Rewlly
Los dos años casi estaban cumplidos y llegando a ellos dentro de dos lunas más, Itzel podrá dar con su loba interior y de esa forma localizar a su manada, aunque la idea no me satisfaga del todo.
Quizás al principio quería que se fuera y no tener contacto absoluto con ella, pero luego de ver como era traicionada por los suyos me trajo recuerdos de cuando los mio hicieron lo mismo.
Solo para salvar su propio pellejo, me dejaron caer en el frio abismo llevándose con ello la vida de mi esposa e hijos, todo lo que tenía.
“No siempre es bueno confiar en esos que se hacen llamar amigos”
El primer año de entrenamiento fue un poco difícil, pues esta era una cachorra que ni siquiera sabía sobre sus verdaderos origenes pero... No dejaba de ser fuerte, lo que me lleva a pensar que puede llegar a ser una especie de alfa o algo cerca de la corona.
Por el momento pertenece a los míos, a mi pequeña manada de leones quienes la recibieron como si fuera una más de nosotros.
—Itha, esta noche tenemos caza nuevamente —comenté mientras cenabamos las delicias que las mujeres del palacio preparaban, pues al ella ser criada por humanos no podia obliarla a comer algo que su organismo quizás no pueda tolerar.
—Lo sé, padre, todas las noches mencionas lo mismo —contestó mientras dejaba sus cubiertos y suspiraba —Aún no entiendo de donde es que salen tantos Ghouls.
—Los humanos con sed de poder son los que pasan a ser Ghouls, por lo tanto eso quiere decir que entre más se pierda la humanidad por querer escalar más de lo que su ser puede ser, se trasformaran en esas horribles criaturas que pierden hasta el sentido y matan solo por placer.
—Jamás esperé que los vampiros fueran más teanquilos que los Ghouls —contestó —las leyendas contadas en la ciudad humana dicen que los lobos y los vampiros son enemigos, pero segun tus relatos ellos trabajaron juntos en mas de una ocasión solo para eliminar a esas asquerosas cosas.
—Los humanos cuentan lo que prefieren creer —respondí —incluso yo era un mito para ellos, aunque me describieron como una bestia sin corazón que asesina solo por placer —veo a mi alrededor —y lo único que hice fué rescatar a más como tú y darles un hogar al cual pertenecer.
—Pero la mayoría de los presentes son humanos, yo no —contestó y asentí.
No sabía como describir lo que sus ojos reflejaron, pues era una mezcla de tristeza y felicidad, como si aceptara lo que es pero no quisiera serlo.
—Padre ¿Porque si el leon no es el animal más inteligente, ni el más fuerte...es quien domina a las demás criaturas?
—Porque pese a que no soy el más fuerte, inteligente o rápido, tengo el valor que les falta a todos los demás —conteste —el miedo no es algo que vaya con los de mi especie y por ello somos la cabeza de todos.
........
La lucha comenzó una vez más, por lo que mi forma humana tuvo que quedar a un lado y desatando la bestia que habitaba en mí, corrí junto a Itzel y me prepare para atacar y ser también su escudo.
Hoy eran muchos más, incluso llegaron a llevarse víctimas esta vez, pero no dejaré que destrocen todo el lugar que protegí por largos años.
Me detuve por un momento y observe a esa niña pelear, defenderse y acabar con quien se interpuciera en su camino.
Era una gran guerrera, una que me llenaba de orgullo.
—¡NO! ¡NO QUIERO MORIR! —gritó uno de los Ghouls, dejándome ver como Itzel se detenía y dudaba.
—¡ACABALO! —grité —NO DEJES QUE TE ENGAÑE,SABES QUE SI LO DEJAS VA A ACABAR CON INOCENTES.
—Pero padre... —cuestionó miemtras giraba a verme, cosa que le pedí no hiciera jamás.
En un rapido movimiento aquel Ghouls se libero de ella y voló dirigiéndose a uno de los guerreros que trajimos con nosotros.
Corrí con rapidez para impedir que se lo llevara, pero soy interceptado por otro de ellos quien me empuja desviando mi camino y enfrentándome con una macabra sonrisa.
Mi mirada viajo de él a aquel miembro que no pude proteger, al cual sabía que sólo le quedaban segundos. Mientras me martirizaba por no saber como actuar en esta situación, veo una flecha atravezar en pecho de aquel Ghouls dejandome totalmente sorprendido.
Al girar encuentro a Itzel con el arco en su mano y su mirada llena de furia dirigida en esa dirección. Caminó a paso lento mienrtras deztrosaba cabezas con su espada, teniendo como único punto el llegar hasta aquel que permanecia agonizando en el piso.
Quite mi mirada de ella y la clave en la sucia bestia que tenia frente a mi, arrancando de una sola vez su cabeza y corriendo en dirección a mi hija.
