Amelia DeLucas siempre ha cuidado a su mejor amiga Rosa y esta vez no seria diferente, tras dos compromisos fallidos. Rosa la llama para decirle que se va a casar en las Vegas. Despues de casi doce horas de vuelo Amelia solo quiere llegar para evitara esa locura de boda. Alli conoce a Ryan el guapo pero insufrible padrino, que a diferencia de ella apoya 100% a la pareja. Cuando el matrimonio se lleva acabo, a ellos los acompañan a la cabaña del lago, para verse envueltos en una serie de mentiras cuando descubren que no solo ellos están allí, los padres de la novia habían decidido pasar unos días en aquel lugar.
Leer másRyan se inclinó hacia ella y dijo suavemente:-Hablemos claramente, señorita DeLucas. Yo no soy el único hostil. Una cosa es que te lances contra mí y otra muy distinta que te comportes así con la pobre de Aby. Ella ha venido sólo para hacerte un favor.-¿Para hacerme un favor? ¿Crees que soy tonta?-Estás celosa.- Ryan la miro algo incredula, la forma en la que se habia comportado hasta el momento solo le habia lanzado señales contradictorias, pero el indicio de celos solo podia ser si ella sentia algo por el.-Y tú eres ridículo.-No lo creo -contestó acercándose a ella, queria pobras su teoria y esta vez ella no tenia donde correr estaban en medio de una reunion social y ella tenia que mantener las apariencias si queria hacerle creer alos miembros de su familia que ellos se separaron en buenos terminos..Se acercó a ella, Amelia sintio el peligro que reperentaba tenerlo tan cerca. Había sobrepasado esa distancia critica más allá de la cual no podía resistirse a la atracción que s
Nadia sonrio de manera astuta, y eso solo provoco que el estomago de Amelia se revolviera, ellas nunca habian sido muy amigas siempre existio una hostilidad por parte de ella. Hace dos años habia descubierto que Nadia habia estado enamorada de Rafael desde que era una adolescente y la veia como una amenaza -Magnífico, Ryan también ha venido con una «amiga», ya me entiendes. Creo que se llama, a ver como fue que me dijo... a ya Aby. - Nadia dejó caer ese nombre para luego escrutar en su rostro, pero ella ni siquiera parpadeó.-Sí, lo sé -mintió con una sonrisa-. No queremos apartarte de tus otros invitados, Anton y yo ya conocemos a los demás.Se alejaron Amelia buscó por la habitación, estaba furiosa queria destrosa a Ryan para no decir de Aby penso que ella era su amiga a parte de su secretaria y aqui estaba no se habia hecho oficial la ruptura de su supuesto matrimonio y se encontraba babeando sobre su hombre. Demonios los celos eran malos consejeros como podria conciedara a Ryan
Amelia dejó que el ama de llaves de los Vazco le trajera el abrigo y se volvió hacia Anton. Quien se veia algo emocionado por estar aqui.- Anton se que tal vez tuvistes que cancelar algun plan que tenias para esta noche para traerme aqui. Eres tan amable que ni siquiera lo has mencionado...-No Amy, me alegro de que me lo pidieras. ¿Para qué están los antiguos novios más que para enseñarles a los nuevos como se hacen las cosas? Especialmente a tipos como Ryan.- Si te soy sincera nunca ha sido mi novio, no estábamos comprometidos, todo fue.. - Amelia se parto el pelo de la cara, no queria repetir las cosas menos con oidos indiscretos al acecho- Bueno en fin, mejor entramos y buscamos nuestro lugar para la cena.Había sido un alivio el poder confiar en Anton a pesar de todo lo que habia ocurrido entre ellos, siempre habia sido un buen amigo Se había puesto de su parte con vehemencia pero al final habia terminando cediendo aunque no sin advertirle que todo esto podia volverse en su c
Amelia rebusco en su portafolio y saco una targeta verde y dorada. Mientras veia como Ryan fruncia el ceño con la pregunta estampada en el rostro cuando examino la taegeta que ella le estaba entregando.-Nadia Vazco me mando las invitaciones de fiesta hace mas de un mes, no tenia intencion de asistir pero creo que es una buena oportunidad - vio que Ryan queria decirle algo asi que le hizo un gesto con la mano para que la dejara terminar primero- . No somos grandes amigas ni nada de eso pero su madre es una gran contribuyente de las obras de caridad de Mary, ademas su padre comparte negocio con los Saggari.-Déjame ver si lo he comprendido. Esa tal Nadia no se que ... no es muy amiga tuya ni nada por el estilo pero te tratas con la pobre chica porque sus padres comparte intereses con los Saggari.-Viendolo de esa manera, se podria decir que si.-¿Entonces por qué, quieres incluirme para asistir a esa fiesta?-Porque la familia Vazco o mejor dicho Nadia tiene gran influencia en cierto
