaba los ojos de aquel enorme Leon.

“Si, puede ser que un leon normal llegue a causar temor si te enfrenta en una misma situación. Pero puedo asegurar a que no daría tanto miedo como éste, quien practicamente le sacaba 5 cabezas de alto a los muchachos quienes eran más altos que nosotras.”

—Sh... No digas nada y empieza a escalar —me pidió muy bajito, pero me negaba a dejarlo aquí. 

—No me iré sin ti —respondí con mis ojos inundados en lágrimas, quitando la cuerda que rodeaba mi cintura y acercándome poco a poco a él. 

Un fuerte rugido hizo estremecerme a tal punto que mi piel se erizo. 

Todos estaban igual de asustados, pero digamos que de los cuatro solo Cameron era quien se había orinado encima. 

“Si hubiera estado en otra circunstancia, pudo asegurar a que estaría riendo a carcajadas.”

—Itzel, vuelve a colocarte la soga y escala la m*****a montaña —dijo Nick, completamente molesto.

No quería morir. 

Apenas tengo 18 años y una vida completa por la cual cursar, metas, sueños, muchas cosas pasaron por mi cabeza en éste momento. 

Pero de algo estaba segura cada meta y sueño que tuviera por vivir... No serían posibles si Nick muriera aquí. 

Gire a verlo con mis ojos inundados en lagrimas, para luego tomar la cuerda que le correspondía y atarla en su cintura de una forma que no pudiera quitársela. 

—¿QUÉ HACES? —gritó y el rugido de la bestia sonó mucho más fuerte mientras daba un paso en nuestra dirección. 

—No olvides que te amo, mi Nick —pronuncie, dejando un suave beso en sus labios para luego echarme a correr.

Los gritos de mi novio resonaban detrás de mí, mientras que las pisadas dadas por aquel animal se oían más cerca de mí. 

“Si, era una tonta por creer que tardaría en alcanzarme. Pero al menos le daria algo de tiempo a los demas para estar lo suficientemente alejados del depredador.”

—¡NO ME COMAS POR FAVOR! —gritaba mientras mis pies seguían moviéndose en un intento de escapatoria. 

Al mirar hacia atrás, noto que aquel animal ya no estaba, pero eso podía significar que fué por mis amigos. 

Al detener mi andar, siento un aliento justo detras de mí, por lo que poco a poco giro encontrando a la bestia prácticamente pegada a mí. 

—Po-por favor, no quise invadir tu territorio —hablé rogando que me entendiera —iba a marcharme justo antes de que aparecieras y... 

Acercó más su hocico a mí, logrando que mi cuerpo tiemble más de la cuenta.

Lo vi inclinar su cabeza y con esta misma empujarme hacía atrás, dejándome totalmente confundida. 

“¿Queria que me fuera? ”

Gruñó mientras que con su cabeza me señalaba el camino por el cual vine corriendo. 

No lo pensé ni un segundo, después de dar un gran suspiro y agradecer esta nueva oportunidad de vida, corrí nuevamente en aquella dirección. 

“Si, el corría detras de mí pero... No con intenciones de atacarme, parecía estar resguardandome de algo más.”

Mucho ya no me importaba, seguí aumentando la velocidad de mis piernas hasta por fin llegar al pie de la montaña. 

—¡ITZEL! —gritó Nick desde la cima, por lo cual me aferré a la soga y comencé a escalar como si mi vida dependiera de ello mientras él desaparecía. 

“Es que mi vida si dependia de ello.”

Casi al estar por llegar, algo pasa volando cerca de mí, logrando que mi mano izquierda se suelte de la soga y por ello terminar colgada mientras me aferraba con mi mano derecha. 

—¡CHICOS TENEMOS QUE IRNOS! —oí decir a Cameron y levanté mi mirada a la cima, quizás y tratando de decir con mi mirada cuanto lo detestaba. Pues si no fuera amigo de Nick y novio de Karla, sería la última persona a la que me acercaría. 

—¡NO VAMOS A DEJARLA AQUÍ, CAMERON! —gritó Karla, aferrándose a la soga y moviendo sus pies para hacer fuerza, sin darse cuenta que la tierra de arriba cayó en mis ojos impidiendome ver bien. 

No importaba, ya casi estaba con ellos y podríamos regresar todos a salvo. 

—Karla...

—¿Estas bien, Itha? —preguntó cuando casi llegaba, por lo cual abrí mis ojos notando algo extraño en su mirada —. No amiga, no lo hagas, puedo subirte —dijo una vez más, dejandome mucho más confundida que antes.

“Mi cabeza fue un mar de preguntas ante sus palabras, lo cual quedó completamente claro al ver como sacaba un cuchillo de su pantalón y con éste comenzaba a cortar la soga. ”

—No por favor —pedí mientras mis ojos se inundaban de lagrimas. 

—¿Sabes? Si no hubieras aparecido de inmediato, Nick ya estaría muy lejos de aquí conmigo pero... Lamentablemente tiene que seguir fingiendo amor por ti —comentó, aferrando su mano a la soga cortada —ya no dejaré que te interpongas entre nosotos. 

Y sin añadir más, me dejó caer desde aquella altura a una posible muerte, notando como último la mirada de Nick mientras me veía caer y abrazaba a Karla. 

“Tu me traicionaste, arriesgue mi vida para que vivas y... Decidiste dejarme caer por éste acantilado a una posible muerte. ”

Nick, Karla, Cameron... Si sobrevivo a esto, volveré por ustedes y les haré pagar caro por todo esto. 

Y cerrando mis ojos, solo esperé el impacto de mi cuerpo en el césped, uno que jamás llegó, aunque no sé porque.

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