—Itha...
—Fue igual que ellos —habló, apuntando con su espada al cuello de aquel Ghoul —Dudé en asesinarlo creyendo que algo de humanidad quedaba dentro por salvar pero... Fui confianza y eso hizo que de alguna forma te decepcionara —corta su cabeza sin pensarlo y gira a verme con las lágrimas a punto de abandonar sus ojos —lo siento padre —inclinó la cabeza frente a mí —mi imprudencia casi nos cuesta otra vida.
—No siempre se debe confiar en los arrepentimientos —dije volviendo a mi forma humana y tomándola de ambas mejillas —eres mi pequeña cachorrita y no voy a condenarte por esto. Pero que sirva como lección para que no se cometa el mismo error dos veces.
—Prometo que no dejaré que vuelva a suceder —contestó asintiendo y volviendo su mirada al gran desastre que quedó después de la batalla —volveran más ¿verdad?
—Como cada luna llena —respondí y asintió abrazandome, algo que me dejó completamente sorprendido. Pues nunca antes había demostrado su cariño de esta forma.
—Sé que es mi deber de loba buscar a los de mi manda, pero de algo dentro de mi no quiere marcharse.
Itzel.Si bien mi padre se había tomado el asunto a la ligera, no podía decir lo mismo del resto de leones. Estaban furiosos conmigo por el primer error cometido en estos dos años que llevo con ellos. Pero ni siquiera el explicar mi punto de vista en ese momento me salva de sus miradas llenas de condenas y prejuicios. —Rewlly, su majestad —habló uno de los caballeros al estar como todos frente al trono —creo como muchos que el actuar de Itzel nos puso en peligro a todos y por ello considero que lo mejor es que ya no participe en el campo de batalla. —Bien —afirmo mi padre dejandome totalmente sorprendida. Pues pese a que en su momento dijera que no estaba molesto conmigo, ahora demostraba totalmente otra cosa. Entiendo que como rey tiene que velar por la seguridad de su pueblo, pero no merezco ser sentenciada y sin derecho a una defensa justa.—Digamos que yo acepto sus terminos y no deje que Itzel vuelva a participar en el campo de batalla —señaló mi padre mientras me miraba —¿Cu
Itzel.Estaba preparada. Decidí salir del reino del leon en mi forma humana ya que considero tener más oportunidad de defenderme. En cambio en mi forma de loba creo que esos Ghouls tienen más a favor para ganar. Una vez el arco rodeo mi torso y las espadas quedaron rodeando mi cintura en sus respectivas fundas, caminé fuera de mi habitación con pasos firmes. Lo difícil del momento era tener que despedirme de mi padre, pues en estos años junto a él me dio más de lo que cualquier ser humano podría haberme dado, tanto en cariño como aprendizaje. Llegada a la sala, lo veo observar de forma seria la puerta, como si con ello pudiera ponerle un pestillo e impedirme abandonar el castillo.—Papá... —No importa lo que suceda cuando te encuentres con tu manada —gira a verme —tanto si te aceptan como si no, sabes que este siempre sera tu hogar. El lugar al cual podras retornar sin necesidad de explicar el porque. —Padre... —susurré conmovida por sus palabras, reteniendo esos pemsamientos que
**Capítulo XX: Sombras del Pasado**La luna llena bañaba el bosque con su luz plateada, creando sombras danzantes entre los árboles. Yo, Teo Birdman, me encontraba en lo alto de una roca, observando el territorio que había jurado proteger. Como alfa de la Manada Estrella, mi vida estaba dedicada a la seguridad de mi gente. No había llegado a esta posición por herencia, sino por fuerza y astucia. La muerte de mis padres a manos de cazadores cuando era apenas un cachorro me había enseñado la crueldad del mundo fuera de nuestra manada. Había luchado, había ganado y había perdido, pero cada batalla me había forjado en el líder que soy ahora.Mis pensamientos fueron interrumpidos por el perceptible olor y sonido de pasos apresurados. Mis guardias se acercaron, arrastrando entre ellos a una prisionera. Su presencia en nuestro territorio era una afrenta, pero algo en su postura me decía que no era una enemiga común.—¿Quién es ella? —pregunté, mi voz resonando con autoridad.—No lo sabemos,
Ante la inquietud del consejo, Teo ya no podía retener por más tiempo el asunto de la mujer que fué encarcelada hace ya dos días. Pues como Alfa de la manada necesitaba firmar una sentencia para la mujer si no pensaba darle la libertad confiando en sus dichas palabras de inocencia. Sentado en su trono, podía oirlos hablar sobre la posible sentencia de muerte. Pues para esos miembros ya viejos, cualquier intruso que no fuera invitado por nadie ya era considerado un problema. Pero había un problema y ese era que no era solo una mujer cualquiera, se trataba de su pareja predestinada. Aquella con quien la Diosa luna formó un vínculo que no puede ser roto a menos de un rechazo. "Si no piensas tomarla como nuestra luna y reconocerla como pareja, al menos dejala ir" —se decía a si mismo, siendo sus pensamientos interrumpidos por Amul, su lobo interno."Espero que tus pensamientos solo sean una broma de mal gusto" —bramo su lobo con molestia."No puedo aceptar a una desconocida como Luna.