Él sonrió. No pudo evitarlo. Ella lo hacía sonreír simplemente estando ahí de pie y haciendo esos comentarios, elevando el mentón de esa forma y siendo tan guapa. Ypor auguna razon parecia inalcanzable Simplemente siendo Amelia DeLucas la princesa de hielo.-Sí, ¿cómo iba a olvidarlo? -volvió a sonreír.Se acercó a ella. No quería hacerlo pero no pudo evitarlo. ¿Qué tenía que le hacía sentirse así? Su mano intentó alcanzarla, por alguna razon aun queria retenerla. Entonces ella lo miró de tal modo, con tal mezcla de dolor y furia, que tuvo que retirarla.-Quiero el divorcio. -mientras una sonrisa algo ironica se instalaba nuevamente en su hermoso rostro-¿Qué? -preguntó atónito y desconcertado por la sugerencia que ella estaba haciendo en este momento.Ryan vio como ella le paraba con lamano antes de que el pudiera continuar hablando-Puedes ahorrarte la ironía.- Amelia cruzo sus brazos sobre su pecho, tratando de aprentar una clama que realmente no sentia- No necesitas recordarme qu
Abrió, encendió la luz y le dijo adiós con la mano a la señora Rossett, que siempre esperaba a que hubiera entrado antes de retirarse a su propio apartamento. Dejó la bolsa en el suelo y los paquetes en el sofá. No tenia ningun deseo de ver cual era el contenido pero la tapa de uno de ellos se había abierto, sólo tenía que darle un empujoncito para abrirla del todo. Pero no quería abrirla. Ella no era la señora de Ryan Cross, y nunca lo sería. Sin embargo la abrió. Dentro, en un lecho de bolitas de corcho, había una pequeña caja de musica adornada con campanas nupciales, una verdadera obra de arte. La tomo en sus manos y miro los detalles exquisitos de la misma, cuando la abrio comenzo a sonar un ermoso balz y una pareja de novios comenso a dar vueltas. Cerro la caja mientras se limpiaba una solitaria lagrima que escapo de su rostro. Se dio la vuelta y miró a la pared. Se sentia incapaz de enfrentarse en ese momento los regalos de bodas encabezaban la lista, justo detrás de Ryan«N
Ella se encogió ligeramente de hombros y uno de tirantes resbaló. Se sentia dolida, ella estaba renunciando a una de sus crencias mas grande. Siempre habia dicho que nunca se casaria pero al conocerlo y enamorase de el, tambien cambio su forma de ver el matrimonio. Ryan fue a agarrarla pero se apartó. No quería que la tocara.-¿Por qué haces esto?- Ryan la interrogo-Porque te quiero, porque quiero mas se que nunca me conformaria con algo a medias...-A medias, Amelia no creo que lo que siento por ti sea algo a medias. Yo estoy loco por ti. ¿No es suficiente?- la pregunta fue lanzada, Ryan sabia que despues de esto no habia vuelta a tras y por la mirada que Amy le dio tambien se percato que ella lo sabia.-No estoy segura. ¿Qué dirías que es, una locura? pero ... -preguntó girando sobre sus talones y entrando en el baño. Encendió la luz y pudo ver que buscaba algo en maleta.-¿Qué estás haciendo?Sacó de la maleta unos pantalones y se arremangó camisón remetiéndolo por dentro.-¿Te e
Amelia sentia que lo que estaba a punto de hacer era una verdadera locura pero desde que supo que ellos realizarán este viaje. Tenía la certeza que tal vez llegaria esto a ocurrir. Ella se quedó de pie en el umbral de la puerta sonriendo insegura. Llevaba un camisón ligero, una pequeña pieza muy sexy en seda verde que le colgaba de los hombros por unos tirantes increíblemente finos y que le llegaba hasta la mitad de los muslos. El pelo, suelto y rizado, le caía por la cara y los hombros como una cortina de fuego. -Vaya! -exclamó. Ella sonrió y cruzó la habitación hacia él con un, movimiento seguro de caderas. -¿Te gusta? -preguntó deslizando los brazos por su pecho. Puso las manos sobre su cintura pero la suavidad de la seda lo animó a deslizarlas hasta sus caderas. - -Es una mezclar de amor y odio. Me gusta, pero ahora no. Ahora preferiría que no llevarás nada. -Está bien -dijo cruzando la habitación y tumbándose en la cama-. Pero tú primero. Se quitó la camisa de los h
Entonces él redujo la marcha, no iría demasiado deprisa si ella no lo quería, ni por las escaleras ni a la cama. Tenían todo el tiempo del mundo, aquella mujer merecía la espera. Cuando llegaron al umbral de la habitacion, tuvo una idea loca. No se detuvo a pensar solo la alzo en brazos y la entro, ella se merecia algo de romantico y aunque el no era la persona mas romantica del mundo tenia sus momentos.Se aseguró de que la puerta estuviera bien cerrada y entonces la miró. Por fin la tenía para él solo, para toda la noche. Se acercó a ella. Aquella iba a ser la tercera noche juntos, la primera en realidad en la cual no dormiria como amigos si Dios queria y se apiadaba algo de el. Bien sabiasu creador que estaba cansado de escabullirse para darse varias duchas frias en la noche.-Enhorabuena -dijo ella sonriendo-. Lo has conseguido.-¿Que he conseguido qué?-El contrato, por supuesto.-¿Así que era por eso por lo que nos dábamos la mano hace un momento?-¿Te encuentras bien? -pregun