Rewlly...
Él era quizas el causante de todo lo que le sucedía, pero no el responsable de que la traicionaran y dejaran morir como si no fuera nada.
Pensar en su oscura y desolada mente todo lo vivido recientemente, golpeaba de una forma brutal a Itzel, quien en su dominio propio de oscuridad se negaba a abrir sus ojos, creyéndose incapaz de soportar tanto dolor.
¿Por qué ella? ¿Acaso no fue una buena amiga en todo este tiempo? ¿Acaso el amor impartido tampoco fue suficiente?
Al parecer no.
Pues era la respuesta más clara a tanto daño emocional, a tan pocos códigos.
Él ahora era el único a su lado, quizás esperando a que abriera sus ojos para cenarla o quizás burlarse de su desdicha al cruzar caminos con personas que llegaron a dañarla de esa manera.
—Se que estás despierta, abre los ojos —resonó la imponente voz de aquel poderoso rey, lo cual sorprendió y aterro a Itzel.
—Si vas a comerme, no veo caso de abrir mis ojos —respondió con cierto temblor en su voz, sabiendo que quizás no era bueno para ella desafiarlo.
—No como humanos —contestó el poderoso leon, sin quitar su aterradora mirada de aquella cima —. Con el solo echo de ver lo capaces que son al encontrarse en peligro, mi hambre se va tan pronto llega.
Itzel, quien se encontraba aún creyendo que enloqueció al poder oir la voz de la bestia, decide abrir sus ojos y girar de un lado a otro en su busqueda.
Allí estaba él, a unos pasos de ella, recostado sobre sus patas delantera y fijando su mirada en el lugar antes mencionado.
Lucía fuerte y dominante, un asesino dispuesto a todo con tal de proteger su territorio.
—Son una basura poco comestible —añadió, bajando la mirada a Itzel —los humanos.
—No hice nada para ofenderte —respondió mientras se sentaba y bajaba su cabeza —jamas se me cruzó por la caneza venir a este lugar por cuenta propia. Solo me dejé comvencer y...
—No entiendo por que aun sigues explicándote —la interrumpió —no pregunté si quisiste venir o si ya te ibas, solo no me interesa y ya.
—¡Pero que mal educado! —gritó molesta, viéndolo ponerse de pie y girar para marcharse —¡Es-espera! ¿No me dejaras aquí sola, verdad?
—¿Dejarte? —Preguntó viendola sobre su hombro —no viniste conmigo, puedes irte o quedarte con los que te trajeron.
—¿Te burlas de mí?
—Niña —gira a ella —hay mucho peligro en éste lugar y creeme que no soy quien provoca el miedo aquí, por ello te aconsejo que huyas mientras sigues respirando, de otra forma no seré responsable de lo que suceda contigo.
Y no añadió más, solo emprendió un nuevo camino al cual claramente la temerosa Itzel lo seguiría.
“Claro que aquella magnifica bestia la asustaba, pero... De quienes debió tener miedo antes no eran más que de aquellos que se hacían llamar amigos.”
......
Poco rato después, yacia junto a un hermoso río lavando su rostro mientras el recuerdo y las lágrimas brincaban sobre el agua.
—De nada sirve lamentarse ahora, lo echo no se puede borrar —mencionó el leon que se encontraba junto a un arbol.
—Es dificil asimilar que las personas a las cuales considere como una familia fueran capaces de querer asesinarme —suspira —. Siempre que pude ayudarlos lo hice y también estuve en sus momentos más difíciles. ¿Acaso nada de eso vale la pena?
—Hacer favores esperando conseguir del lado contrario lo mismo, es absoluto estúpido —respondió el, llevandose la mirada de la joven —. Nadie nos cuidará como nosotros cuidamos, ni nos amara de la forma en que lo hacemos —gira su oscuridad y triste mirada a la luna —porque nadie conoce realmemte a quien tiene frente a sus ojos, al menos no hasta que demuestran su verdadera naturaleza.
—Sabes hablar.
—¿cuando te diste cuenta? Llevas media hora detrás de mi y hasta ahora lo mencionas.
—Quiero decir que tienes palabeas apropiadas, aunque si me sorprende que un animal pueda hablar.
—¿Me dices animal a mí? —preguntó el leon dando un gran suspiro.
—¿No es eso lo que eres?
—Estas en un bosque encantado, aquí todos se mostraran en su forma animal —contestó —pero eso no quiere decir que lo seamos realmente. Fui quien te salvó cuando caías por el acantilado, los animales fueron los que te dejaron caer.
—Bueno, en eso tienes razón aunque...
Sus ojos verdes se llenaron de asombro al ver como aquel hermoso leon negro que antes le parecia aterrador, se trasformaba en un apuesto hombre.
—Eres...
—¿Un hombre Leon? —preguntó el amable caballero, viendo a la muchacha sonrojare y volver su mirada a un lado.
