La furia se colaba en cada parte de su cuerpo. No creía en absoluto la inocencia de Nick, ya que su actuar es completamente diferente a lo que Cameron quiere asegurar."¿Qué clase de amigo se queda con la mujer del otro? Eso no tiene sentido. No puede llamarle amistad a algo semejante" —se decía a así misma.La mirada de Teo recaía sobre su esposa con curiosidad. No sabía como tomar su reacción al enterarse de que aquel sujeto y su ex mejor amiga, ahora estaban unidos en matrimonio.—¿Estás molesta porque tu antiguo novio y esa mujer están casados? —preguntó sin poder guardarse lo que sentía.—No. Eso es algo que me importa muy poco —contesto Itzel, con su voz cargada de rabia e impotencia —. Me cuesta entender como el imbécil de Cameron puede seguir llamando amigo a alguien que se quedó con su pareja.—Quizás tiene una forma diferente de entender. Por más que se lo señales como una razón, él siempre apostara a que solo buscaba una manera de aferrarse a tu recuerdo —comentó con la mir
Aunque no estaba de acuerdo con las medidas tomadas por su esposa, Teo solo hizo lo que ella pidió.Luego de dejar inconscientes a Karla y Nick, los montaron en el carro y tomaron rumbo al lugar en el que Itzel fue cruelmente abandonada por ellos.Si bien aún no sabía con certeza si quería asesinarlos o solo asustarlos, estaba preparado para asumir las consecuencias junto con ella. De eso se trataba ser una pareja. Si ella era condenada, él también lo sería y si su vida estaba en peligro, él daría la suya para protegerla.—Si tu padre descubre que...—Él es quien más me comprende —interrumpió sin apartar su oscura mirada del paisaje nocturno —prácticamente pasamos por lo mismo. Solo que a él le arrebataron lo que más amaba y a mí casi me quitan lo único que tenía —vuelve la mirada a él —¿Crees que es incorrecto tomar la justicia que merezco?—¿No podías dejarlo en manos de la policía? ¿Es necesario…?—Lo es para mí —cortó, negándose a darle la razón —. No estás en mi lugar, no sabes l
Itzel arrastró a Karla y Nick por el suelo rocoso, sin mostrar piedad alguna. Sus cuerpos se sacudían con cada obstáculo, pero ella no se detenía. La colina, testigo mudo de su sufrimiento, se alzaba imponente bajo la luz de la luna. Ambos estaban demasiado débiles para resistirse, sus cuerpos magullados y adoloridos por la caída desde la cima.Finalmente, llegaron al claro donde, años atrás, habían hecho una fogata con la intención de acampar. El lugar estaba envuelto en sombras, pero el resplandor de la luna revelaba una figura atada a un árbol. Karla y Nick, aún aturdidos, levantaron la vista y sus ojos se abrieron de par en par al reconocer a Cameron. Su cuerpo estaba cubierto de cortes, y la sangre manchaba su ropa y el suelo a sus pies.—¡Cameron! —gritó Karla, su voz quebrándose por el horror y la desesperación.Cameron levantó la cabeza con dificultad, sus ojos llenos de dolor y resignación. Itzel se acercó a él, su rostro iluminado por una sonrisa cruel.—¿Recuerdan este luga
El consejo de los lobos se reunió en el gran salón, sus rostros serios y llenos de preocupación. La noticia de lo sucedido con Itzel había llegado a sus oídos, y sabían que debían tomar una decisión justa. Aunque los lobos tenían prohibido matar humanos, entendían que la situación de Itzel era diferente. Los humanos habían atacado primero.El líder del consejo, el anciano sabio llamado Astrad, se levantó y habló con voz firme.—Itzel, entendemos que actuaste en respuesta —dijo, mirando a la joven alfa—. Sin embargo, no podemos ignorar que has tomado vidas humanas. Por ello, el consejo ha decidido imponer un castigo, aunque será menos severo debido a las circunstancias.Antes de que Itzel pudiera responder, Teo dió un paso adelante.—Yo también quiero recibir el castigo —dijo, su voz firme y decidida.—No, Teo. Yo fui responsable, y soy yo quien debe pagar —Intervino Itha luego de verlo con sorpresa, ganándose una mirada determinada de su esposo.—Somos una pareja, Itzel. Como tal, asu