ItzelEl puente detrás de mí se desvanecía en la oscuridad, marcando el final de las tierras del León Negro mi padre, y la guerra con los Ghouls. Con cada paso que me alejaba, la esperanza de llegar quizás antes de tiempo a mi destino, es reemplazada por un agotamiento que consumía mi ser.Pase dos dias avanzando, no queriendome detener ni para comer o beber algo. Quería llegar cuando antes al territorio de la manda Luna creciente esperando ser resivida con cortesía.El veneno de aquella garra de Ghoul seguía corriendo por mis venas, un fuego frío que me robaba la fuerza. Cada movimiento era una lucha, cada aliento un desafío. La naturaleza misma parecía estar en mi contra, y en mi debilidad, me convertí en presa en lugar de cazadora.Entonces, cuando la desesperación estaba a punto de tomar el control, pude sentir la presencia de un aroma que no pertenecía a este mundo. Era una armonía de fragancias, dulce y embriagadora, que me recordaba al hermoso aroma de aquella extravagante flor
Meredy, caminaba por los pasillos de la mansión con determinación, su corazón latía con la fuerza de un tambor de guerra. La Fiesta de Luna Roja estaba a la vuelta de la esquina, y con ella, la oportunidad de unir su destino al del alfa. La última vez, la festividad había pasado sin la tradicional unión, dejando un vacío en la manada que resonaba como un eco en las paredes de su hogar. Teo, su alfa, aún no había encontrado a su luna, y aunque el consejo mayor le había concedido una extensión, Meredy sabía que las oportunidades no durarían para siempre.Se sentía favorecida, pues sin su pareja aún, Teo tendría que escoger sin excusa a cualquiera de su clan y como una luna tiene que ser tan poderosa como el alfa, ella era perfecta para ese puesto. Pues de todas las embras en la manada, tanto su fuerza como belleza eran bien mencionadas. Al llegar a la oficina de Teo, Meredy no dudó. Empujó la puerta y se plantó frente a él con una mezcla de esperanza y desafío.—Teo, la Fiesta de Luna
Teo.La intensa molestia parecía no dejarme respirar. Sentía que cada vez iba en aumento y esto solo pasaba por una razón que me estaba negando a aceptar.'Lleva dos semanas en ese lugar y no fuiste capaz de ir a verla' —gruñó con molestia Amul.'¿Por qué tendría que ir a verla, Amul? ¿Sólo porque es mi pareja?' —respondió, obteniendo solo silencio por parte de su lobo 'Y esa es una pregunta a la cual mi lobo no puede responder. De haberlo sabido la hubiera hecho antes.' 'Esto es extraño' —comentó Amul, pasando su incomodidad a Teo.'¿Que cosa es extraña?'—preguntó el Alfa.'Es que...entable conexión con su loba por un momento' —contestó, logrando que Teo se pusiera de pie rápidamente. '¿Que fue lo que te dijo?''Nada, solo la oí aullar, algo que solo hacen las lobas cuando su dueña está...' —¡MALDICIÓN! —rugió Teo, abandonando su despacho mientras corría con la destreza de alguién que quiere alcanzar la meta. Los pocos miembros de la manada que estaban en el patio, se asustaron a
Los párpados pesados impedían que la linda mujer que yacia en la cama pudiera despertar, pero la apenas audible respiración y el sentido de su lobo, le indicaban a Teo que lo peor ya había pasado. Sentándose junto a la cama y suspirando cansado, dirige su severa mirada a los encargados de las mazmorras y los proveedores de alimento del lugar. —Señores del consejo ¿Que los trae ante mí? —preguntó primero, dirigiendo esta vez la mirada a los cuatro presentes. —Alfa, sabe que somos los encargados de velar por la seguridad de nuestra manada en compañía del lider —contestó Scramuth, dando unos pasos al frente —como así también se nos es encargado por el consejo mayor asegurar que nuestro alfa tendrá descendientes.—Vaya al punto, por favor —lo cortó Teo, tocando su cien en signos de cansancio.—En cuanto supimos que usted trajo con suma urgencia a la prisionera, no pudimos evitar preocuparnos —intervino Bellzaf, apoyando la mano en el hombre del anterior —mientras usted no tome una deci