Ryan tiró de ella a través de la gran terraza, queria encontra un lugar donde nadie los molestara. Tenia que impedir que ella continuara alejandose de el. Amelia tenia la cabeza hecha un lio se suponia que esta noche todos se enterarian que se estaban divorciando, no reconciliando. Y de seguro Hortencia estaria diciendole a todos que ellos se encontraban en laterraza tratando de arreglar sus diferencias y que no habria divorcio.Ryan se paró y se dio la vuelta para mirarla sin soltarla, estaban lo suficientemente lejos de la puerta para que nadie los interrumpiera. No iba a dejarla marchar. Esa vez no. Ella lo miró con expresión de reproche.-¿Qué crees que estamos haciendo?-Intento conservar el juicio.-Pues no lo estás haciendo muy bien, ¿sabes? Estás actuando como un loco -dijo tratando de soltarse con la mano que le quedaba libre.Él agarró entonces esa mano también y las sujetó ambas contra su pecho. Quizá si sentía cómo latía su corazón se calmaría.-Me vuelves loco, Amy. Sól
Ryan se paró en seco, todavia estaba procesando que Amelia habia pereferido irse con Anton antes que el la llevara. Se sentía como si acabaran de darle un puñetazo en el pecho. ¿Qué podría causarle ese dolor sino el amor? Se llevo una mano al pecho tratando de aliviar el malestar. Cuando vio como se acercaba Abigail.-Jefe creo que deberia seguirlos - Aby le toco el hombro tratando de trasmitirle su apoyo y animandolo -Pero, ¿y tu?- la chica le lanzo una sonrisa mientras sacudia la cabeza-No sepreocupe por mi, mejor trata de recuperar a su esposa. - mientras se encogia de hombros, restandole importancia al quedarse sola - Pero me voy a tomar el trevimiento le voy a decir que deberia de ser sincero y si puede arrastrese un poco, al parecer metio la pata y le va a tocar sufrir un poquito.Conozco a mi jefa ella es dura pero tiene un corazon blando y tiene algo a su favor y es que le quiere asi que aproveche eso. - Gracias Aby, nos vemos en la oficina.- Ahira corra antes de que no
-Sí, sí, claro, lo que tú digas jefe -contestó Aby, y como si le ubiese llegado una epifania le solto a Ryan -¿Por qué no se lo cuentas? Quizá haya cambiado de opinión y logren arreglar sus diferencias.-Crees que no lo he intentado, Aby he estado en su apartamento tres veces e y no me ha contestado. Segun su vecina ella salio con una maleta y parecia irse de viajes ...-Bueno, ¿y qué vas a hacer? ¿darte por vencido?Ryan se quedó mirándolo. Tenía razón. Estaba actuando como un fracasado, pero no se había dado por vencido ni pensaba hacerlo. No hasta que no encontrara la forma de contarle a Amelia cómo se sentía.-No me voy a dar por vencido.- Ryan saco su movil, mientras buscaba un numero le dijo a Aby- Voy a pedir ayuda.Se levanto del asiento y diviso un gesto de un pulgar hacia arriba de Aby, como para darle animos. Le hizo un gesto de saludo y salio del local luego de pagar la cuenta. Se llevo el movil a su oido mientras una voz de un hombre le saludaba del otro lado de la linea
Vincen se relajó en su sillón y sonrió.-Me alegro de oírlo. Eso me ahorra la molestia de tener que desempolvar el arma que tengo en el estudio.-No hace falta señor, le aseguro que no hace falta,-lo calmó Ryan tragando.-No te burles del chico, Vincen, ya ves cómo la quiere. ¿Y cuándo queréis casaros? Espero que esta vez no os fuguéis. Ya bastante tengo con que Rosa se casara sin estar nosotros presentes, al menos queremos estar en la boda de ustedes dos.-Por su aspecto yo diría que quiere casarse ahora mismo -dijo Vincen sonriendo.-Lastima que nuestar pequeña ahora no quiera que sepa su paradero-Bueno, al menos eso nos dara tiempo,como minimo necesito dos semanas -contestó Mary-. No puedo prepararlo todo en menos tiempo. ¿Podéis esperar dos semanas?Ryan los miró a ambos. Eran una gente encantadora, no podía imaginarse unos suegros mejores pero, ¿por qué, se preguntó, justo cuando más los necesitaba, resultaban tan exasperantes?-No comprendéis. Lo que estoy tratando de deciros es