Una vez en la mansión de la manada Estrella, Itzel se dirige a la habitación con intenciones de descansar.Su mente se llenaba de recuerdos, aquellos donde la mirada acusadora de su hermano le reprochaba, de Rewlly pidiéndole que se detuviera y De Teo, con una mezcla de apoyo y desacuerdo.Por momentos creyó que debía actuar según los reproches que le daban, pero su corazón latina desbocado al querer liberar todo ese odio acumulando durante tres años.El peso de la traición la llevó a actuar como una asesina en serie, queriendo que sintieran el miedo que sintió, que supieran cuan horrible fué creer que no tenía salida y ese sería su final. Quería asustarlos. Pero cada vez que veía sus rostros llenos de terror, en cada momento de suplica... su sed de venganza aumentaba un poco más, haciendole jurar que no pararía hasta destruirlos completamente.—¿En que piensas? —preguntó Teo luego de entrar y cerrar la puerta detrás de si.—Me cuestiono a mi misma si estuvo bien mi reacción. Después
Mientras hablaban, Rewlly tomó suavemente la mano de Itzel y la guió hacia un rincón especial del jardín del palacio, un refugio donde solían pasar horas conversando y planeando cada batalla. Este rincón tenía un significado único solo para ellos dos.Al llegar, Rewlly se detuvo y miró a su alrededor, como si estuviera recordando cada momento compartido allí.—Todas las noches visitaba este refugio, extrañando nuestras conversaciones y la planificación de cada batalla. —contó, con voz suave, cargada de nostalgia —Nunca esperé que alguien me importara tanto después de perder a mi esposa e hijos, Itha —gira a verla —pero llegaste a mi vida, entraste en mi corazón sin tocar la puerta y ahora ya nadie puede sacarte de allí.Itzel sintió una oleada de emociones al escuchar esas palabras. Su corazón se llenó de una calidez reconfortante, y sus ojos se humedecieron. La confesión de su padre la hizo sentir profundamente amada y valorada, algo que necesitaba oir despues de creer que ya nada po
La luz del atardecer se filtraba suavemente a través de las cortinas, bañando la habitación en tonos dorados y cálidos. Teo estaba sentado en el suelo, apoyado contra el sofá, con la pequeña Lía en sus brazos. La bebé, con sus grandes ojos curiosos, observaba todo a su alrededor mientras jugaba con los dedos de su padre.Itzel, sentada junto a ellos, sonreía al ver la conexión entre Teo y Lía, sin poder creer que desde pequeña, su hermosa hija sintiera tanto amor por su padre. Se inclinó hacia adelante y acarició suavemente la mejilla de su bebé.—Mira cómo te mira, Teo. Está completamente fascinada contigo —dijo Itha mientras sonreía—Y yo estoy completamente fascinado con ella —respondió sin apartar la mirada de esa pequeña de ya seis meses que lo manejaba a su antojo —.No puedo creer lo rápido que está creciendo.Lía soltó una risita y estiró sus bracitos hacia Itzel, quien la tomó en sus brazos y la acunó contra su pecho. Teo se acercó y besó la frente de ambas.—Somos muy afortun
“Narradora”Rodeando una fogata para iluminar el oscuro lugar en el cual se encontraban, tres de los jovenes presentes prestaban absoluta atención al relato contado por su amigo. Entre los presentes habían dos mujeres de 18 y 19 años; Itzel y Karla, y dos hombres de 21 años; Cameron y Nick.Tras trascender gran parte de la historia; hablando del lugar en el cual los cuatro se encontraban, una de las jovenes no podía evitar observar a su alrededor, sintiendo que de alguna forma no estaban solos.—¿Oyeron eso? —preguntó Itzel, ganándose las carcajadas de Cameron y Karla. —Cariño, solo es un relato fantasioso, no tienes que asustarte —comentó Nick, rodeando los hombros de la linda y dulce mujer con la cual llevaba tres años de relación.—No estoy bromeando, Nick. Realmente se oyó como si varias ramas se estuvieran quebrando —expresó ella, viendo al guapo negar con una sonrisa.—Tranquila Itha, de cualquier forma si algo estuviera al acecho, tenemos dos valientes hombres que nos proteg