—Iba a decir que joven, pero tu caracter es de viejo cascarrabias.
—Podria ser tu abuelo, ten respeto.
—¿Porque hace un momento eras un Leon negro y ahora..?
—Te dije que estas en un bosque encantado, aquí los únicos animales son los que llegan a irrumpir con nuestra paz y se van aterrados escupiendo cuanta maldición les salga de la boca solo por querer protegerlos.
—Protegerlos...
—No todos los que habitan estas tierras son protectores, pero aunque gaste saliva tratando de hablar con humanos, seria una perdia de tiempo total.
—No lo creo —contestó Itzel —si me decias de ante mano que no ibas a comerte a nadie, hubier sescalado la montaña primera.
—Si si, como tu digas.
—¿Como te llamas?
—¿Para que deseas saber mi nombre?
—Se supone que cuando conoces a alguien te presentas y..
—Claro, modales que se te olvidaron al correr como loca desquiciada mientras intentava detenerte oara que te fueras de aquí —mencionó el leon con una sonrisa, viendo a la muchacha bajar la cabeza.
—Soy Itzel.
—No te pregunté.
—Lo sé, pero creo que si quiero saber tu nombre, tengo que decir el mío primero.
—Fastidiosa —bramo molesto —Rewlly.
—Que nombre mas raro.
—Que niña tan molesta.
Y ambos se observaron sin decir más.
Había mucho de que hablar y eso estaba claro, pero... Quizás no era un buen momento.
ItzelCaminaba lentamente por el bosque aprovechando la claridad del día, pues pese a que deseara quedarme en éste lugar al no tener motivo por el cual volver, aquel mandilon y odioso leon dijo que lo mejor era volver al lugar que pertenezco.¡CLARO! ME CORTARON LA SOGA Y TENGO QUE VER POR MI MISMA COMO SALIR, PORQUE EL SEÑORITO NI SE MOLESTA EN DAR UN BENDITO SALTO PARA SUBIRME.Ash.. Lo peor de todo esto es que ni siquiera era su culpa. Termine aquí por ser confianzuda y creer que las pocas personas que me rodeaban eran en quienes podía depositar todo de mi. Aun recuerdo la mirada de Nick al verme caer, pese a que juraba amarme como a nadie, ni siquiera vi una pizca de dolor reflejarse en sus ojos. ¡AL DDEMONIO CON TODOS! ¡AL DEMONIO COM KARLA, NICK Y EL IDIOTA DE CAMERON! no me merecian.Aflijida y destrozada, me detengo justo al lado de unas rocas que encerraban una especie de aguas termales, lo ideal para un buen baño. Tenía que aprovechar la ocasión, pues al regresar ni siqui
RewllyLos dos años casi estaban cumplidos y llegando a ellos dentro de dos lunas más, Itzel podrá dar con su loba interior y de esa forma localizar a su manada, aunque la idea no me satisfaga del todo. Quizás al principio quería que se fuera y no tener contacto absoluto con ella, pero luego de ver como era traicionada por los suyos me trajo recuerdos de cuando los mio hicieron lo mismo.Solo para salvar su propio pellejo, me dejaron caer en el frio abismo llevándose con ello la vida de mi esposa e hijos, todo lo que tenía.“No siempre es bueno confiar en esos que se hacen llamar amigos”El primer año de entrenamiento fue un poco difícil, pues esta era una cachorra que ni siquiera sabía sobre sus verdaderos origenes pero... No dejaba de ser fuerte, lo que me lleva a pensar que puede llegar a ser una especie de alfa o algo cerca de la corona.Por el momento pertenece a los míos, a mi pequeña manada de leones quienes la recibieron como si fuera una más de nosotros. —Itha, esta noche t
Itzel.Si bien mi padre se había tomado el asunto a la ligera, no podía decir lo mismo del resto de leones. Estaban furiosos conmigo por el primer error cometido en estos dos años que llevo con ellos. Pero ni siquiera el explicar mi punto de vista en ese momento me salva de sus miradas llenas de condenas y prejuicios. —Rewlly, su majestad —habló uno de los caballeros al estar como todos frente al trono —creo como muchos que el actuar de Itzel nos puso en peligro a todos y por ello considero que lo mejor es que ya no participe en el campo de batalla. —Bien —afirmo mi padre dejandome totalmente sorprendida. Pues pese a que en su momento dijera que no estaba molesto conmigo, ahora demostraba totalmente otra cosa. Entiendo que como rey tiene que velar por la seguridad de su pueblo, pero no merezco ser sentenciada y sin derecho a una defensa justa.—Digamos que yo acepto sus terminos y no deje que Itzel vuelva a participar en el campo de batalla —señaló mi padre mientras me miraba —¿Cu