Amelia DeLucas paso su mano por la ventanilla del taxi, llevaba más de diez horas de vuelo. No sabia que se le habia metido en la cabeza a su mejor amiga cuado decidio fugarse y casarse con su novio aquí en Las Vegas. Dios, Rosa solo había salido con Jefferson por menos de seis meses. Aun recordaba la llamada que le hizo para decirle que se casaba en unas horas y que esperaba que pudiera asistir y ser su dama de honor, el dolor de cabeza que había tenido desde ese momento comenzaba a tomar fuerza. Consulto la hora en su móvil, la medicación comenzaba a dejar de surtir efecto. Busco en su bolso de mano y tomo una tableta de comprimido y el pomo de agua. Le faltaba como veinte minutos para llegar a su destino tiempo suficiente para que el medicamento apaciguara el insipiente dolor que estaba comenzando a sentir. Ella solo podía rogar por llegar a tiempo y poder poner algo de sentido común en la cabeza de Rosa antes de que dijera el si quiero. Una boda así no era buena idea, si Rosa q
No tenía intención de discutir sobre Ryan. Ella y Rosa nunca se habían sentido atraídas por los mismos hombres. Y no estaba dispuesta a tener una discusión sobre cual de los dos hombres era más atractivo el futuro esposo de su amiga o el sexy padrino. Además tenía algo más importante de qué hablar. Se preguntaba cómo iba a lograr convencerla para que abandonara una idea tan precipitada. -¿Qué es esto? -preguntó sacando el ramillete. -Se supone que es para mí, pero déjalo, tenemos que hablar. Esto no está bien, y tú lo sabes. -Por supuesto que no, sólo mi abuela llevar las flores en la cintura. - mientras le lenzaba estas palabras con una mirada picara en los ojos A Rosa y le gustaba malinterpretarla a propósito, sabiendo que esto la sacaba a ella de sus casillas. -Rosa, cambies el tema sabes bien de lo que estoy hablando, la boda. Rosa continuó mirando las flores sin hacerle caso. Por fin alzó la vista y sonrió. -Ya lo tengo. Te lo sujetaré al pelo. Acércate al tocador
Amelia camino hacia el pequeño cuarto de baño que su amiga le habia indicado, para salir unos minutos mas tardes ajustandose los tirantes del vestido. Se quedo parada y miró a Rosa a los ojos. -Probablemente nos queremos más de lo que se quieren las hermanas se pueda querer, no deseo otra cosa más que tu felicidad. Pero también quiero a tu madre y eso tu lo sabes de sobra. Sé que piensas que ella haría lo que tú le pidieras, pero no tenía por qué recogerme cuando mi madre murió. No tenía por qué cuidarme y quererme, pero aun asi lo hizo porque es una bellísima persona y no puedo soportar pensar el daño que esto le va a causar. Por favor, no te cases hoy. Espera sólo un par de meses. ¿Qué pueden importarte un mes o dos más? -¿Por qué sigues intentando hacerme cambiar de opinión? Esto es lo que quiero. Es lo que quiere Jeff. Va a ser para siempre, pero quiero que ese siempre comience hoy. Por favor, Amy, deséame felicidad y sé mi madrina de boda como habíamos planeado desde niñas. T
Era comprensible, se dijo Ryan. Rosa estaba guapísima: alta, rubia. Hacían una buena pareja. Sin embargo, pensó, parecía cansada al lado de Amelia Justo en ese momento Amelia lo miró. Con el ceiío algo fruncido y el mentón desafiante, parecía que le echaba a él la culpa de algo. Se acercó a ella, mejor era firmar una treugua o tratar sus mejores amigos se casaban y ellos no debian de arruinarles su gran momento. -¿Qué? -preguntó -Eso era lo que iba a preguntar yo. -Estabas ahí contra la pared como si fueras un semáforo, pero no sé qué tratas de decir. -Sólo me preguntaba si todo estaba en orden. -Todo perfecto, no podría ser mejor. Estoy a punto de ver cómo mi mejor amiga se casa sin que estén sus padres presentes, que ni siquiera lo saben. No sabemos como reccionaran cuando se enteren, sali corriendo de mi casa, llame a una de mis colegas para que se hicieran cargo de mi trabajo y solicitaran un permiso para mi, tome un vuelo, luego tuve que esperar en la terminal por otro, ll