Itzel.Estaba preparada. Decidí salir del reino del leon en mi forma humana ya que considero tener más oportunidad de defenderme. En cambio en mi forma de loba creo que esos Ghouls tienen más a favor para ganar. Una vez el arco rodeo mi torso y las espadas quedaron rodeando mi cintura en sus respectivas fundas, caminé fuera de mi habitación con pasos firmes. Lo difícil del momento era tener que despedirme de mi padre, pues en estos años junto a él me dio más de lo que cualquier ser humano podría haberme dado, tanto en cariño como aprendizaje. Llegada a la sala, lo veo observar de forma seria la puerta, como si con ello pudiera ponerle un pestillo e impedirme abandonar el castillo.—Papá... —No importa lo que suceda cuando te encuentres con tu manada —gira a verme —tanto si te aceptan como si no, sabes que este siempre sera tu hogar. El lugar al cual podras retornar sin necesidad de explicar el porque. —Padre... —susurré conmovida por sus palabras, reteniendo esos pemsamientos que
**Capítulo XX: Sombras del Pasado**La luna llena bañaba el bosque con su luz plateada, creando sombras danzantes entre los árboles. Yo, Teo Birdman, me encontraba en lo alto de una roca, observando el territorio que había jurado proteger. Como alfa de la Manada Estrella, mi vida estaba dedicada a la seguridad de mi gente. No había llegado a esta posición por herencia, sino por fuerza y astucia. La muerte de mis padres a manos de cazadores cuando era apenas un cachorro me había enseñado la crueldad del mundo fuera de nuestra manada. Había luchado, había ganado y había perdido, pero cada batalla me había forjado en el líder que soy ahora.Mis pensamientos fueron interrumpidos por el perceptible olor y sonido de pasos apresurados. Mis guardias se acercaron, arrastrando entre ellos a una prisionera. Su presencia en nuestro territorio era una afrenta, pero algo en su postura me decía que no era una enemiga común.—¿Quién es ella? —pregunté, mi voz resonando con autoridad.—No lo sabemos,
Ante la inquietud del consejo, Teo ya no podía retener por más tiempo el asunto de la mujer que fué encarcelada hace ya dos días. Pues como Alfa de la manada necesitaba firmar una sentencia para la mujer si no pensaba darle la libertad confiando en sus dichas palabras de inocencia. Sentado en su trono, podía oirlos hablar sobre la posible sentencia de muerte. Pues para esos miembros ya viejos, cualquier intruso que no fuera invitado por nadie ya era considerado un problema. Pero había un problema y ese era que no era solo una mujer cualquiera, se trataba de su pareja predestinada. Aquella con quien la Diosa luna formó un vínculo que no puede ser roto a menos de un rechazo. "Si no piensas tomarla como nuestra luna y reconocerla como pareja, al menos dejala ir" —se decía a si mismo, siendo sus pensamientos interrumpidos por Amul, su lobo interno."Espero que tus pensamientos solo sean una broma de mal gusto" —bramo su lobo con molestia."No puedo aceptar a una desconocida como Luna.
ItzelEl puente detrás de mí se desvanecía en la oscuridad, marcando el final de las tierras del León Negro mi padre, y la guerra con los Ghouls. Con cada paso que me alejaba, la esperanza de llegar quizás antes de tiempo a mi destino, es reemplazada por un agotamiento que consumía mi ser.Pase dos dias avanzando, no queriendome detener ni para comer o beber algo. Quería llegar cuando antes al territorio de la manda Luna creciente esperando ser resivida con cortesía.El veneno de aquella garra de Ghoul seguía corriendo por mis venas, un fuego frío que me robaba la fuerza. Cada movimiento era una lucha, cada aliento un desafío. La naturaleza misma parecía estar en mi contra, y en mi debilidad, me convertí en presa en lugar de cazadora.Entonces, cuando la desesperación estaba a punto de tomar el control, pude sentir la presencia de un aroma que no pertenecía a este mundo. Era una armonía de fragancias, dulce y embriagadora, que me recordaba al hermoso aroma de aquella extravagante flor
Meredy, caminaba por los pasillos de la mansión con determinación, su corazón latía con la fuerza de un tambor de guerra. La Fiesta de Luna Roja estaba a la vuelta de la esquina, y con ella, la oportunidad de unir su destino al del alfa. La última vez, la festividad había pasado sin la tradicional unión, dejando un vacío en la manada que resonaba como un eco en las paredes de su hogar. Teo, su alfa, aún no había encontrado a su luna, y aunque el consejo mayor le había concedido una extensión, Meredy sabía que las oportunidades no durarían para siempre.Se sentía favorecida, pues sin su pareja aún, Teo tendría que escoger sin excusa a cualquiera de su clan y como una luna tiene que ser tan poderosa como el alfa, ella era perfecta para ese puesto. Pues de todas las embras en la manada, tanto su fuerza como belleza eran bien mencionadas. Al llegar a la oficina de Teo, Meredy no dudó. Empujó la puerta y se plantó frente a él con una mezcla de esperanza y desafío.—Teo, la Fiesta de Luna